XXVII

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Cargó las cajas con víveres en el auto, y emprendió el viaje de regreso a la casa de Rose. No era seguro, debían irse ellos también de allí, ya era mucho tiempo viviendo en el mismo lugar.

Y aunque no tuviesen vecinos cerca ¿Quién no le aseguraba que no hubiesen seguido la camioneta?

Suspiró y observó la carrera... Ni siquiera sabía porqué seguía insistiendo con ellos. Rose sólo se sentía atraída por él, pero no tenía sentimientos hacia él.

Ariadna la había preferido a ella también, y Kyle ni que decir. Por esa criatura no sentía nada más que rechazo, y sabía que en un futuro sería un problema mayor para él.

Tal vez, lo mejor que podía hacer para ellos era desaparecer de sus vidas, y buscar una nueva mujer con quién engendrar. Quizás hasta podría conseguir el amor.

Se detuvo un momento en la carretera, pensativo.

Sí, eso haría, le llevaría los víveres, y luego se iría a buscar una mujer con quién formar una familia.

***

"Maldita sea"

Se sentó en la cama y observó a su mamá, antes de tocarle la cara a su hermanita, varias veces, hasta despertarla.

"Kyle ¿Qué pasa? Tengo sueño, déjame dormir con mamá."

"¿No lo sientes, Ariadna? Él está muy cerca de aquí."

Abrió los ojos al escuchar aquello, mirándolo sorprendida.

"¿Mi papá? ¿Mi papá regresó?"

"Sí, te dije que ese maldito infeliz siempre regresa."

Frustrado gateó hasta Rose, tocándole el rostro, dándole suaves palmaditas.

—Ma, ma —la llamó varias veces, hasta lograr despertarla.

—¿Qué pasa, mi amor? Oh, parece que ambos han despertado ya —sonrió al ver que sus hijos la miraban—. Ustedes sí que duermen poquito.

Les dió un beso a cada uno en la frente, y tomó a la niña en brazos, ya que era muy pequeña para poder sentarse como Kyle.

—¿Quieres qué te preparé la merienda, Kyle?

"Yo sí tengo hambre, mami."

Ariadna se quejó, tomándose de la camiseta de Rose, restregando su carita sobre su pecho, haciéndola reír.

—Creo que tú sí tienes hambre, bebita —sonrió levantándose la camiseta para darle la teta.

Kyle miró a su hermana, con el ceño fruncido.

"¿En serio, Ariadna? Te dije que ese imbécil estaba cerca ¿Y a ti se te ocurre tomar la teta?"

"Tengo hambre, Kyle, me duele la panza, no molestes."

"¿Qué no moleste? ¡Nuestra madre debe estar alerta! ¡No estar perdiendo el tiempo contigo."

"D-Déjame comer tranquila, me duele la panza."

"Estás comiendo todo el día, no te puede doler la panza siempre. Eres una glotona nomás, egoísta."

Los ojitos de la bebé se cubrieron de lágrimas, y comenzó a llorar, dejando de tomar la teta. Rose la observó preocupada, confundida.

—Ari ¿Qué pasa, mi amor? ¿Qué te duele? ¿Por qué lloras, bebita?

"¡Ya deja de llorar! ¡Sólo la preocupas en vano!"

La acostó contra su pecho y le acarició suavemente la espalda, dándole suaves besos por sus mejillas, la frente, la cabeza.

—No llores, amor, mami está contigo.

"Kyle siempre me pelea, mami, él no me quiere en verdad."

El llanto de la niña se hizo más angustiante, preocupando a Rose. La acostó en la cama y suavemente le abrió los brochecitos de su enterito, para quitarlo y observar su pañal. Estaba limpio, eso no era.

Le quitó la ropa, revisando que no hubiese nada que le estuviera rozando, o molestándole. Pero aparentemente, no era eso tampoco.

—Mm... Un baño ¿Qué te parece eso, Ari? Creo que el agua te va a hacer sentir mejor, mi amor. Ven Kyle, vamos a darle un baño a tu hermanita.

El niño se bajó de la cama con ayuda de su madre, y Rose fue hasta el armario, buscando una toalla y los productos de higiene de la niña.

—Tranquila, Arita, pronto te sentirás mejor, hija.

Kyle la siguió hasta el baño, y Rose apoyó sobre una mesita que tenía allí, que usaba para cambiar a los niños, las cosas de la bebé, acomodando la toalla en el medio.

Fue hasta la tina, que Adrián había construído durante el tiempo que había vivido allí, y la cargó con agua tibia.

—Kyle, ven amor, tú también te darás un baño, te sentirás más relajado.

—No —le dijo el niño serio.

—No, no, nada de no. Tú también tomarás un baño relajante con tu hermanita, y luego los tres haremos la merienda. Y no está en discusión, señorcito.

...

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