One-shots Sesshome

Junto a Ti

Para muchos el era un joven sin emociones, alguien a quien no le importaba en lo más mínimo los sentimientos de las demás personas e incluso de su propia familia.

Claro era que no lo conocían, el si se interesaba por los que le importaban, muy pocas eran las personas que podían conocerlo realmente como era o llegaban a entenderlo, y una de esas personas era Kagome Higurashi.

Ahora mismo se encontraba mirándola, estaba en medio del campus hablando con Sango e Inuyasha, su medio hermano, sabia que eran amigos de pequeños y hace cuatro años no se veían.

Bankotsu estaba junto a el mientras se burlaba diciéndole que estaba celoso, ¿celoso el? ¡jamás! ¿De qué estaría celoso?¿de como hablaba con Inuyasha y lo abrazaba mientras todos los veían? No, para nada, el no quería matarlo por estar abrazando a SU NOVIA, el simplemente quería...el ahora si quería matarlo, ¡se había atrevido a besarla!

Caminó con rapidez y cuando al fin llegó hasta donde estaban vio la mirada asustada de Sango, tomó a Kagome del brazo y la apegó a el, quería matarlo por atreverse a tocarla.

Kagome miraba asustada esperando que nada malo pasara, no quería que Sesshomaru se metiera en problemas, no otra vez, aún recordaba a Koga, aquel agradable chico de intercambio que por agradecimiento le besó la mejilla, Sesshomaru lo había mandado al hospital y había recibido una suspensión de dos semanas.

Se alivió al solo verlo gruñir enojado y comenzar a caminar aún tomando su brazo, después hablaría con Inuyasha y le diría de su relación, por ahora estaba pensando alguna manera de calmar la ira y celos de su novio.

Caminaron hasta la entrada del campus y cuando Kagome lo notó quiso detenerse, Sesshomaru al notar eso volteó a verla unos segundos antes de hablar.

-Vamos caminando o te llevo en mis hombros- su advertencia hizo a Kagome mirarlo con vergüenza mientras negaba- entonces camina
-Esta bien- respondió un poco enojada por su actitud.

Llegaron al estacionamiento y buscaron el auto de Sesshomaru, al encontrarlo abrió la puerta del copiloto y ella subió, luego fue al volante y comenzó a conducir.

El camino fue en completo silencio, Kagome miraba el camino y notó que se dirigían a las afueras de la ciudad, de seguro a la casa de Sesshomaru, ese pensamiento la hizo sonrojar, solo había estado una vez en aquella casa, y eso fue hace dos años en su primer aniversario.

Se sonrojo aún más al recordar todo lo que hicieron en aquella casa, nerviosa por sus pensamientos comenzó a jugar con los bordes de su vestido, sus labios se secaron y pasó lentamente la lengua por ellos, gesto que fue visto por su novio que la había estado mirando de reojo.

Sonrió de lado al pensar en lo nerviosa que ella estaba ¿acaso estarían pensando en lo mismo? Apretó el volante y aceleró para llegar lo más pronto posible.

Después de una hora llegaron a su destino, se bajó y fue a abrirle la puerta a Kagome, quien salió y miró el lugar en cuestión, no había cambiado nada, seguía tan hermoso como la primera vez que había ido, era de dos pisos y color blanco, rodeado de rosales y un patio enorme.

Sesshomaru seguía sin hablar y eso le ponía triste, no quería verlo enojado, pensando que podría hacer avanzó hasta el y sin previo aviso lo abrazó por la espalda.

-Lo lamento- dijo luego de unos segundos- debí haberlo alejado
-Si, debiste- le sacó las manos y se giró a verla mientras tomaba su barbilla- y espero mis disculpas
-Estoy pidiendo perdón- respondió sin pensar y logró sacarle una sonrisa- ¿qué es tan gracioso?
-Creo que no has entendido- acercó su rostro y rozó sus labios con los de Kagome- quiero que hagamos el...- no siguió hablando ya que las pequeñas manos de su novia estaban en sus labios
-¡No sigas!- pidió totalmente sonrojada- ya...ya se lo que quieres
-Bien entremos- sacó las llaves y la hizo entrar, se sacaron los zapatos y se colocaron pantuflas- ¿tienes hambre?
-Un poco- conocía la casa muy bien, pero aún lograba sorprenderla- ¿quieres que cocine?
-Si