La suave brisa del día movió el cabello azabache de Kagome, mientras estaba agachada recogiendo hierbas medicinales, cuando tuvo el canasto lleno, se dirigió nuevamente a su cabaña, apartada de la aldea y escondida entre el bosque.
Entró en su hogar y alzó las mangas de su traje para después comenzar a moler las hierbas y más tarde hervir la mezcla y hacer medicina, luego las separó en pequeños frascos y puso todos en la misma canasta, fue a la aldea y repartió todo entre los ancianos y enfermos.
Algunos aldeanos en agradecimiento le dieron carne, pan, verduras y granos, una amable señora también le dio tela, así que feliz fue a su hogar y preparó su cena.
Casi a media noche escuchó ruidos fuera, salio elevando su reiki, en caso que fuese algún demonio, de los árboles vio la alta figura de un hombre, el cual para no salir dañado usó su yuki, Kagome se calmó y noto la dorada mirada, con una sonrisa fue a darle la cálida bienvenida a su amante.
-Creí estos días estarías ocupado- dijo cuando chocó contra su fornido pecho y las grandes manos se posaron en su cintura- me alegra verte.
-Entremos- ella asintió, se soltó y volteó feliz, él podía olerla, y no lo diría abiertamente, pero también estaba feliz de estar allí- ¿todo bien?
Kagome tomó asiento en medio de las piernas del youkai, le contó todo lo que hizo en sus días de ausencia, y cuando mencionó a unos amables aldeanos que le llevaron sacos de tierra o alimento, notó el enojo en su mirada, odiaba que otros pudieran estar a su lado sin problemas y por más tiempo que él mismo.
Ella al notar como inconscientemente apretaba sus manos en puños y con sus garras lastimaba la palma de su mano, sonrió y se acercó para dejar un beso en las líneas magenta de su rostro.
-Tengo suficiente suministro para una semana, ¿te quedarías conmigo estos días?- pidió cerca de su oído, logrando tensar al imponente demonio, quien la puso rápidamente sobre sus piernas y besó su cuello- Sesshomaru...
-Serás mía- gruñó apretandola y abriendo su haori, besó su clavícula, bajó a sus pechos y luego volvió a subir a sus labios- a la habitación.
Aquella noche, Sesshomaru tomó a Kagome hasta que el sol se asomó por la ventana, hasta que sus cuerpos cayeron rendidos pidiendo descanso, ella durmió feliz de estar nuevamente en sus fuertes brazos.
***
La proclamación de guerra llegó a manos de Toga, quien caminaba de un lado a otro mientras Irazue prendía su pipa y esperaba la llegada de su hijo, debían discutir la seguridad que darían al castillo, él iría en primera línea al tratarse del primogénito de ambos y así guiarlos a la victoria.
Una semana pasó para que pudieran ver a Sesshomaru, no pidieron explicaciones, pero informaron inmediatamente el suceso, y comenzaron a planear estrategias para la futura batalla.
Un mes más tarde, todo estaba listo, los soldados usaban lanzas y espadas hechas del metal más fino, algunas tenían el veneno de Irazue, ya que al ser Inuyoukai pura, era de los más potentes del sengoku.
Durante cinco meses recibieron ataques día y noche, donde perdieron soldados, Toga salio herido y Sesshomaru se vio en la obligación de pedir ayuda a su medio hermano, Inuyasha, híbrido hijo de Toga y la princesa humana Izayoi.
Para cuando el reino enemigo aceptó el término de la guerra, Sesshomaru había perdido un brazo y por poco perdía la vida, su yuki estaba irregular, su bestia lo mantenía vivo para así llegar a aquella cabaña lejana, donde Kagome lo esperaba impaciente, preocupada.

ESTÁS LEYENDO
One-shots Sesshome
Random•Ambientados en todo tipo de tiempo •Solo Sesshome •Algunos tendrán lemon