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"—Hace unas semanas atrás—

—Te estás recuperando muy rápido.

—Sí, creo que tenías razón y está funcionando —sonrió suavemente—. Ya no me siento tan cansada, la fiebre ha desaparecido, no me duele tanto el cuerpo, gracias Adrián.

—Es lo mínimo que podía hacer por tí, luego de haberme dado dos hijos.

—Que bueno que comiences a incluir a Kyle.

—Que lo deteste no quita el hecho de que sea mi hijo biológicamente hablando.

Ella asintió con la cabeza y miró un momento hacia abajo, perdiéndose en sus pensamientos.

—¿Qué ocurre?

—Han pasado casi siete años desde que todo esto empezó, y... A veces intento no pensar como mi vida ha cambiado desde entonces. Perdí a mi familia, pero ahora tengo una nueva con mis hijos. No pude seguir estudiando, y el mundo ha cambiado tanto desde entonces.

—No serviría de nada que te dijera que lo siento, cuando no es así. Además, nunca te he mentido, siempre te lo he dicho.

—No era la forma de hacer las cosas, Adrián —pronunció bajo, aún sin mirarlo.

—No existen formas correctas para mi cometido. Y tú quisiste estar conmigo, a diferencia de las otras que sólo controlé su mente.

—Tenía diecinueve años, no sabía nada de como cuidar a un bebé, no entendía nada de recién nacidos, y todo... L-Lo tuve que aprender sola —murmuró en un tono entrecortado de voz.

—Es parte de tu naturaleza humana, Rose.

—Pero yo te necesité en ese momento —le dijo mirándolo, con los ojos cristalizados—. Estuvimos viviendo juntos seis meses, y cuando más te necesité, te fuiste. Tuve tanto miedo de no poder lograrlo, de morir durante el parto y que Kyle quedara solo, más de una vez estuve a punto de perder la consciencia en el proceso.

La miró y... Apoyó una de sus manos en la mejilla de ella, sin saber reconocer ese sentimiento en su pecho.

—Tú me has demostrado que los humanos no son tan frágiles como creía, que incluso tú género es más fuerte de lo que creen. Y deberías sentirte orgullosa de lo que has conseguido hasta ahora, Rose, estuviste sola criando y cuidando de dos niños pequeños con necesidades especiales. Sin tener idea de eso, lo has sabido hacer.

—S-Si algún día tú llegas a sentir amor, comprenderás que es el sentimiento más fuerte que existe. No importa que tan cansado, agotado puedas estar física y emocionalmente, te levantas igual y continúas porque sabes que te necesitan, que eres necesario e importante para quienes amas. Y cuando te aman y te lo demuestran, no necesitas nada más que te impulse a continuar.

—Yo no fui creado para eso, no puedo amar, Rose.

—Amas a Ariadna, yo lo sé.

—No sé si es amor, sólo sé que me importa, es mi única hija y cuando la veo... Te veo a ti —le dijo mirándola a los ojos—. Es como ver una pequeña versión tuya en ella, el mismo color de cabello, ojos, piel, la misma capacidad de sentir, de empatizar. Son tan emocionales, que a veces es un dolor de cabeza, pero no puedo enojarme con ella al mirarla a los ojos. Hay tanta pureza en su ser, tanta bondad, que me es hasta impensable que sea mi hija.

—Sólo estuve contigo —murmuró desviando la mirada.

—Dije que me resulta impensable que sea mis hija por lo sentimental que es, no que dudara de mi paternidad. Sé que sólo has estado conmigo, y ella es como yo después de todo.

Rose asintió con la cabeza y Adrián la soltó.

—Deberías descansar un poco, cuando te sientas mejor, sal de la cama.

—Está bien."

—¿En dónde tienes la mente? Te está hablando Derek y no reaccionas —gruñó Kyle.

—En tu madre y hermana —le dijo con simpleza—. Le estoy dando la ubicación de dónde tienen que ir a Ariadna.

—No interfieras más en la mente de mi hermana, él podría interrumpir tu conexión y saber dónde ellas se están dirigiendo.

Adrián rodó los ojos y se despidió de su hija, antes de mirar a sus hijos que estaban allí en la sala.

—Mi cuerpo está desarollado para soportar todo, el de ustedes no, así que quédense atrás.

—Lo sé, lo ví en tus recuerdos, y no necesito estar cerca de él para poder controlarlo —le dijo despreocupado Kyle.

—No te confíes, por algo él ahora luce como un adulto y tú cómo un niño.

Kyle lo observó, antes de arquear una ceja.

—¿Recuerdas cuándo le dijiste a mi madre que era imperfecto sólo por haber consumido agua? ¿Que yo no serviría por tener afinidad únicamente con el agua?

—Sí, como olvidarlo, mi primer hijo fue un fracaso.

—Bueno, pedazo de analfabeto, procedo a comentarte que vivimos en un planeta donde el agua predomina, donde el cuerpo humano está formado en un setenta por ciento de agua, ya que cada célula, tejido y órgano, la necesitan para su vida. Y el aire incluso que respiramos posee vapor de agua.

Adrián lo observó indiferente, ocultado su verdadera sorpresa.

—Yo puedo controlar un cuerpo gracias el agua que contiene. Cómo tú estúpida mente —masculló, aturdiendolo con aquel sonido insoportable en sus oídos—. Puedo hacer que tus neuronas crean estar receptando un sonido agudo, ensordecedor, cuando no existe, y alteren por completo tu sistema nervioso central. No sé hasta dónde puedo llegar, pero me encantaría en este momento causarte un colapso total.

—¡Es suficiente, Kyle! —exclamó Derek, al ver que Tobias se ponía a llorar desesperado por el estado de su padre, ya que Adrián estaba en el suelo arrodillado, tomándose de la cabeza.

El niño dejó de causarle aquello, y para Adrián fue imposible no vomitar en ese momento, debido al vértigo causando.

—¿Te parece momento para debilitarlo? —le recriminó—. ¿No te das cuenta que lo necesitamos ahora?

Tobias se acercó a Adrián con temor, arrodillándose a su lado.

—¿Necesitas algo?

El castaño levantó la cabeza y miró con rabia a Kyle.

—Cuando esto acabe, y tú yo tenemos algo pendiente por solucionar.

...

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