En la calida noche

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Nota: el siguiente one-shot es omegaverse, Kagome seguirá siendo mujer, tendrá mención BanKag.

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La vista de la ciudad por la noche era espléndida, desde lo más alto del edificio podían apreciar mejor las luces y la luna en lo alto majestuosa se mostraba, podría apreciar todo aquello si no estuviera luchando por mantener sus feromonas controladas.

Kagome logró bajar hasta el estacionamiento y llegar a su auto, donde comenzó a conducir lentamente, solo estaba a seis cuadras de su hogar, a esta hora el flujo de vehículos era el mínimo, podía irse sin problemas y llegar a tomar los supresores.

-¿Por qué ahora?- se preguntaba mientras secaba el sudor de su frente, siempre sabía cuando comenzaría su ciclo de celo, andaba preparada con perfume para esconder feromonas y así no llamar la atención de alfas‐.

Quizá era por estar trabajando para un alfa dominante, un puto hombre que calentaba a cualquier omega/beta con sólo la mirada, es que esos ojos dorados parecían comerte con solo unos segundos de prestarle atención.

Kagome apretó el volante, no le hacía bien pensar en ese adonis de hombre en aquel estado, y mucho menos sabiendo tenía novio.

Podría llamarlo, hacer que tuvieran sexo un par de veces, pero no era lo mismo, un beta no podía complacer a una omega como lo hacía un alfa.

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Sesshomaru se arreglaba las mangas de la camisa mientras buscaba a su secretaria y mano derecha, le preguntó a un par de personas pero todos decían haberla visto salir, chasqueo la lengua irritado ante la idea que Kagome se hubiera ido sin siquiera avisar. El guardia le informó que la vio salir en su vehículo y le dijo la veía algo mal.

Lo pensó un par de minutos, pero ante la exigencia de su madre fue a verla, le pidió a su chófer llevarlo, miró el cielo sin saber que pensar o que decir a Kagome, pocas veces lograban sentarse y hablar por más de cinco minutos, y siempre era ella quien seguía la conversación sin hacerla forzada o llegando a molestarlo.

Logró ver los departamentos donde vivía la ojiazul, se bajó rápidamente y entró caminando directamente al ascensor, presionó el botón correspondiente y esperó sin mucha paciencia realmente a que las puertas se abrieran.

Tocó dos veces la puerta, esperó verla bien o quizá con síntomas de resfrío, pero no con el rostro sonrojado y dejando salir las feromonas que pedían un alfa, uno que la tomara, que calmara el deseo latente que surgió repentinamente y de forma más fuerte que otras veces, todo por ese hombre que tenía frente a ella.

-Kagome...- la voz cargada en deseo la hizo temblar y casi caer de rodillas, Sesshomaru logró tomarla y entró rápidamente con ella antes que llegaran más alfas- ¿Estas en celo? ¿Eres una omega?

-Es...extraño, no debería...- soltó un gemido al sentir la mano del peliplata en su espalda- vete, por favor.

-¿De verdad lo pides con esa cara?- lo miro un par de segundos antes de acercarse y darle un beso, necesitaba que la follara, allí mismo de ser necesario pero debía de alguna manera calmar ese calor que comenzaba a surgir en su vientre bajo- no me detendré y no aceptaré que después me culpes.

La besó más salvaje, sus feromonas se desbordaron por primera vez en años, la tomó del trasero y pegó sus cuerpos sintiendo el calor y la corriente de placer que invadió cada lugar en ellos, las manos del ojidorado apretaban sus glúteos antes de dejarla en el suelo y comenzar a quitarle la ropa.

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