Nueva Especie

NV: 11

—Tuve un imprevisto, pero no tardaré mucho más en regresar.

"—Está bien hija, pero la próxima vez avisa que vas a demorarte, tu padre y yo estábamos preocupados por tí."

—No te preocupes, ma, antes de que anochezca estaré en casa. Los amo, hablamos luego —pronunció viendo que el rubio fruncía levemente el ceño, en señal de que estaba despertando.

Cortó la llamada y guardó el celular en su mochila, observando preocupada a Sirio.

—¿Puedes oírme?

El muchacho abrió los ojos y la miró confundido, antes de sentarse con algo de dificultad y cerrar los ojos nuevamente, tomándose de la cabeza y jadeando bajo.

—No debiste levantarte tan rápido, tuviste un fuerte golpe en la cabeza.

—Ya lo cree, me duele muchísimo —pronunció bajo, sin abrir los ojos, sintiéndose mareado.

—Te desmayaste cuando estábamos hablando, y lo siento, pero al revisar tus bolsillos, no encontré nada que pudiera decirme dónde vives.

—¿Qué?

—Que tuve que revisar los bolsillos de tu pantalón —le dijo en un tono incómodo.

Sirio negó con la cabeza y la miró.

—¿Quién se supone que eres?

Ariadna abrió los ojos sorprendida, incrédula. ¿Estaba fingiendo no saber quién era? ¿O es que realmente se había golpeado fuerte la cabeza?

—¿E-En serio no sabes quién soy?

—No, no sé quién eres, o en dónde estoy —murmuró mirando a su alrededor.

—Ay Dios ¿Qué es lo último que recuerdas? —le inquirió aturdida, comenzando a asustarse.

Sirio desvió la mirada por un momento, intentando recordar algo, pero lo único que consiguió, fue un terrible dolor de cabeza, que lo hizo jadear una vez más.

—No recuerdo nada.

—¡Ay no puede ser! Dios ¿Qué hago ahora?

Se puso de pie y buscó su celular una vez más, llamando a su hermano mayor.

—Kyle, Kyle, necesito de tu ayuda, por favor, es urgente.

"—¿Qué ocurre?"

—H-Hay... Hay alguien que necesita de tu ayuda.

"—¿Cómo que alguien necesita de mi ayuda? Sé más clara, Ariadna. ¿Y en dónde estás? Ya deberías estar en casa."

—Estoy en la enfermería de la universidad, hubo un accidente y alguien... Necesito que vengas, por favor, cuando estés acá te lo explicaré mejor, es urgente, lo juro, sabes que de otro modo no te molestaría.

"—De acuerdo, en quince minutos estoy allí."

—Gracias.

Cortó la llamada y observó a Sirio una vez más, él lucía tan confundido, que comenzaba a creer que no estaba fingiendo, que realmente no recordaba quien era.

—No te preocupes, pronto vendrá Kyle y estoy segura que él podrá ayudarte a recordar quien eres.

—Hasta que llegue ese supuesto Kyle, porque no me dices quien eres tú. ¿Cómo es que nos conocemos? ¿Qué sabes de mí?

La joven rubia lo observó insegura, sin saber que decirle en verdad.

—Habla ¿O es que no somos amigos? ¿Tú provocaste mi amnesia?