Nueva Especie

XI

Observó al bebé, sonriendo divertido. Era increíble ver tanto odio, en una criatura tan pequeña.

—¿Qué pasa, Kyle? ¿No estás feliz de ver a papi?

Rose al escuchar que le estaba hablando al niño, se giró para observar a su hijo. No confiaba en él, no lo quería cerca de su bebé.

—Ahora que los veo a ambos, se parece mucho a tí, tiene la misma forma de ojos, incluso son tan grandes como los tuyos. Tal vez la niña se parezca a mí.

—¿N-Niña?

—Sí, la próxima criatura será una niña. Lo cual es perfecto, así podrá engendrar con el resto de sus hermanos.

Rose apretó los dientes y los puños, con tantas rabia, que podía sentir las uñas clavándose en el interior de sus manos.

Kyle se quejó inquieto y su madre no dudó en tomarlo en brazos, besando suavemente su frente.

—Ven amor, mami te dará de comer —le dijo en un tono suave.

—¿Le sigues dando el pecho, Rose? Él ya no lo necesita, tiene nueve meses, puede comer lo mismo que tú.

La rubia lo ignoró y se fue a la habitación con el bebé. Se acostó en la cama y lo acomodó junto a ella, abriéndose la camisa para poder darle el pecho.

"No te asustes."

Abrió los ojos aturdida y miró hacia atrás, sin encontrarse con nadie. ¿Qué carajos había sido aquello? No sonaba como la voz de él, además, tampoco se comunicaba así con ella.

"Mamá."

Desvió la mirada lentamente hacia Kyle, asustada, y el bebé la estaba observando.

"No te asustes, ni digas nada."

Ay Dios, sí, era Kyle, el niño le estaba hablando de algún modo. Ella podía escucharlo en su cabeza.

Se terminaría volviendo loca.

"No dejes que entre en tu mente, debemos estar juntos."

Sus ojos se cubrieron de lágrimas y le acarició suavemente el cabello.

—No voy a ponerte en riesgo a ti, mi príncipe —susurró tomando una de sus manitos, dándole un suave beso.

"¿Qué? ¿Qué dices? Él no me haría daño a mi, porque me necesita. Pero a tí no."

—Tú no te preocupes por mi, Kyle. Yo puedo soportarlo. Aquí el único que importa, eres tú. No lo olvides ¿Sí? Tú eres perfecto y bueno.

"¿No te das cuenta? A él no le importas, sólo te está utilizando. Y te hace daño."

—Lo sé, amor. Pero no sé cómo pueda reaccionar contigo si se entera de esto, y tú eres lo más importante para mí.

El castaño se apareció en ese momento en la habitación, entrando sin permiso alguno.

—¿Qué tanto hablas con él? No me hubiese parecido extraño, si no fuera porque está bloqueando tu mente —sonrió rodeando la cama, sentándose de frente a ella, para poder mirarla a los ojos—. No me gusta que me oculten cosas, y este pequeño bastardo sabe cómo ser una barrera para mí.

—No llames a Kyle de ese modo —pronunció seria.

—Sabes, si no fuera porque es uno de los únicos, y el mayor que nació, ya lo hubiese asesinado. Se está volviendo un estorbo para mí.

—Es tu hijo.

—Así como muchos otros que tengo.

Rose lo observó y negó con la cabeza, desviando la mirada.

—Vete, ya conseguiste lo que querías, embarazarme una vez más, vete. De seguro hallarás muchas otras mujeres a las cuales preñar, y tener hijos.

—Obvio que sí, bonita, pero tú eres especial para mí ¿Sabes por qué? —sonrió mirándola a los ojos—. Fuiste la primera, contigo engendré a mi primer hijo, de ti nació mi primogénito, y las otras murieron todas, junto a sus embriones. Pero tú no, continuaste sola, y huíste cuando debías hacerlo, para preservar la vida de él. Tú...

La cabeza de la rubia cayó hacia adelante en ese momento, y luego la levantó nuevamente, mirándolo con rabia.

—No dejaré que sigas dañándola, ni que sigas inseminándola como un maldito animal para que siga pariendo tus crias —le dijo apretando los dientes.

—Oh, Kyle, eres tú —pronunció divertido—. ¿Y qué piensas hacer para evitarlo, hijito?

—Acabaré con la vida de los tres —expresó sin miramientos—. Tanto de ella, como la mía, y la del embrión. No seguiremos siendo tus malditos títeres. O comienzas a respetarnos, a respetarla a ella principalmente, o mando todo al diablo.

—O te mato a ti, maldito bastardo imperfecto, y me quedo con la nueva bebé que sí será perfecta.

—¿En serio crees que eso bastará? Ella me ama, soy todo lo que tiene. Si tú me haces daño, ella se quitará la vida y tú no podrás evitarlo, y de todos modos nos perderás a los tres. Tú decides, o nos respetas, o al diablo con nosotros.

...