Nueva Especie

XII

Lo miró serio y salió de la habitación, sólo entonces Kyle salió de la mente de Rose. La rubia volvió en sí en ese momento, confundida, llevándose una mano a los ojos.

¿Qué estaba pasando? Se sentía muy mareada, le dolía la cabeza, y estaba desorientada. Escuchó a Kyle balbuceando y miró hacia abajo, a su bebé alimentándose de su pecho, mirándola.

—Hola príncipe —sonrió acariciando uno de sus cachetitos—. Mami a veces... Tiene lagunas mentales, pero sigue aquí contigo ¿De acuerdo? Te amo —le dijo en un tono suave, bajando a su frente para darle un beso.

Ya no quería meterse más en su cabeza, ni que su progenitor lo hiciera. Eso no le hacía bien a Rose.

***

—¿Tú tampoco puedes dormir?

Se giró al escuchar aquella voz, y se encontró con él sentado en el sillón de la sala, mirando hacia la ventana. Lo miró con desconfianza, y luego fue hasta la sala, encendiendo la luz.

Ella sólo había salido de la habitación para ir por un vaso con agua. Al parecer la niña tendría la misma metodología que Kyle.

—Sí, de hecho estábamos durmiendo bien, pero me desperté con mucha sed.

—La criatura debe necesitarla, por eso tu cuerpo te lo pide.

—Sí, eso imaginé —pronunció bajo.

—A veces no sé si estoy haciendo lo correcto.

—¿A qué te refieres? —le inquirió confundida.

—El hecho de propagar mi especie, el de reproducirme. No sé si es lo correcto, no sé si tiene sentido acabar con la humildad y quedarnos en un planeta contaminando, sin recursos, enfermo. Sé que con el tiempo se podría mejorar ¿Pero quién me asegura si es lo correcto?

—Asesinar personas no es correcto ¿Sabes por qué? Porque es moral y éticamente incorrecto. ¿Tienes conocimiento sobre eso? ¿Lo entiendes?

La miró, antes de sonreír.

—Tú crees, que si los humanos tuvieran ética y moral ¿Me hubiesen creado? No digas estupideces, Rose.

—Lo que haces no está bien, y hasta cierto punto te entiendo, necesitas hacer crecer tu especie. Pero violar mujeres no está bien.

—No es violación sí es consensuado.

—¿Cómo podría ser consensuado manejar los deseos de una persona desde su mente? No lo es, es abuso igual.

Desvió la mirada, restándole importancia.

—¿Por qué no intentas primero vivir una vida normal? Vive como un hombre, y luego evalúa y considera si vale la pena vivir en este mundo. Haste cargo de tus hijos engendrados ya, y luego fíjate si es viable seguir aquí.

—Esa noche que nos conocimos, que te conocí en realidad, yo había escapado del laboratorio donde me tenían. Un descuido de uno de mis cuidadores fue más que suficiente para apoderarme de su mente y hacer que me liberara. Sabía que no tenía mucho tiempo, necesitaba aparearme cuánto antes, y luego de estar deambulando un día entero, me encontré contigo.

Ella lo observó en silencio, llevando una de sus manos a su vientre.

—Me pareciste muy bonita, y yo quería que mi primera mujer me atrajera, después de todo, estoy hecho por humanos, siento atracción sexual... Y gracias a ti llegué a esa residencia donde habían muchas más mujeres, fue un plus para mí cometido.

Rose desvió la mirada, comenzando a sentir angustia, culpa... Por su culpa él había violado a todas esas muchachas, por su culpa todas estaban muertas también.

—Lo siento, no puedo empatizar —sonrió mirándola—. Mis creadores me privaron de eso, ya que lo consideraron una debilidad.

—Eres un psicópata, por eso.

—No, te equivocas, yo puedo sentir, lo que no puedo es empatizar. No existe en mí el sentimiento de amor, de pertenencia romántica que ustedes tienen.

—O sea, que tú nunca vas a amar, que nunca vas a enamorarte.

—Exacto.

—¿Y qué sientes por tus hijos?

—Gratitud, es bueno saber que algunos han nacidos y están sanos, y que pronto vendrán más —sonrió mirando la panza de ella.

—Kyle sí puede sentir amor.

—Esa criatura es imperfecta, ya te lo dije —pronunció con fastidio, rodando los ojos.

—No hables así de mi hijo, él es perfecto, único y especial.

—Claro, eres su madre y eres humana, por eso lo crees.

—No, no es una cuestión de creer, es sentirlo, y tú no sabes lo que es eso.

Le dió la espalda para irse, y se estremeció al sentir que él se ponía de pie y se acercaba a ella. Su cuerpo se detuvo luego de dar un paso, y sintió las manos del castaño en sus brazos, causándole una corriente eléctrica por toda la columna.

Especialmente cuando el aliento de él chocó contra su cuello.

—Es verdad, no sé que son los sentimientos, pero tú podrías enseñarme ¿Verdad? Después de todo —pronunció en un tono bajo, pasando sus manos suavemente por sus brazos, erizándole la piel—... Yo soy un humano superior que puede adaptarse al medio muy rápidamente. No tengo límites.

...