One-shots Sesshome

Halloween

Para muchos, Halloween es para conmemorar a los muertos, dejando alguna ofrenda para ellos en sus respectivos altares, para otros es un día donde los niños deben disfrutar de disfrazarse de lo que más gustan y comer dulces, así, como hay personas que creer que esta celebridad no debería existir.

Pero Halloween no es solo para niños y tener en mente a tu ser fallecido, también es para los adultos.

Ahora mismo, la fiesta en la casa Taisho estaba en su mayor apogeo, cientos de personas bailando y bebiendo por toda la mansión, en la piscina los jóvenes se tiraban para nadar e invitar a las chicas.

Inuyasha estaba en la cocina junto a Miroku, ambos con sus respectivos disfrazes, el primero venía vestido de hombre lobo y el segundo vestia como un dios griego, en sus manos tenían unas copas con vodka rojo.

-¿Y las chicas?- preguntó o más bien gritó Miroku a su amigo- están tardando ¿no crees?
-Fueron a retocar maquillaje- bufo bebiendo un poco de su copa- sabes cuanto tardan
-¿Y Sesshomaru?- buscó con la mirada al peliplateado y al no encontrarlo miró a Inuyasha- no lo he visto desde hace una hora
-Vamos a buscarlo mientras esperamos a las chicas- sugirió tomando dos copas más y caminando entre la multitud.

Buscaron cerca de media hora ya que la cantidad de personas les impedían el paso, decidieron subir, después de todo, sabían que a Sesshomaru no le gustaba perderse el alcohol y mucho menos las mujeres.
•••
En una habitación de la mansión, se escuchaban los gemidos y gritos de placer, las personas que pasaban por fuera caminaban más rápido para no interrumpir.

-¡Más...por favor...no pares!- pedia Kagome mientras era penetrada desde atrás por Sesshomaru- ¡Sesshomaru!

Sus rodillas y manos dolían, una hora en la misma posición pasaba la cuenta, pero valía la pena si podía tener al "demonio Taisho" solo para ella, gimió alto al tener su quinto orgasmo, aquel hombre tenía un libido sin igual, era muy difícil complacerlo, pero este día sin duda lo haría, tal parecía que su sexy disfraz de diablita había surtido efecto.

Cuando llegó a la fiesta vestia un lindo y sexy vestido rojo, el cual dejaba expuesto el comienzo de sus pechos, apretado en el estómago y solo llegaba hasta abajo de sus nalgas, llevaba unas mallas negras y tacones del mismo color, su cabello ondulado caia libre por sus hombros y una diadema con cuernos adornaba su cabeza, también tenía un tridente, un poco de maquillaje y nada más.

Pero ahora, sus mallas estaban rotas, su maquillaje corrido y su cabello se pegaba en su frente por el sudor, perdió horas de arreglo en una sola hora, pero no se arrepentía, su acompañante la había "secuestrado" cuando tuvo la oportunidad, pocas eran las veces que él la miraba, ya que en su día a día vestia completamente diferente, y los gustos de ese hombre eran muy exigentes, todas las chicas que pasaban por su cama eran una modelo, buenas curvas y cara de barbie, pero en cuanto a inteligencia, Kagome ganaba.

Sesshomaru la hizo salir de sus pensamientos al salir de ella y voltearla para que quedarán frente a frente, quizo preguntar que pasaba, pero lo vio sentarse y tirar de ella, estaban en el borde de la cama, comenzaron lento, tanteando el terreno, él mordía su cuello y dejaba notorias marcas en su piel, Kagome se apoyó en sus hombros y poco a poco se movía más rápido, arqueo su espalda al sentirlo recostarse para aumentar el ritmo.

Kagome quería pensar que quizá él podría llegar a quererla, que sólo la miraría a ella, pero solo sería mentirse y hacerse daño, el placer crecía con cada momento así como el dolor en el corazón de Kagome, una lágrima cayó por su mejilla al momento que Sesshomaru se corría dentro de ella.

-¿Por qué lloras?- cuestionó Sesshomaru ayudando a Kagome para que se recostara junto a él- ¿fui muy rudo?
-¿Ahora te preocupa eso?- trató de sonreír, pero sus ganas de llorar aumentaban al pensar que realmente él la quería- es que...este es el último Halloween que pasaremos juntos- dijo masajeando sus brazos un poco, evitó en todo momento sus ojos dorados- y no sabía cómo despedirme de ti
-¿Donde irás?- miró el techo pensando que debía hacer- ¿y cuando te vas?
-Mi vuelo es...hoy- Sesshomaru se sentó y miró enojado a Kagome- me voy a Italia
-¿Por qué no me habías dicho?- se levantó y acomodó sus pantalones, acomodó lo poco del disfraz de vampiro e hizo que ella lo mirara- ¡dime Kagome!
-¡¿Y por debía decirte?!- gritó dolida golpeando su pecho- ¡jamás has mostrado interés conmigo fuera del sexo!- acusó llorando aún más- ¡¿es que acaso disfrutas verme sufrir?!
-¡Claro que no!- la tomó de los hombros para evitar que siguiera golpeándolo- también sufro, pero sabes que no puedo ofrecerte nada serio.

Kagome comenzó a reír mientras lloraba aún más, golpeó la mano de Sesshomaru y salió de allí sin mirar atrás, Inuyasha entró junto a Miroku y los tres se miraron, el silencio era incómodo hasta que fue cortado por Inuyasha.

-¿Dejaras que se valla sin decirle tus sentimientos?
-No se a que te refieres
-Te arrepentirás, por que Kagome solo está siguiendo el consejo de su padre
-¿Que quieres decir?- Sesshomaru miró a su hermano fríamente y lo tomó de la camisa- habla
-Kagome aceptará casarse con Bankotsu allá en Italia.

Sesshomaru salió de la habitación y corrió para alcanzar a su amor, debía pedir disculpas, aún que no sabía como, pero buscaría una manera.

Mientras tanto, Inuyasha y Miroku bajaron hasta la sala y encontraron a Sango y Kikyo riendo y bebiendo juntas.

-¿Sabes que te matará cuando se entere?- dijo Miroku burlón- aunque muy buena tu estrategia
-El idiota no avanzaba jamás- habló quitándole importancia- solo le ayude, algún día me lo agradecerá.

Ese Halloween, fue el mejor para todos, Sesshomaru y Kagome, después de dos horas discutiendo en el aeropuerto, formaron una relación, Inuyasha y Kikyo tuvieron su turno cuando los invitados comenzaron a irse y Miroku junto a Sango, recibieron la noticia de que serían padres, el tiempo que se demoraron en el baño fue, por que la castaña quería hacerse el test de embarazo.

Y así, se demuestra que, Halloween puede ser disfrutados por todos.