Elite

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Nota: lo siguiente que van a leer, es un fragmento inspirado en la serie de Netflix Elite, cabe destacar como siempre, que la escena en no va así, la cambie un poco, espero lo disfruten.

•••

Kagome había terminado de peinarse, puso una linda peineta en el costado izquierdo para que así su cabello quedara del otro lado sin salirse, fue por su vestido plateado, que se pegaba como una segunda piel, puso sus tacones negros, una chaqueta de piel del mismo color y por último, pinto sus labios rojos, sonrió, como siempre lo hacia, como le habían enseñado, y fue directo a la fiesta en la que ella y su nueva amiga eran anfitrionas.

Vio a Sango entrar con Miroku, Inuyasha y su familia la esperaban en las puertas y ella al llegar los saludo feliz, entraron, escuchando la suave música de Jazz, comenzó a recibir a todos, deseando una bella velada y agradeciendo el querer ayudar en aquella noble causa.

Hace unas semanas, Yura había llegado a ella pidiendo una caridad para una familia que había perdido su casa, así que no pudo negarse, buscó en la casa a Yura, debían comenzar con un discurso y luego hablar de aquello, en uno de los tantos pasillos, encontró a Miroku, Sango y Bankotsu, los tres hablando de un nuevo trío, eso le sorprendió, hace mucho no hablaba con ella y aquí claramente se notaba la poca comunicación.

No interrumpió, siguió buscando a Yura, la cual encontró hablando con una sirvienta, la había llamado mamá, hablaban de la ayuda que tendrían, ¡todo esto era una mentira, todo el dinero recaudado hoy sería para ella misma! Kagome enojada apretó sus puños, salio de allí sin reclamar y seguía con su sonrisa.

Saludo a unas cuantas personas, pidió dos copa de champán, iría a buscar a Inuyasha para que al menos, la ayudara a calmarse antes de comenzar todo, su mente y corazón pedían un descanso de tanta mentiras esa noche.

Escuchó gemidos de un baño, no necesitaba ser un genio para saber que pasaba, giró y dejo la copa en un mueble, el escenario fue iluminado, las personas se reunían al momento que Kagome camina con su copa en mano y queda frente al micrófono, a lo lejos, ve a Inuyasha llegar casi al mismo tiempo que Kikyo, quien arreglaba su vestido y cabello, miró a Yura quien le sonreía, ella devolvió el gesto sin mostrar claro lo que realmente sentía.

–Quiero darles las gracias a todas y cada una de las personas presente esta noche, por que se han unido a una noble causa– alzó la copa, viendo a cada uno– también agradezcamos a Yura, quien nos motivó a este acto tan noble de su parte– todos voltearon a verla y le aplaudieron, hizo una reverencia y luego se miraron– y también una puta mentirosa.

Yura perdió la sonrisa poco a poco cuando vio la mirada de rencor en Kagome, los invitados comenzaron a susurrar y especular entre ellos.

–Quiero que digas la verdad, no existe esa pobre familia, el dinero es para ti, por que eres pobre, tienes una madre que es sirvienta y deseas todo este lujo– apuntó el lugar con ambos brazos– ¿y para que? ¿Realmente creías que nos agradaría más así?– Kagome respiró hondo– y por favor estén tranquilos, por ella les devolverá cada centavo, de eso me encargo yo.

Yura tomó la falda de su vestido y fue al baño, seguida por Bankotsu, quien sabía de la mentira pero por petición de ella no había dicho nada.

–La verdad, no se que mal hice, para siempre terminar siendo traicionada– la primera lágrima cayó, mojando el suelo seguida de unas cuantas más–y no sólo de personas que acabo de conocer, ¿verdad Inuyasha?– preguntó mirándolo y viendo como este suplicaba con la mirada que no dijera nada– por qué...él me engañó, con Kikyo, terminamos hace muchísimo– miró a su antigua suegra, quien veía a su hijo sin poder creerlo– mi amiga, o que creí mi amiga, no contándome sus problemas y cogiendo con dos tipos al mismo tiempo– todos llevaron una mano a su boca mientras los nombrados solo bajaban la mirada– pero la verdad no importa ¿verdad? Por que debo estar siempre con una jodida sonrisa en mi rostro, como si nada pasara, guardando mis sentimientos por que a nadie le importa– rió alto antes de alzar su copa– así que salud, por que la hipocresía jamás se acabe– dio un sorbo, iba a bajar pero volteó y los miró a todos– y me estoy acostando con Sesshomaru, por que él si sabe darle placer a una mujer.

Lo último fue dicho mientras miraba a Inuyasha, quien buscaba a su hermano, pero no lo vio hasta que había salido tras Kagome, todos los invitados decidieron irse, Izayoi y Toga pedían explicaciones a su hijo mientras Kikyo salía del lugar sin importarle los constantes llamados de Inuyasha.

Sesshomaru encontró a Kagome sentada al borde del pavimento, miraba el cielo mientras suspiraba.

–Creí que me sentiría mejor al liberar todo lo que he guardado– habló sin mirarlo, dejó caer la chaqueta de piel y Sesshomaru quedó fascinado ante la espléndida vista del escote que llegaba justa arriba de su trasero– pero, hay un vacío en mi, hay un dolor que no me deja seguir ¿por que?

–Lo quieras o no, te duele el que ellos no pensaran en ti– dejó de lado su deseo de poseerla allí mismo, se sentó junto a ella y apoyó las manos en el suelo– siempre has dicho que no te importa, pero bien sabes que no es verdad.

–Odio cuando tienes razón– apoyó su cabeza en el brazo masculino, acariciando sus piernas un tanto nerviosa– ¿Crees, que podríamos escapar?

–¿Recuerdas mi promesa?– Kagome se sonrojó ante la pregunta, claro que la recordaba, la decía siempre antes de cada vez que tendrían sexo, así que asintió– bien, entonces nos vamos.

Sesshomaru se levantó, la tomó en brazos y la cubrió con la chaqueta, caminó lento mientras ella se aferraba a su cuello, escondiendo su rostro en el pecho de él y aspiraba su aroma.

Kagome sonreía mientras pensaba una y otra vez, que esto era lo correcto, "el día que no puedas más, nos iremos lejos, solos tu y yo, y no tendrás que fingir sonrisas, haré que sean verdaderas" su promesa había estado presente día a día, diciéndose que podía soportar un poco más, pero ahora, sólo deseaba una vida feliz, tranquila y con el hombre que la llevaba en brazos.

One-shots Sesshome Donde viven las historias. Descúbrelo ahora