—¿Sabes qué? ¡Okay! ¡Me tienes harta ya!
La soltó, mirándola sorprendido.
—¿Okay a qué?
—Tendré sexo contigo —siseó en un tono bajo—. En mi vida conocí a un tipo tan pesado, y eso que los tipos son urgidos por naturaleza ¡Pero tú ya hartas, Adrián!
—Tengo necesidades carnales —pronunció con simpleza, sonriendo.
—Hazta una paja entonces.
—Duh, eso hacen ustedes, yo necesito sexo para satisfacerme.
—Tan superior que te crees, y pareces un maldito animal en celo —pronunció molesta, saliendo de la habitación con Elías.
Adrián la observó irse y sonrió divertido. Lo había conseguido, de algún modo u otro, ella terminaría teniendo sexo con él.
Regresó a la cocina y sentó al niño en su silla de comer, sonriendo al ver que Derek se había encargado de prepararle su biberón.
—Eres un dulce, cariño.
—Cuando vivimos solos, esto era normal para mí, Rose. Además, él es mi hermano después de todo, es mi obligación atenderlo —le dijo el niño.
—Claro que no, Derek, tú eres un niño como Tobias y Elías, tu obligación no es atender a tus hermanitos menores, esa es de tu padre... Y como sabemos cómo es, yo lo hago. Y lo hago con mucho amor —sonrió—. No crean que lo hago por obligación, es una elección.
—Lo sabemos, Rose —sonrió suavemente Tobias—. Eli y yo te queremos mucho.
—Ow, chiquitos —pronunció emocionada, antes de ir hasta ellos y abrazarlos fuertes, dándoles un beso en la frente a cada uno.
—¡Papi! Ven a merendar con nosotros —exclamó la pequeña rubia al ver a su progenitor entrar a la cocina.
Adrián se dirigió a la niña y la abrazó a él, recibiendo un beso en la mejilla por parte de Ariadna.
—Siéntate conmigo —sonrió.
El castaño se sentó junto a su hija y Rose en medio de Derek y Kyle... No era común que ellos compartieran la mesa todos juntos, ya que los niños detestaban a su progenitor.
Pero por Ariadna, esta vez sus hermanos podrían hacer una excepción. Especialmente porque Adrián al parecer no haría ninguno de sus comentarios estúpidos.
***
—Jaden ¿Qué ocurre? —le inquirió curioso Áaron, al recibir un mensaje de su creador, diciéndole que debía ir a las instalaciones.
—Hemos encontrado a tu padre y hermanos.
—¿Y? No entiendo la urgencia de eso.
—Tu padre está viviendo en un campo con una mujer, humana obviamente, con tu hermano mayor Kyle, y cuatro niños más, incluidos un bebé, el cual debe ser el último que engendró.
—Mientras no interfieran, como hasta ahora, no le veo el problema —pronunció indiferente.
—Tiene una hija.
Áaron abrió los ojos en ese momento, sorprendido.
—¿Cómo es ella?
—Es una niña de unos seis años máximo, y por sus habilidades casi inexistentes, fue una de las últimas en engendrar. Por las edades de los últimos cuatros, son todos del mismo tiempo.
—¿Pero como es ella físicamente?
Jaden encendió una pantalla en la sala y Aarón observó en la imagen a una mujer joven rubia de ojos azules, y con ella a cuatro niños, un niño castaño de ojos azules, el cual suponía que era Kyle, un niño castaño de ojos café, otro castaño de ojos más oscuros, el bebé castaño de ojos azules y la niña rubia de ojos azules.
Su mirada se quedó en la pequeña y luego observó a Jaden nuevamente.
—¿Se parece a la mujer con la que soñabas?
—No, la mujer con la que yo soñaba es castaña, tiene ojos azules, y no es humana. Si tiene cierto parecido a la mujer mayor de allí, a la rubia que lleva al bebé.
—Ella es la madre de tu hermano mayor Kyle.
—Puede ser entonces que la mujer con la que yo soñé esté relacionada a ellos, pero no es esa niña.
***
Lo observó, sintiéndose un tanto nerviosa, no por lo que iban a hacer, sino con quién lo iba a hacer. Esa mirada intensa de Adrián sobre su cuerpo, la perturbaba.
La miró divertido, acercándose lentamente a la cama, quitándose la ropa en el camino, dejándola por el suelo, hasta quedar en boxer frente a ella. La rubia solo tenía puesto un camisón, que a juzgar por sus pechos, únicamente tenía ropa interior en la parte baja.
—¿Qué pasa, Rosie? Te ves muy tensa, amor —pronunció ronco, divertido, subiéndose a la cama—. No me dirás qué te da miedo tener sexo conmigo ¿Verdad?
Desvió la mirada, sintiendo como su pulso se acelaraba, junto con su respiración... Más aún cuando él se subió encima de ella, pasando suavemente sus labios por su cuello, subiendo por su piel hasta su oído.
—¿No vas a cooperar? Esta no era la idea —susurró contra su oído, estremeciéndola—. Tócame.
Cerró los ojos, pasando sus manos por el vientre de él, subiendo a su pecho, antes de abrazarlo a ella, al sentir que Adrián comrnzaba a besar su cuello, descendiendo hacia sus clavículas.
La rubia apretó sus labios entre sí, ahogando un jadeó cuando el mordió suavemente su piel, pellizcándola entre sus dientes.
La miró y rio bajo. Era orgullosa, sabía muy bien que se estaba mojando, sólo que no quería mostrar que estaba excitada.
La tomó de las mejillas con una de sus manos y la besó, obligándola a abrir la boca y que le correspondiera. Su mano libre la dirigió entre los muslos de ella, y le levantó el camisón, acariciando suavemente su intimidad sobre la tela de su ropa interior, sintiendo como ésta comenzaba a humedecerse.
—¿Seguirás jugando a que no te gusta? —le preguntó travieso, mirando sus hermosos ojos azules brillosos, acariciado entre sus labios, sin poder ir más lejos por aquella pequeña prenda de tela que se lo impedía—. Te quitaré el orgulloso a lamidas me parece, Rosie, tendré que bajar a comerte hasta que me ruegues que me detenga.
...
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Nueva Especie
Historia CortaÉl sabe que es el único de su especie, que debe reproducirse antes de que lo atrapen. Los humanos no volverán a capturarlo, no volverá a ser su esclavo, su especie prevalecerá a la humana.