Nueva Especie

XXX

—¿Qué haces? —le preguntó curiosa Ariadna, viendo a su hermano leer unas cosas extrañas desde el celular de su mamá.

—Son libros para el ingreso de medicina —le explicó, enseñándole unos apuntes que había tomado en uno de sus cuadernos de la escuela.

—Wou ¿Qué es ese dibujo? Se ve muy bonito —sonrió.

—Es una célula.

—¿Qué es una célula?

—Es la unidad más pequeña de vida, nosotros estamos compuestos por millones de células de diferentes tipos, que desempeñan diferentes funciones por dicha diversidad.

—Mm ¿Y para qué estás estudiando eso, Kyle?

—Quiero ayudar a mamá, y además entender nuestro origen, no el nuestro en sí, sino el de nuestro progenitor.

&¿Tú aún piensas en él? —le preguntó en un tono bajo—. Yo a veces lo hago, sé que no va a volver y que no nos quiere, pero...

Observó a su hermana y la abrazó, acariciando su espalda.

—No lo necesitamos, Ari, jamás lo necesitaremos de ningún modo en nuestras vidas. Ese tipo es un narcisista manipulador, ególatra enfermo. Por el único motivo que fingía amor e interés en tí, es porque quería reproducirte, como si fueses un animal, con sus otros hijos. Yo lo ví en su pensamientos, eso es lo que quería para ti.

—L-Lo sé, pero a veces me siento mal conmigo misma por no ser lo que él esperaba. Y pienso que quizás, si hubiese sido perfecta, él ni siquiera habría tenido ese tipo de pensamientos.

—Eres perfecta, y no necesitas demostrárselo a nadie. No por haberte engendrado, le debes la vida.

—Sí —murmuró, mirando hacia abajo—... Prefiero no hablar de eso, de sólo pensar que fuimos producto de los deseos estúpidos de un grupo de humanos, me enferma. Mamá pasó por tantas cosas por nuestra culpa.

***

—Derek, ven aquí.

El pequeño castaño de ojos café se acercó a él, curioso.

—Tú entiendes que eres especial ¿Verdad? No eres como un humano, como tu mamá.

El niño asintió con la cabeza, en silencio.

—Afuera, en el mundo, hay demasiadas personas malas, que intentarán muchas veces hacerte daño, por el simple hecho de ser diferente, perfecto.

—¿Cómo mis hermanos?

—Sí, tus hermanos podrían ser uno de esos que lo intenten. Es por eso que tú debes volverte muy fuerte, debes desarollar tus habilidades. Tú eres perfecto, eres mi hijo, por el cual más he trabajado.

Lo miró inseguro, con cierto temor.

—¿Y qué debo hacer? No lo entiendo, papá.

—¿Qué tan inteligente eres? ¿Puedes sentir a tus hermanos? ¿Puedes escuchar los pensamientos de tu madre o los de los demás humanos que viven aquí?

—A-A veces, pero no me gusta.

—¿Por qué?

—Me incomoda escuchar todas esas voces en mi cabeza, es por eso que lo bloqueo.

—Esa habilidad única que tenemos, nos permite además controlar los pensamientos y deseos de las personas, especialmente cuando ellos llevan un poco de nuestra sangre en su interior. Tus hermanos no dudarán en hacerte daño si tienen la oportunidad, y tú debes evitar eso.

—¿Cómo Kyle?

—Sí, él en especial —pronunció indiferente—. Él no dudará en asesinarte a tí, a tu madre o a tus hermanos, si se los cruza. Es por eso que debes volverte excepcional, Derek. Debes ser mucho más habilidoso y resiste que Kyle.

***

Le acarició suavemente el cabello a Ariadna, mientras la niña dormía junto a ella. Sabía que en el fondo, aunque no quisiera decirlo, a la niña le dolía la ausencia de su padre.

"—Sé que las humanas tienen antojos cuando están embarazadas. ¿Tú tienes alguno?

Rose observó curiosa a Adrián, antes de negar con la cabeza.

—No realmente, al menos no en este momento.

—Quiero que a ella no le falte nada —pronunció mirando el vientre abultado de la rubia—. Le daré todo lo que me pida.

—Los niños no necesitan cosas materiales, ellos necesitan y precisan atención, tiempo, dedicación, paciencia.

—Sí, puedo darle también eso a ella si me lo pide."

A veces no sabía si Adrián realmente había amado a Ariadna o no. Si simplemente había sido por su creencia de que ella era perfecta, o porque había despertado sentimientos por la niña.

—Eres muy amada, hijita —le dijo en un tono suave, dándole un beso en la frente—. Amada y perfecta como tu hermano Kyle, sin importar qué puedan decir los demás.

...