One-shots Sesshome

Solo para mi

Nota: el siguiente one-shot será Sesshome/Yaoi, solo Kagome cambiará su género pero conservará su nombre intacto para no crear confusión.

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La hora de salir había llegado, tomó su chaqueta, llaves y bufanda, la noche estaba fría, perfecta para quedarse en casa bebiendo café o licor frente a la chimenea, pero debía dar clases particulares y así tener un dinero extra.

Subió a su auto y condujo un par de minutos escuchando música, llegó a una casa de dos pisos color verde, estacionó en el lugar que la familia apartó para él y bajo con su bolso lleno de libros.

–Buenas tardes– saludo cuando abrieron la puerta luego de tocar, le dejaron pasar y dejo su chaqueta en la entrada, en la sala encontró al chico que debía ayudar, tenía sus cuadernos ya listos y miraba la televisión mientras lo esperaba– ¿Tienes todo para hoy?

–¡Si!– dijo feliz Sota mientras el peliplata saca el libro de matemáticas y una carpeta con algunas guías– ¿hoy haré pruebas?

–De lo enseñado la semana anterior– le respondió entregando una hoja y esperando que resolviera los ejercicios mientras miraba el cuaderno del pelinegro para ver que debía enseñar esta vez.

Las horas pasaron y Naomi junto a Kenta le pidieron quedarse un poco más pues debían salir rápidamente y su hijo mayor no llegaría hasta dentro de una hora, Sesshomaru asintió y se quedó viendo como Sota arreglaba sus errores.

Kagome llegó antes de lo esperado, el niño tenía mucho sueño así que el ojidorado dio por terminado la clase, el ojiazul llevó sus cosas a su habitación y tenía pensado bajar para despedir a Sesshomaru en la entrada, pero este lo miraba desde la puerta con media sonrisa.

–Ha sido difícil dar contigo– habló mirándolo de pies a cabeza, dejó su bolso en la silla del escritorio y cerró con seguro antes de avanzar hasta el azabache y tomar su barbilla– ¿por qué me ignoras?

–No lo hago, solo he tenido muchos exámenes y estudio junto a Koga y Naraku– sintió como apretaban sus mejillas y la mirada del peliplata se hacia más intensa– Sesshomaru, suéltame.

–No– pasó su lengua por la mejilla de Kagome, quien jadeo ante aquel gesto y luego mostró sorpresa ante el repentino beso, lo alejó un poco y se puso en puntillas para profundizar más el beso, desde hace un mes que necesitaba volver a estar con él– no vuelvas a alejarte.

–Haré tiempo– dijo quitando su ropa y ayudando a Sesshomaru, fueron a la orilla de la cama y Kagome se arrodilló para comenzar a chupar su pene.

Sesshomaru gimió y puso la mano sobre la cabellera azabache para marcar un ritmo lento pero placentero, siguió dándole placer hasta que sintió como se corría en su boca, respiraban agitados y la lujuria aún se notaba en sus ojos, así que el peliplata tomó al azabache y le dio la vuelta para entrar en él.

Kagome apoyó su espalda en el pecho del ojidorado y comenzó a moverse lento, Sesshomaru llevó una mano hasta el pene de Kagome y comenzó a masturbar, los gemidos que salían de sus labios le encantaban, lo había extrañado.

–¿Hijo?– Naomi estaba del otro lado de la puerta, Kagome cubrió su boca ya que no deseaba lo escuchara, aun no sabían de su relación y deseaba decirles en otro momento– ¿Sesshomaru ya se fue? ¿Te fue bien? ¿Donde esta Sota?

–Mi hermano...duerme– comenzó hablando cuando Sesshomaru dejó de moverlo– Sesshomaru se fue cuando llegué y me fue muy bien.

–Que bueno, ¿quieres comer algo?– iba a responder, pero el peliplata se recostó llevándolo consigo y moviéndose un tanto rápido– ¿Kag?