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"La tomó por debajo del trasero con uno de sus brazos, y la movió sobre él, escuchándola gemir contra su hombro, mientras la embestía profundo, rápido.

Se sentía tan bien hacerlo con ella... Lástima que él no podía crear vínculos sentimentales con nadie.

No, lástima no, eso era muy beneficioso para ellos. No necesitaban de esos tipos de vínculos para existir."

Se despertó adolorida, y rápidamente abrió los ojos al escuchar a Kyle llorar. Asustada se sentó en la cama y buscó al bebé, que estaba junto a ella llorando.

—Kyle, tranquilo amor, lo siento, no sé cuándo me quedé dormida —pronunció afligida, tomándolo en brazos—. Debes tener hambre, bebé.

Lo acomodó contra su pecho, y le dió de mamar, mirando confundida hacia abajo... ¿Por qué estaba completamente desnuda? Cerró los ojos, sintiendo un horrible dolor de cabeza, al intentar recordar que había ocurrido.

Kyle observó a su madre y la tomó de uno de sus dedos, captando su atención.

—Estoy bien, amor mío, sólo me duele un poquito la cabeza —sonrió levemente, dándole un beso en la frente—. Sabes que mami a veces tiene este tipo de... Lapsus.

Observó a su madre afligido, abrazándose a su pecho... Ese maldito bastardo la había vuelto a embarazar, ahora tendría control sobre ella nuevamente, podría hacer lo que quisiera con su cuerpo.

—¿Qué pasa, Kyle? —le preguntó preocupada, al ver la expresión del pequeño—. ¿Te duele algo, mi amor? ¿Quieres un baño?

Tal vez podía interferir en el desarrollo de la criatura, ¿Pero quién le aseguraba que aquello también no le provocaría daño a su madre?

Cómo detestaba a ese tipo, cuando creciera, le haría pagar con creces todo lo que estaba causando.

Y lo que más odiaba en ese momento, era el sentirlo tan cerca. Sabía que se había ido de la casa, luego de dejarlo junto a ella en la cama, pero podía sentir su presencia cercar, por lo que lo llevaba a suponer que regresaría.

***

—Rose, que lindo verte nuevamente —sonrió.

—¿Qué quieres aquí? —le inquirió incómoda, con desconfianza.

—¿No lo ves? Les traje algunas cosas —le dijo enseñándole unas bolsas que cargaba en ambas manos—. Esta vez lo harás mejor, lo haremos mejor, porque estará aquí controlando todo, para un perfecto desarollo de él —sonrió dejando las bolsas en el suelo, para apoyar su mano en el vientre de ella.

La rubia lo observó desconcertada y le quitó la mano, haciéndose hacia atrás.

—¿Q-Qué? No, n-no puede ser de nuevo.

—Es algo que te había dicho desde un comienzo, cuando estabas embarazada de Kyle —le dijo con simpleza, cerrando la puerta y cargando las bolsas hacia la cocina.

—¿Cuándo ocurrió? ¡Tú volviste a violarme! —le gritó con lágrimas en los ojos.

—No es violación cuando es consensuado, o al menos eso es lo que ustedes dicen.

Lo siguió por detrás, con rabia, apretando los puños.

—¿Cómo podría ser consensuado cuándo ni siquiera lo recuerdo? ¡¿Quién mierda te crees que eres para embarazarme cuándo se te de la gana?!

Se giró y la tomó del rostro con ambas manos.

—¿Estás segura que no fue consensuado? Qué no lo recuerdes, no quiere decir que no lo querías —sonrió travieso.

—¡Eso no-!

Se metió en su mente, y Rose se quedó sin habla, con la vista perdida.

Y entonces pudo recordar lo que había pasado en ese momento con él, lo que habían hecho, lo que ella... Le había pedido. No, eso no podía ser posible, eso él lo estaba provocando.

La soltó y Rose cayó al suelo arrodilla, antes de comenzar a vomitar.

—Maldita sea, había olvidado esta parte tuya tan débil y desagradable —pronunció con asco.

Se alejó de ella y fue a buscar un trapo para limpiar el vómito.

La rubia se alejó de él, aún sentada en el piso, y se abrazó las piernas, antes de comenzar a llorar de forma histérica.

Ella no quería ser una maldita incubadora de bebés, no era una perra de cria, no podía ser tratada de ese modo. Tenía que buscar la forma de huir de allí, o él sólo la haría parir hasta que su cuerpo no lo soportara más y muriera.

¿Y si paría una niña? ¿La usaría para lo mismo? No podía-

—Dios, que dramática eres —rio, mirándola a los ojos—. Recuerda algo, bonita, mientras lleves a mi hijo en tu vientre, tu mente me pertenece. Se todo lo que sientes, se todo lo que piensas. No podrás huir jamás de mí.

...

Nueva Especie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora