Nueva Especie

NV: 2

—Jaden, no creí que fueras a recibirme tan fácilmente.

—Tengo bastante curiosidad de saber porqué me pediste hablar. Aunque, creo saber el motivo.

—Estoy seguro de que sí —pronunció serio el rubio—. ¿Por qué está de regreso?

—¿Por qué no? Es tan simple como eso.

—No, no es simple, porque no hay motivos para que lo trajeras nuevamente. Muerto como estaba, era lo correcto.

Jaden observó a Áaron y dió unos pasos lejos de él, dándole la espalda, caminando lentamente.

—Mi existencia es tan longeva, que resulta hasta ridícula la cifra. Y he visto tantas civilizaciones, siempre es un ciclo, siempre terminan del mismo modo. La verdad es que me siento bastante... cómo decirlo ¿Aburrido?

—¿Lo traes a la vida por qué estás aburrido? ¿Qué se supone que debo esperar ahora? Él ya no es lo que era, ni siquiera es como nosotros.

—No debes esperar nada, él no interferirá en sus vidas ni en los planes ya establecidos.

—Si no tiene función aparente ¿Por qué está aquí?

—Es un capricho, nada más —pronunció con simpleza, mirándolo.

—¿Capricho? ¿Por qué? ¿Para quién? Esto es absurdo, y sé que lo sabes.

—Se lo debía de cierto modo, por haber traído al ser superior al mundo.

Áaron lo observó confundido, y luego de pensarlo unos segundos, cambió la expresión de su rostro.

—Tú... Trajiste a Adrián a la vida ¿Por la madre de Kyle?

***

"¿Por qué le llora tanto a alguien que no existe? ¿Que tanta culpa guarda en su interior para no poder perdonarse? ¿Por qué autocompadecerse por alguien que arruinó su vida? Y no sólo su vida, sino la de toda su especie.

Por más que intentaba comprenderlo, no podía. Entendía que los humanos a veces eran irracionales por sus emociones, más aún, cuando no sabían controlarlas.

Rose era una de esas. Había pasado una década de la muerte de Adrián, y ella aún lo seguía llorando.

Tal vez... sólo la compensaría por haberle permitido llevar a cabo sus ideales."

—¿En qué piensas? —le preguntó en un tono bajo, mirándolo.

Ambos estaban sentados en la galería de aquella casa que había sido su hogar durante mucho tiempo. Dónde había criado a sus hijos cuando eran pequeños.

Dónde había nacido Ariadna.

—Pasaron diez años desde que morí, diez años que me perdí —le dijo Adrián sin mirarla, ya que estaba observando el cielo nocturno—. Ari ha crecido tanto, y yo no estuve ahí para ella... ni para tí.

—Y-Yo... lo siento tanto —pronunció con lágrimas en los ojos, en un tono entrecortado—. Esto fue culpa mía, yo no debí tratarte de ese modo.

Giró su cabeza y la miró, antes de sonreír levemente y secarle las lágrimas de una de sus mejillas.

—Rose, si alguien debe pedir disculpas aquí, soy yo, y aún así no sería jamás suficiente, después de todo lo que te hice pasar.

—S-Sí, es verdad, todo fue una mierda desde que apareciste, pero me diste lo más importante en mi vida, y esos son mis hijos. Y no hablo solo de Kyle y Ariadna, sino también de Derek, Tobias y Elías.

—Increíble que los veas cómo hijos cuando ni son de tu sangre.

—Pero yo los cuidé, yo estuve ahí para ellos. Derek no porque ya era un poquito más grande, pero Toby y Ely me dicen mamá.

—¿Qué hay de Elías? ¿Saben por qué él es especial?

—No confío en los médicos de ningún lado, pero creemos que es porque fue tu último hijo.

—¿Por el tema de la herencia? ¿Salió retrasado por ser el último?

—Adrián, no hables así de él.

—Pero es la verdad, ese muchacho es retrasado. Y ahora con esto entiendo que también es mi culpa.

—Elías es un niño maravilloso, pero no cualquiera puede ver eso.

Adrián la miró y luego rodó los ojos, antes de desvíar la mirada. Rose al ver aquella expresión, le fue imposible no reír bajo, captando su atención nuevamente.

—¿Qué fue lo gracioso?

—Nada, no eres tú supuestamente, pero sigues teniendo las mismas expresiones. Expresiones que Kyle comparte contigo.

—Sí, lamentablemente para muchos, Kyle es... como una maldita copia mía —gruñó.

—Quizás por eso te quiero tanto a ti, y no puedo odiarte a pesar todo —pronunció bajo.

Adrián la observó nuevamente, y al ver la mirada brillante de ella, la besó, tomándola por sopresa. Rose lo tomó del rostro con una de sus manos y le correspondió.

No sabía que quería realmente Jaden, pero ella lo había extrañado y necesitado tanto, que lo único que le importaba, es que él estuviera nuevamente vivo.

...