Nueva Especie

XVI

—Te equivocas, Rose, porque así como existe la empatía, está también el empatizar de forma irracional, cómo lo hacen las víctimas de abusadores, justificando sus acciones bajo los traumas que el agresor haya vivenciado. No creas que empatizar es un rasgo de mayor evolución, al contrario, es un arma de doble filo. Vivir por ti mismo, no es egoísta, es amor propio. El problema que tienen los humanos, es que la mayoría son hipócritas, tienen falsa humildad, y por miedo al que dirán los demás, se guardan lo que realmente piensan y sienten. ¿Desde cuándo decir la verdad es hiriente? ¿Por qué a ti debería herirte lo que otro piense de ti? ¿Es tu realidad la que él percibe realmente? No, no lo es.

—Eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, Adrián.

—Sí tiene que ver. Tú dices que yo soy inferior a Kyle, porque él como HUMANO puede empatizar cómo ustedes. Si yo empatizara como los humanos, los hubiese asesinados a todos ya. ¿Sabes por qué? Porque ver el sufrimiento que ustedes se ocasionan unos a otros, y con las demás especies, es más que suficiente para saber que no merecen vivir. No importa si hay unos que son más buenos que otros, todos terminan siendo una carga para el planeta, todos terminan dañando al resto de los tipos de vidas con los que conviven. ¿Entiendes a lo que me refiero? Sí yo realmente empatizara, ustedes ya no existirían. Entonces, no se trata de empatizar o no ¿O es una cuestión selectiva que sólo los involucra a ustedes cómo especie?

Rose lo observó, y luego suspiró, antes de negar con la cabeza.

—Mira, no soy psicóloga, esto es algo que podrías hablar con un profesional, no conmigo. Yo no tengo la respuesta a todo.

—Oh que fácil, evades la conversación —sonrió divertido, antes de darle una mordida al sándwich que la rubia le había preparado—. En fin, está muy bueno, gracias.

Le había agradecido, eso era algo nuevo. Qué alguien tan narcisista cómo él, con complejo de superioridad le hiciera un cumplido, era un avance.

Adrián la observó, arqueando una ceja. ¿Narcisista? Él no era narcisista, en todo caso era egocéntrico. Él no necesitaba que otros lo adularan, o le dijeran lo que ya sabía que era.

Oh cierto, no podía escuchar sus pensamientos.

—¿Has notado algún cambio entre este embarazo y el de tu hijo? —le inquirió dándole otra mordida al sándwich.

—Am, sí, puede ser, como el hecho de que no tengo náuseas ni vomitos matutinos. Y la comida tampoco me da asco como cuando estaba embarazada de Kyle. Con él sólo podía consumir agua, con ella puedo comer cualquier cosa. Incluso tengo antojos, algo que con Kyle no tenía.

—Ella será perfecta —sonrió.

Rose lo observó con el ceño fruncido.

—Para mí no existirá distinción alguna entre ambos.

—Oh, vamos Rose, no seas mentirosa —rio—. ¿Qué hablamos de ser falsos? Es obvio que tú no quieres a esta niña cómo amas a tu hijo.

—Aún no puedo sentirla, es diferente, Kyle ya está aquí. Pero cuando ella crezca, será diferente.

—Hm, sí tú dices —pronunció indiferente, probando el batido—. De todos modos planeaba llevármela.

—¿Q-Qué? —le inquirió aturdida, a medio masticar su bocado—. ¿Cómo qué quieres llevártela?

—Tú no la quieres, y a mí me sería útil, no sólo por el hecho de que puede engendrar, sino también para desarrollar eso que ustedes llaman "amor"

Lo observó aturdida, con cierta repulsión.

—¿Qué mierdas planeas hacer con ella?

—¿Tú piensas qué me acostaría con mi propia hija? Qué enfermo, incluso para mí, Rose —rio—. Claro que no, cuando me refería a amor, era a un amor como el que tú tienes por tu hijo.

—No vas a llevártela, ni a ella, ni a Kyle, y ya te lo voy advirtiendo desde ahora, Adrián. Si tú quieres experimentar, ve y busca alguno de tus otros hijos, los míos no van a ser tus juguetes.

La observó divertido, terminando su sándwich y batido, antes de ponerse de pie.

—Entonces tenía razón, empatizar para ustedes es un acto selectivo. Empatizas con tus hijos, pero no con los otros niños, porque no son nada tuyo. Siempre tan hipócrita tu especie —sonrió.

—N-No, pero-

—No te mientas, Rosie, yo a diferencia tuya, no voy a juzgarte.

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