NV: 5

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Estaba feliz por el regreso de su papá, por poder compartir nuevamente momentos juntos. No importaba lo que dijera Kyle, tanto para ella como para su mamá, Adrián había vuelto.

Y Ariadna lo había extrañado y necesitado tanto, que tenerlo a su lado nuevamente, era lo único que le importaba.

Sabía que no era el mismo, pero en el fondo, sentía que era su papá. Cambiado, pero su papá al fin y al cabo.

Estaba volviendo a su casa, donde Kyle ya no vivía para no tener que ver a Adrián todos los días, cuando se topó con alguien más.

—Hola ¿Podrías ayudarme con una dirección? Soy nuevo aquí y no conozco este distrito —sonrió suavemente.

Ariadna lo observó a los ojos, quedándose sin habla. Él... tenía unos ojos grises tan claros, que podrían compararse con el hielo.

—Oye ¿Estás bien?

—L-Lo siento ¿Qué me pediste? —le inquirió con pena.

—Si podrías ayudarme con una dirección —sonrió amablemente—. Necesito llegar al edificio Alfa 17 ¿Lo conoces?

—¿Alfa 17? —repitió la rubia, frunciendo levemente el ceño.

—Sí, tengo una reunión, mira —le dijo enseñándole una hoja blanca, donde estaba firmada por Áaron.

Leyó lo que decía la nota al comienzo y luego lo miró.

—Sí, está a unas diez calles de aquí, siguiendo la avenida principal 3.

—Muchas gracias —sonrió—. Por cierto, soy Sirio.

—¿S-Sirio?

—Sí, como la estrella más brillante del cielo —sonrió, enseñando una hermosa y perfecta dentadura blanca.

—A-Ariadna —le dijo dándole la mano.

Al momento en que el rubio la tomó, algo dentro de la jovencita vibró en todo su ser. Algo que al parecer el también sintió, como un escalofrío recorriéndole por todo el cuerpo.

—Ariadna, tienes un nombre hermoso.

—Gracias —pronunció sin dejar de mirar sus ojos grises.

Él la miró a los ojos y luego lentamente soltó su mano.

—Debo irme ya, ojalá volvamos a vernos, estaré trabajando un tiempo aquí.

Ella asintió con la cabeza y lo vio marcharse.

¿Quién era y por qué trabajaría con su hermano Áaron?

***

—Kyle, hasta que decides hablar conmigo, llevo diez días intentando comunicarme contigo.

"—¿Estás al tanto del regreso de Adrián?"

—Ah, sí, ya lo hablé con Jaden —pronunció indiferente—. Según él no hay que preocuparnos por nada.

"—¿Sabes por qué lo creó nuevamente?"

—Según sé, fue por capricho, un regalo para tu progenitora por darte la vida.

"—Eso es estúpido, él no lo traería sólo por eso. Además, si hipotéticamente ese fuera el caso ¿Por qué hacerlo diferente y protegerlo de nosotros?"

—Quizás para que no lo dañáramos.

"—Puedo hacerlo sin necesidad de entrar a su mente, no tiene sentido como su propia existencia."

—En fin, no te llamé para hablar de nuestro engendrador, bueno, no en sí por ese motivo —se corrigió pensativo.

"—¿Qué quieres decir con eso?"

—Por algún motivo, Adrián sólo engendró una mujer, que es tu hermana, y que además, está fuera del alcance de todos nosotros.

"—De ustedes querrás decir, porque Ariadna está conectada conmigo."

—Lo sé, y creo que eso es por el lazo sanguíneo que comparten con tu madre, ya que a ella tampoco podemos sentirla.

"—¿A qué quieres llegar, Áaron? Dilo sin rodeos —pronunció con fastidio."

—¿Qué posibilidades hay de que haya engendrado otra mujer? Tú no nos permitiste evaluar a tu hermana, así que no tenemos ningún parámetro para compararla con otras mujeres y saber si son iguales. Sabes que por algún motivo, ella es diferente a nosotros.

"—Hasta dónde sé, Adrián sólo la hizo a ella, es por eso que es su adoración, no tuvo más hijas que Ariadna."

—¿Y no pudo haber engendrado más de forma accidental?

"—Lo dudo, él sólo engendraba varones. A Ariadna la hizo en un primer momento para reproducirla, y luego cambió de opinión. Y cómo sabes, Elías fue el último hijo que engendró, no hay más luego de él."

—Entiendo.

"—¿A qué viene todo esto, Áaron? ¿Hay una mujer como mi hermana?"

—No —pronunció leyendo los resultados del análisis de sangre de Laila—. Pero sabes que estoy buscando una mujer para reproducirme, sabes que necesito engendrar, al igual que tú qué te niegas.

"—Ve y dile al imbécil de Jaden que te haga una hembra entonces. No tocarán a mi hermana jamás —masculló antes de cortar."

Áaron le restó importancia a su amenaza, y leyó lo que decía.

No había nada.

No había grupo sanguíneo, no había coincidencia con otras razas, ni siquiera con él, que existiera en la Tierra.

Es como si ella fuese un ser nuevo allí.

¿Quién carajos era y por qué Jaden la tenía escondida?

—¿Puedo pasar?

—Pasa, Laila.

La joven castaña sonrió y entró a la habitación que Áaron estaría ocupando en su estadía.

—Mire, le preparé una cena deliciosa, espero le guste mucho.

El muchacho observó la bandeja y luego a ella.

—¿Por qué no hay carne aquí?

—A-Ah, es que y-yo... no cocino animales —pronunció nerviosa.

Él miró al plato y luego a ella.

—Yo tampoco consumo otras especies.

—¿En serio? —le preguntó sorprendida.

—No consumo sangre de ningún tipo. Gracias.

Laila sonrió genuinamente, observándolo. Esperaba que le gustara lo que le había preparado, se había esforzado mucho en hacerlo.

Áaron probó un poco, pensativo. Así que, ella también era vengana.

Tenía que ser una creación especial de Jaden.

...

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