—No dejes que tus hijos se vayan, Adrián, son sólo unos niños, son muy pequeños. Es mucha responsabilidad para Derek, Elías solo tiene un año —pronunció desesperada Rose.
—Yo no puedo hacer nada, si se quieren ir, pues que se vayan entonces —le dijo desinteresado.
—No pongas a tus hijos en tu contra —le pidió tomándolo de uno de sus brazos—. Y no digo que finjas que los quieres para tu propio beneficio, sino por el bien de ellos también. Cuando las cosas se pongan difíciles, ellos te necesitarán, y tú a ellos.
—Maté a su madre, jamás me perdonarán eso, es mejor que se vayan.
Rose lo observó, afligida.
—Haz el intento, habla con ellos.
—Rose, no insistas —pronunció serio, ya molesto.
—De acuerdo, pero al menos asegúrate que tendrán un hogar donde vivir, que tengan dinero, una persona que los cuide, que-
—Ya cierra la boca, te vuelves insoportable como tu hijo cuando empiezas a hablar y no paras —la interrumpió molesto, soltándose de su agarre, para salir de la sala y luego de la casa.
La rubia respiró profundo y fue hasta la ventana, observando que él estaba afuera hablando con los niños.
—¿Qué demonios quieres tú aquí ahora?
—Nada, sólo los llevaré hasta la ciudad, el camino es muy largo, y si tú realmente te preocupas por tus hermanos, aceptarás que los lleve —pronunció indiferente, mirando a Derek.
Tobias asintió con la cabeza y se subió al asiento trasero del auto de Adrián.
El niño miró a su hermano menor que llevaba en brazos, y luego desvió la mirada. No quería sentir que le debía nada a ese tipo.
Se subieron los cuatro al auto y Adrián lo puso en marcha.
—¿Cuál es tu plan para sobrevivir en el mundo humano?
—Buscaré una humana que sea nuestra imagen para pasar desapercibidos cuando debamos salir.
—¿Planeas manipularla mentalmente?
—Sí.
—Bien, te ayudaré con eso —le dijo conduciendo.
—No, no quiero que me ayudes en nada.
—¿Tú te piensas que podrás contratar a una humana sin la presencia de un adulto? Creí que era más inteligente, Derek.
—No quiero tu ayuda, Adrián, déjanos en donde sea que planeas llevarnos, y luego vete.
—De acuerdo, como quieras —pronunció restándole importancia.
Si tanto creí que sabía, que se equivocara entonces.
***
Regresó pasadas las once de la noche a la casa de Rose y sus hijos... Ni siquiera sabía porque regresaba, pero tampoco tenía algo mejor que hacer, ni a dónde ir.
—¡Papi! Ven rápido —le dijo Ariadna tomándolo de la mano, preocupada, angustiada—. Mi mamá no está bien, tiene mucha fiebre.
La pequeña rubia lo guió hasta la habitación de su progenitora, dónde ella estaba acostada en la cama y Kyle colocándole un paño frío en la frente.
El niño lo observó y frunció el ceño. No le agradaba en lo más mínimo verlo, pero no diría nada, no era el momento.
—Rose ¿Qué sientes?
—S-Sólo tengo un poco de fiebre, intenté explicarles a los niños que no es nada grave, pero no me creen —sonrió débilmente.
Adrián miró a sus hijos y luego colocó una mano sobre la frente de la joven madre.
"—Necesito la verdad."
Rose estaba con mucho dolor de sus huesos, se sentía fatigada, cansada, muy débil, pero estaba intentando ser fuerte por sus hijos. La enfermedad estaba avanzando, y Adrián no sabía realmente cuando había comenzado.
La miró a los ojos, y sin decirle nada, entendió que ella le estaba pidiendo que no les dijera nada a los niños.
—¿Puedes ayudarla, papi? —le pidió Ariadna.
—La ayudaré a dormir, pero mañana iremos temprano a la clínica, ella necesita comenzar cuánto antes el tratamiento para el cáncer.
—Pero estará bien ¿Verdad? Mi mamá se va a curar.
—Claro que si, hija —le dijo apoyando una mano sobre su cabeza—. Pero ahora debemos dejarla descansar. Rose, te ayudaré a dormir.
Ella miró a los niños y sonrió suavemente, antes de asentir con la cabeza... Le dolía hasta la mandíbula para poder hablar.
Cuando la rubia se quedó dormida, los tres salieron de la habitación.
—¿Qué hiciste con Derek y sus hermanos? —le inquirió serio Kyle.
—Los llevé hasta la ciudad, y me quedé con ellos hasta que consiguieron una casa. Es obvio que tres niños pequeños no iban a poder conseguir una solos.
—¿Los ayudarás económicamente?
—Eso a ti no te interesa.
El pequeño castaño apretó los dientes y se fue a su habitación. Ariadna miró a su papá, afligida.
—No seas tan frío con mi hermano, papi, él sólo está preocupado por mis otros hermanos.
—Tus otros hermanos estarán bien, Derek es muy inteligente, sabrá cómo cuidarlos.
—¿Podré visitarlos? ¿Me llevarás a verlos?
—Claro, si es lo que quieres, te llevará a visitarlos.
La pequeña rubia sonrió emocionada y lo abrazó.
—Gracias papi, te quiero mucho.
Adrián miró hacia abajo, y la abrazó también... Tal vez él también lo hacía.
...
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Nueva Especie
Short StoryÉl sabe que es el único de su especie, que debe reproducirse antes de que lo atrapen. Los humanos no volverán a capturarlo, no volverá a ser su esclavo, su especie prevalecerá a la humana.