IV

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¿Una enfermedad extraña? ¿Pero que demonios estaba pasando? ¿Cómo era posible que en un mes la vida hubiese cambiado tanto?

Ya había pasado por esto de la gripe antes ¿De nuevo saldrían con lo mismo? ¿Con querer encerrar a las personas en sus casas para controlarlos?

Ya llevaba dos meses huyendo, hasta llegar a un pueblito del que jamás había oído su nombre. Durante todo ese tiempo había vivido de la solidaridad de las personas, yendo a las iglesias y centros que ayudaban a las personas en situación de indigencia.

A veces tenía esas "lagunas mentales" dónde perdía consciencia de si misma, y no sabía que pasaba con ella, o como es que de un día para otro, llegaba a un lugar nuevo.

Ya no sabía ni siquiera que pasaba con su mente, sólo que cada vez que veía a un policía, debía huir.

Vio a un tipo alto, de cabello castaño y ojos azules acercarse a ella, dejándola paralizada.

—Rose, hasta que volvemos a vernos.

Ella abrió los ojos aturdida, sin saber quién diablos era, pero sintiendo que sí lo conocía.

—No me mires así, cariño —sonrió estando frente a ella, apoyando una de sus manos en su vientre—. ¿Por qué luces como si no me conocieras?

Ella lo miró a los ojos, y entonces, extrañas imágenes aparecieron en su mente.

"Hacía mucho calor, no sabía porque, no podía comprenderlo, ya que su mente se encontraba tan confusa. Sólo era consciente del calor que sentía, y que tenía a alguien sobre ella moviéndose.

Con su vista borrosa intentó observar quien era, y sólo pudo ver unos ojos azules brillosas mirándola, sintiendo el aliento de alguien más chocar contra el suyo."

—Al menos tienes buenos recuerdos de mí —pronunció divertido.

Le quitó la mano de su vientre y se hizo hacia atrás.

—N-No sé quién eres, aléjate de mi.

—Ven Rose, vamos a buscar un lugar tranquilo y seguro para hablar —le dijo tomándola de uno de sus brazos.

—¡Suéltame! —exclamó sujetándolo de la muñeca, quemando su piel.

Él la miró y luego rio, negando con la cabeza.

—Tranquilo, hijo, no hace falta que uses esto conmigo.

Ella lo observó desconcertada y luego él apoyó su mano libre en su frente.

—Quiero que conozcas algo.

En ese momento muchas imágenes aparecieron en su cabeza, de lo que parecía ser un laboratorio. Habían personas de batas blancas por todos lados, todos con el rostro cubierto.

Habían máquinas, sangre, cadáveres, cuerpos desmembrados, fetos en unos tanques extraños, gritos, llantos, quejidos, y muchas voces incomprendibles.

Él quitó la mano de su frente, y Rose se tomó del pecho, intentando respirar.

—Ese era mi antigüo hogar, allí me crearon, y allí tienen a los fetos de las mujeres que lograron capturar, y mantener vivos.

—¿Q-Qué?

—Oh vamos —sonrió—. ¿Es que aún no lo sabes? Parece que él es bastante tímido entonces. Estás embarazada, Rose, llevas a mi descendencia en tu vientre. Un ser único en su especie, fuerte y capaz de adaptarse a todo para sobrevivir.

Lo observó desconcertada, y quizás por los nervios, las náuseas volvieron, haciéndola vomitar hacia un costado.

El tipo frunció el ceño, con asco. ¿Eso tendría que soportar los próximos meses hasta que naciera su cría? Qué asco.

—Ya Rose, no seas exagerada.

Comenzó a sentirse mareada, y no supo en qué momento se desmayó. Y si no fuera porque él estaba allí, hubiese golpeado su cabeza contra el suelo.

La tomó en brazos y rodó los ojos, comenzando a caminar. Debía buscar un lugar donde quedarse, ella necesitaba descansar y alimentarse bien. Tenía ya dos meses de embarazo, y la criatura era muy pequeña para ese tiempo.

—¿Yo no te dije que debías cubrir tus necesidades nutricionales también? Eres un estúpido, eres el último que queda libre, y no sirves ni para suplir tus propias necesidades. A este paso nacerás siendo un completo fracaso —pronunció con molestia.

La criatura y la portadora más inútil al parecer había logrado escapar. Para la próxima, él mismo elegiría a quien diablos embarazar, no sería al azar.

Pero claro, esta primera vez que había ocurrido no había tenido tiempo de hacerlo, la próxima vez sería perfecto.

...

Nueva Especie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora