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—¿Qué significa esto? —preguntó desconcertado Kyle, al ver aquel tipo que tanto se parecía a su progenitor.

—¿P-Papi? ¡Papá! —exclamó Ariadna con lágrimas en los ojos, corriendo hacia él para abrazarlo, comenzando a llorar—. Estás de vuelta, papi, regresaste.

Adrián la abrazó también, acariciando suavemente su cabello y espalda.

—Ha pasado tanto tiempo, y has crecido tanto, Ari. Ya... eres toda una mujer, una mujer hermosa como tu madre.

—Me hiciste mucha falta, te extrañé tanto, creí... creí que jamás volvería a verte —lloró.

Kyle observó a su madre y luego sus hermanos, ya que recién regresaban de clases.

—Derek, Tobias, lleven a Ariadna a la habitación de Elías. Necesito hablar con ellos.

—¿Qué? No, ¿Por qué? —preguntó asustada la joven rubia al ver la expresión seria de su hermano—. Por favor, n-no le hagas nada, Kyle.

—Sólo quiero hablar con ellos, y tú estás muy conmocionada para estar presente. Ve con nuestros hermanos.

—P-Pero Kyle-

—Ahora —pronunció apretando los dientes, haciendo que bajara la cabeza y siguiera a sus dos hermanos.

Adrián observó a su hijo mayor, y rodó los ojos, antes de suspirar.

—No vine a buscar problemas.

—¿Quién mierda eres? —preguntó sin miramientos.

—¿Cómo que quien soy? ¿Sigues igual de imbécil, mocoso de mierda?

—Tú no eres Adrián ¿Quién eres?

Lo miró y luego se encogió de hombros.

—Cuando lo descubras, dímelo, porque yo tampoco lo sé.

—No eres Adrián, te crearon con su imagen y recuerdos, pero no eres él. Y tampoco sé porqué te hicieron, pero de seguro quieren utilizarte para seguir jodiendo todo. Lárgate ahora y conservarás tu vida.

—Kyle, tú mismo lo estás diciendo, él no es Adrián, no es peligroso —le dijo su madre intentando hacerlo razonar—. Es un humano.

—No, no es humano, ni tampoco es como nosotros. Hay algo externo que lo protege y me impide entrar a su mente. No sé que es, ni porqué lo hicieron, pero lo quiero lejos de mi familia —masculló.

—Yo tampoco quiero problemas, Kyle —pronunció con calma—. No sé porqué me hicieron, pero cuando desperté, lo único que tenía en mente era tu madre y Ariadna. Y quizás sea porque fueron las últimas en mi cabeza antes de morir.

—¿Y para que viniste? ¿Para seguir miserando la vida de ambas? ¡Sabes muy bien lo que sienten por tí!

—Lo mismo que yo siento por ellas —le dijo con simpleza—. Pero tú lo has dicho, ya no soy lo que era, no estoy en condiciones de enfrentarme a ti, es por eso que me iré.

—¿Q-Qué? No, no puedes irte —expresó preocupada Rose, tomándolo del brazo—. No vuelvas a desaparecer, Ari sufrió mucho tu pérdida, ella te necesita, independientemente de su edad, siempre va a necesitar a su papá.

Kyle miró a su madre con rabia, apretando los puños.

—Los años pasan y tú sigues siendo la misma estúpida, madre. No importa todo lo que este tipo te hizo pasar, tú siempre terminarás por perdonarlo y aceptarlo. ¡Pasaron diez años y no pudistes superarlo!

Adrián negó con la cabeza y tomó la mano de Rose que estaba sobre su brazo.

—Gracias por ser siempre tan buena conmigo, y lamento el mal momento que estoy ocasionando ahora. Pero lo mejor, es que me vaya. Regresaré a ver a Ariadna, dile que es una promesa. Pero lo haré cuando... Kyle no esté.

Rose lo observó irse, afligida.

—¿Hace cuánto está aquí? ¿Por qué no me avisaste, Rose? —le preguntó Kyle cerrando la puerta de la casa.

—Porque imaginé que te pondrías de este modo, hijo —le dijo en un tono bajo, secándose las lágrimas del rostro.

—¿Tú no entiendes que esto no está bien? ¿Qué si lo volvieron a crear es para utilizarlo nuevamente? ¡Y ni siquiera tenemos ideas para qué!

La rubia negó con la cabeza, luciendo cansada.

—Hace unos meses, cuando estaba en la casa del campo, dónde ustedes crecieron, se me apareció Jaden.

—¿Y recién ahora me lo cuentas? ¿Te hizo algo? ¿Qué te dijo? —le inquirió preocupado, dejando su rabia de lado.

—No me hizo nada, Kyle, sólo habló conmigo de Adrián, confirmándome que había muerto.

—Lo sé, él desapareció, yo lo sentí cuando ocurrió, y Ariadna también.

—Pero no sólo eso me dijo, sino que también lo... traería de regreso —pronunció sintiendo un nudo en la garganta, mientras se le quebraba la voz.

—¿Por qué?

—No lo sé, él sólo dijo que quería ayudarme con el dolor que cargaba. Le dije que no quería nada suyo, que jamás aceptaría algo que viniera de él, y por su expresión, sé que no le gustó oír eso.

—¿Qué ocurrió luego?

—Sólo me fui de la casa, pero sé que él está de regreso gracias a Jaden. No sé porqué lo hizo, no sé porque me dijo aquello, pero Adrián está aquí nuevamente, Kyle. No se siente igual, pero es él.

El joven castaño observó a su madre, y endureció nuevamente sus facciones.

—Tú misma dijiste que no aceptarías nada que viniera de ese tipo, y lo primero que hiciste al verlo, fue correr a sus brazos. ¿Tú no mides tus estupideces, mamá? Adrián ya no es como nosotros, ni es humano. No sabemos que carajos es ni porqué está nuevamente aquí, y tú ni pensaste en ello. Pasaron más de diez años, ¡Madura de una maldita vez, Rose!

...

Nueva Especie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora