—Que hermoso bebé —sonrió hablándole, mientras lo secaba suavemente.
Los niños mayores estaban en la escuela, y ella se había quedado en la casa con Elías, quien al tener dos años recién, era muy pequeño para ir con sus hermanos.
Terminó de vestirlo y salió de la habitación con el niño en brazos, mirando curiosa a Adrián, quien había tomado las llaves del auto.
—¿Saldrás?
—Ajá —pronunció despreocupado.
—¿A dónde vas?
Se giró y la observó con una ceja arqueada, y una sonrisa divertida.
—¿Disculpa?
—Sólo era una pregunta nomás, no respondas si no te parece —le dijo desinteresada, yendo con Elías hacia la cocina.
—Me voy a buscar sexo, ya que ni en mi propia casa lo tengo.
—Que te vaya bien.
Entró a la cocina con el niño y lo sentó en su silla de comer. Lo miró por un momento y sonrió suavemente, dándole un beso en la frente.
—Eres tan bonito, Eli.
Escuchó la puerta principal cerrarse, y supo que él se había ido... No le molestaba ni le interesaba que él se fuese a follar con alguna mujer por ahí, sólo esperaba que no engendrara más niños.
Le puso el cinturón de seguridad al pequeño, y buscó que prepararle para la merienda. Eran cerca de las cuatro de la tarde, y pronto tendría que ir a buscar a sus hijos de clases.
***
—Son tan primitivos, que me dan asco de solo escucharlos. Es increíble como ellos mismos son los responsables de causar tanto daño a su propia especie —pronunció con desagrado Áaron.
—Es parte de su naturaleza imperfecta y sus sentimientos ególatras de superioridad. Sólo míralos asesinando a sus criaturas, comiéndolos, bebiendo su sangre, torturándolos y violándolos en rituales paganos. La existencia misma del ser humano lo pone en la cadena alimentaria de su propia especie —pronunció con simpleza un muchacho de cabello negro y ojos grises—. Los mismos líderes han entregado sus naciones, con tal de tener un puesto "asegurado".
—No veo la hora de asesinarlos a todos. La presencia de esos tipos es lo que más asco me produce. Tienen una energía sucia, asquerosa, al igual que su presencia. Náuseas me provocan.
—Ya falta menos, hermano, pronto todos esos inmundos seres, serán historia en nuestro nuevo mundo.
Áaron asintió con la cabeza y se dirigió a uno de los enormes ventanales de su sala, observando su basto campo.
—Isaiah, sabes que eventualmente tendremos que reproducirnos, ya sea con nuestras hermanas o sobrinas.
—Lo sé, pero hasta donde tenemos conocimiento, nuestro padre sólo ha engendrado varones.
—Yo lo haré con la primera hija de Kyle, tú tendrás que hacer lo mismo con una mujer de primer rango. Hasta el décimo hijo, los genes siguen siendo favorables.
El moreno lo observó, antes de negar con la cabeza.
—Me resulta... Un tanto molesto el saber que tengo la obligación de reproducirme. Sé que es necesario para nuestra especie, pero la idea de tener que criar un niño, no me agrada en lo más mínimo.
—Es tan simple como entregarlo a las comunidades de humanos que serán preparadas para esto.
—¿Comunidades de humanos?
—Así es —le dijo Áaron mirándolo por un momento—. Tendremos granjas de humanos destinadas a la producción de alimentos y mantenimiento de las mismas. Entre sus obligaciones, estará la crianza de nuestros hijos.
—No sé que tanto podremos confiar en ellos.
—Serán todos controlados, Isaiah.
***
—¡Pero que hermoso dibujo, Toby! —exclamó Rose tomando lo que el niño sacó de su mochila—. Me encanta, está muy lindo. Lo colgaremos aquí en el refrigerador para verlo todos los días ¿Te parece?
—Sí —sonrió.
La rubia sonrió también con ternura y le dió un beso en la frente, para luego colgar el dibujo en la tapa del freezer, con unos imanes en forma de frutita.
—¡Mamá!
—Creo que tu hermanito ya se despertó, regreso en un momento —sonrió, dejando a los cuatro niños en la cocina.
Habían regresado de clases y estaban los cuatro merendando. Elías se había dormido en el camino de regreso, por lo que Rose lo había dejado durmiendo solo en su habitación.
El niño ya estaba muy grande para dormir en su antiguo coche de bebé.
De camino a la habitación, se encontró con Adrián entrando a la casa... Y realmente lo ignoró, no le interesaba saber que había hecho o no.
—Hola dormilón —sonrió acariciándole la panza, sentándose junto a él en la cama—. Dormiste muy poquito hoy.
—Mamá —le dijo sentándose, subiéndose sobre ella para que lo abrazara.
Rose lo abrazó a ella, cerrando los ojos, acariciado suavemente su espalda.
—Sabes que yo nunca voy a dejarte, Eli. Tú eres mi bebito hermoso —le dijo en un tono suave—. Siempre voy a estar contigo.
—Me sorprende lo fácil que te adaptas a las circunstancias. Creo que ya te lo había dicho ¿No?
Abrió los ojos y frunció el ceño al escuchar la voz de él.
—¿Qué quieres, Adrián?
—Es un rasgo evolutivo muy bueno ese.
—No, te equivocas, es sólo mi instinto maternal —le dijo con simpleza, poniéndose de pie con el niño en brazos—. Algo que tú jamás tendrás, instinto de padre.
—Mm, puede ser. Pero son cosas que pude aprender contigo, y tú no quisiste enseñarme.
—Hay muchas mujeres aún en el mundo, Adrián, de seguro encontrarás alguna que te "enseñe". Preocura que te enseñe a usar un maldito condón también.—pronunció pasando por su lado.
El castaño apretó los dientes y la tomó de un brazo, deteniéndola.
—¿En serio te creíste que me iría a follar con cualquiera?
—¿Por qué no lo harías? Ya lo has hecho decenas de veces.
—Porque ahora sólo quiero hacerlo contigo —gruñó mirándolo fijo a los ojos—. No quiero hacerlo con otra mujer.
...

ESTÁS LEYENDO
Nueva Especie
Historia CortaÉl sabe que es el único de su especie, que debe reproducirse antes de que lo atrapen. Los humanos no volverán a capturarlo, no volverá a ser su esclavo, su especie prevalecerá a la humana.