Celo

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Kagome usaba un kimono azul, regalo de Sesshomaru como parte de su cortejo, iría al río para lavar su traje de miko, luego debía buscar hierbas medicinales y se las daría a Kaede para la medicina de los enfermos.

Desde lejos, era cuidada por Sesshomaru, ella lo sabía y eso le daba tranquilidad, aún que deseaba él se acercara y hablaran un poco, pero prefería no obligarlo, él se fue unos minutos más tarde, al llegar a su cabaña notó un regalo, una nota sobre el envoltorio que solo tenía una luna menguante y sus iniciales, tomó dicha nota y la dejó junto a las demás.

Dentro había un kimono con los tonos del traje del youkai, un cinturón morado con detalles amarillos y una hermosa peineta con flores de cerezo en cristal, pasó sus dedos suavemente, era hermosa y agradecía enormemente a Sesshomaru por ella.

***

La siguiente semana pasó un poco lento, entre ir a aldeas para ayudar con demonios, ir con Sango para ayudar con las gemelas y el pequeño Hisui,  ayudar en las plantaciones y ver unas horas a Sesshomaru, aún que últimamente no había ido por allí, y le preocupaba saber si algo le había pasado, podía ser un youkai muy fuerte, pero eso no quitaba el hecho que habían enemigos que pudieran dañarlo.

Estaba sentada en la puerta de su cabaña, vestía el último kimono mandado por Sesshomaru y cuidaba no estropearlo, de los árboles salió Jaken, se veía apresurado, asustado e iba directo a ella.

–¡Miko, debes ir al oeste!– le exigió sin saludar, ella alzó una ceja algo confundida, el pequeño kappa comenzó a tirar de ella y se vio obligada a levantarse– ¡camina, el amo te necesita!

–¿Y no puede venir él por mi?– consultó haciendo que dejara de arrastrarla y caminando por su cuenta– siquiera ha venido estos días, ¿y quiere que vaya ahora?

Jaken no le explicó mucho el tema, solo le insistía en ir con él, en medio del bosque vio al dragón de dos cabezas, le hizo cariño antes de subir y afirmarse bien al cuello de uno, no tardaron mucho en llegar, los guardias los dejaron entrar ya que ella olía como su Lord, fue llevada al despacho donde se escuchaban gruñidos y cosas romperse, Jaken abrió la puerta y ella pasó tratando de ver a su alrededor, fue empujada y la puerta se cerró.

–Miko..– una voz grave habla frente a ella, ve unos ojos rojos brillar en la oscuridad y su corazón se acelera cuando siente como aspira su aroma, como unas uñas largas recorren su espalda y su lengua recorre su cuello– exquisita.

–Sesshomaru, ¿que haces?– trató de alejarlo, de hacerlo entrar en razón, pero estaba usando más fuerza de la normal, aún que no lograba llegar a lastimarla– Detente...por favor.

–Necesito esto, necesito tenerte– Kagome gimió al sentir los colmillos casi enterrandose en su cuello, él la recostó en el piso, llenándola de besos y caricias algo bruscas– quítate la ropa.

Se separaron, él quitó su haori, Kagome tardó unos segundos pero de igual manera comenzó a quitar el kimono, Sesshomaru aspiró el aroma impregnado en el aire, ella estaba excitada, y él igual, cuando la tuvo desnuda fue directo a su intimidad, besó y chupo, disfrutando los gemidos que comenzaban a resonar en todo el despacho.

Afuera, Jaken hacia salir a todos del palacio, el aroma a excitacion comenzó a llenar todo el lugar, al igual que el enojo de Sesshomaru por saber que podían olerla a ella, su placer inunda sus sentidos y seguramente cada sirviente también podría olerla y él sólo deseaba fuera suya.

One-shots Sesshome Donde viven las historias. Descúbrelo ahora