Nueva Especie

XXVIII

Estaba secándole el cabello a Kyle, cuando escuchó que la puerta principal se abría. Asustada, tomó a ambos niños en brazos y antes de poder salir de la habitación, Adrián entró en ella, luciendo indiferente, tomándola por sorpresa.

—Te traje víveres, es obvio que tú no puedes-

"¡Papá! ¡Viniste! ¡Volviste!"

El castaño observó a la bebé que estaba en los brazos de Rose, quien lo miraba emocionada, antes de comenzar a lloriquear.

—E-Ella creo que no se siente bien, ha estado llorando desde hace un rato. La bañé creyendo que se sentiría mejor, pero no funcionó al parecer.

Se acercó a ellos, y cuando tomó a Ariadna en brazos, la bebé se calmó.

"Te extrañé mucho, papi, tenía miedo de que no regresaras."

"¿Por qué? Si tú elegiste quedarte con ella."

"Sí, porque es mi mamá y necesito que me alimente, pero yo te amo mucho, papi, y te necesito también conmigo."

"Me iré, hoy será la última vez que me vean. Buscaré una mujer con quién formar mi propia familia. Espero Rose encuentre la forma de sustentarlos, porque no voy a regresar."

"¿Qué? No, no puedes hacer eso, papá, no nos puedes abandonar."

La bebé comenzó a llorar nuevamente, preocupando aún más a Rose. Si seguía de ese modo... Tendría que buscar ayuda profesional, y hasta dudaba que un médico humano pudiese saber que es lo que le pasaba.

"Yo te quiero mucho, no te vayas, papi."

"Sólo espero no los encuentren. Vive como mejor te salga, Ariadna."

"Eres malo, tú no me amas, no amas a nadie, Kyle tenía razón, eres muy malo."

Al escuchar el nombre de Kyle apretó los dientes y le devolvió la bebé a Rose.

—¿Sabes que tiene?

—Estupidez humana, al parecer no es perfecta, es igual a tu hijo, imperfecta.

—¡Ya deja de decir estupideces de mis hijos! —exclamó con rabia.

—Hoy será la última vez que me vean, me iré para siempre, no voy a-

—Haz lo que quieras —lo interrumpió con el ceño fruncido—. No me interesa, Adrián, estoy harta de esta maldita situación. Mis hijos no necesitan un imbécil que los clasifica en "perfecto o imperfecto". Vete por ahí, y jódele la vida a alguien más.

—Exacto, me iré a buscar una mujer con quién formar mi familia, PERFECTA.

—Que te vaya bien —le dijo con lágrimas en los ojos, de impotencia.

El castaño miró por última vez a Ariadna, y se fue de la casa. La pequeña continuó llorando de ese modo tan doloroso, que incluso Kyle decidió hacer algo al respecto.

Cuando su mamá los acostó en la cama, para terminar de cambiarlos, el niño se acercó a ella, apoyando una de sus manos en el pecho de Ariadna.

"Lamento haberte dicho eso antes, a veces olvido... Qué tú no eres como yo, que tú te formaste de otro modo, que sólo eres una bebé."

"Tenías razón, mi papá se fue, es malo."

"No lo necesitamos ¿Lo oyes, Ariadna? No lo necesitamos, él sólo hubiese sido un estorbo en tu vida. Él te quería para reproducirte con nuestros otros hermanos."

"Me duele el pecho, Kyle."

El pequeño se acostó al lado de la bebé, y la abrazó.

"Estamos con mamá, es todo lo que necesitamos. Ella nos ama, somos una familia, no lo necesitamos a él."

Rose al verlos, sintió como sus ojos se cristalizaban. Al parecer, los abrazos de Kyle servían para calmar a Ariadna. La bebé había dejado de llorar.

Tomó una manta y los cubrió a ambos, sentándose al lado de la niña, acariciando la espalda de ambos niños, sus cabellos.

—Yo los amo mucho a ambos, y encontraré la forma de que esto funcione, se los prometo. Vamos a estar bien ¿De acuerdo? Mami hará lo necesario para que no les falta nada.

***

Estaba tan lejos, que ya no podía sentirlos... Ya no podía sentir a Ariadna. De cierto modo le había dolido despedirse de ella, pero aquello le había servido para darse cuenta que la niña era imperfecta también.

Era igual de débil y sensible como un humano, y eso era algo que a él no le serviría en lo más mínimo. Rose les había "pegado" ese rasgo a los niños, y a nadie le era útil un ser emocional.

Ahora sólo debía centrarse en si mismo, y encontrar a la mujer perfecta para su cometido.

Él conocería lo que era el amor, como el ser evolucionado que era, no había nada que no pudiese alcanzar.

...