A la mañana me despiertan unos golpes en la puerta. Parece que la van a tirar abajo. Estoy sola en la cama y no veo a nadie en la casa.
No sé bien qué hacer. Se me ocurre que dejar mi lugar no va a servir de nada, así que me escondo bajo las sábanas.
Pronto aparece Wanda desde un lugar en sombras. El departamento tiene una distribución poco común, tomando como referencia la arquitectura de la Federación. Hay un solo ambiente bastante amplio sin divisiones. Ni siquiera hay un baño separado.
Pero eso no quiere decir que uno siempre vea a las personas.
Wanda abre la puerta. Del otro lado está el hombre al que ayer le di mi último soberano. El que nos salvó a Max y a mí cuando se tiró arriba del gendarme. El pordiosero de Vicio.
Wanda lo mira. El hombre está por dar un paso para entrar. Wanda no se mueve, pero tampoco lo empuja. El hombre me mira, estira la cabeza como un ave. Wanda sacude la cabeza, diciendo que no. Después le da algo que tiene en la mano, una bolsa de papel. El hombre la abre. Saca una medialuna, arroja la bolsa en el suelo y se va. Wanda suspira y cierra la puerta.
–No entiendo cómo no lo mataron ayer –digo.
Wanda se ríe.
–No es ningún pordiosero. Es una no-persona, una unperson. El paria de Vicio, el intocable. Son los únicos que tienen inmunidad total en el Territorio. Es el mayor acuerdo: los que entran en esa categoría de muertos civiles, muertos en vida, no pueden ser asesinados. Nadie puede hacer esa redundancia que sería matarlos. Porque ya están muertos. Ese es el acuerdo, a un paria nadie la puede lastimar, ni los menores están tan protegidos. Al revés, con los menores pasan cosas.
–Todo el mundo debe querer ser paria, entonces –digo yo, que no conozco bien el asunto.
Wanda se ríe.
–Es al revés. La mayor parte prefiere la muerte a volverse paria. Pero aunque su vida, si se la puede llamar así, sea muy terrible, son buenos aliados. Aunque no puedas contar con ellos, ni para el bien ni para el mal. Son impredecibles. Tienen algún tipo de afección mental grave. Por eso son parias. Vos no te diste cuenta, pero este te salvó del Poder Ejecutivo.
Yo me quedo pensando en cómo alguien se convierte, oficialmente, en paria, pero tengo otra duda más urgente.
–¿Cómo del Poder Ejecutivo? Me salvó de un gendarme, no del PE. El Poder Ejecutivo es el presidente y todos sus ministros, yo tengo entendido.
Me invita a sentarme en el suelo. Va a calentar agua en una pavita, va a preparar el desayuno, dice. Mientras espera de pie junto al fuego me cuenta algunas cosas.
–En el Territorio hay un PE, separado de los otros dos poderes, el Soberano y el de Policía. Lo llaman "Poder Ejecutivo" medio en broma, pero así lo llaman.
–¿En broma?
–Lo llaman así porque ejecuta a los condenados. Tiene pelotones de fusilamiento para eso, pero a veces los ejecuta de modo más sumario, como ayer a vos casi te ejecuta, sin juicio ni nada.
–Pensé que los menores están a salvo.
–Cuando hay toque de queda y están en la vía pública, no.
–¿Cómo puede haber toque de queda si no hay leyes? ¿Quién puede decretar un toque de queda?
–Las fuerzas de las tres potencias. Se ponen de acuerdo en algo y lo vuelven obligatorio en la práctica. Ese es el llamado "código de convivencia". Informalmente, cualquier cosa que decidan por consenso los que tienen las armas se convierte en una ley informal.
–Me parece de mal gusto que lo llamen "Poder Ejecutivo" porque ejecuta gente. Es una burla a la división de poderes.
–No seas tan demócrata que me vas a dar risa. La Federación es una democracia pero ¿quién toma las decisiones?
De nuevo me parece que hace algo tan feo como burlarse de la democracia, como si un sistema autoritario fuera mucho mejor. No importa, no me voy a pelear por eso. La miro esperando que siga hablando, pero ella tiene otra ocupación.
El agua está lista y la pasa a un termo chico. Después saca yerba de un tarro, la pone en una taza, revuelve la yerba, primero poniendo la taza boca abajo, luego poniéndola boca arriba. Deja en ángulo la yerba, echa el agua y le clava una bombilla. Toma ella el primer mate.
Una inglesa en lo que era la provincia de La Pampa, pienso yo, escapándose por los tejados, dándole refugio a un fugitivo. Nada de eso me sorprende mucho, pero que esté tomando mate sí me sorprende.
–También porque ejecuta las sentencias que elabora el Poder Soberano.
–¿Poder Soberano?
–El PS lleva a cabo acciones que redundan en el mayor beneficio del Soberano. Se entiende que el Soberano es el pueblo soberano, representado por el Estado, y en particular por cada uno de los tres Sectores de la Federación. Si hay, por ejemplo, alguna riqueza que un PS puede arrebatar en el Territorio sin disgustar al PS de otro Sector, va, la arrebata, y la lleva al transportista más cercano para que la conduzcan a la metrópoli, que es Rosario en el caso de los estadounidenses, Buenos Aires en la de los británicos, y Bariloche en el de los chinos. El Sector le da un porcentaje de lo arrebatado y él puede seguir a la caza de botines.
Me pasa un mate. Yo tomé muy pocas veces en la vida, pero no voy a decirle que no. Recibo la taza, chupo de la bombilla, me quemo toda. Pronto le devuelvo la taza.
–¿Por qué cada funcionario del PS no se queda con lo que arrebata?
–El Sector le da hace favores, le asegura amnistías, puede pasarle una pensión a su familia. Los miembros del PS tienen jubilación y otros beneficios previsionales. Cuando se retiren les esperan años tranquilos y bien reumnerados en la Federación. Rara vez llegan a viejos, pero no es el Estado el que los persigue.
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El Territorio
Ciencia Ficción...lo único que cambia es el pasado El joven Antay necesita un corazón para su hermano. Su única posibilidad de conseguirlo se halla en el Territorio, provincia donde los delitos están permitidos... La antigua República Argentina fue invadida en 198...