[Capítulo 36]

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Biblioteca

Mientras Lucía se escabullía para esconderse, Amelia y Leandro se separaron y pusieron manos a la obra para buscar el libro que se cayó, sin aún saber que se encontrarían con Lucía.

Leandro estaba seguro de que era algún que otro alumno que quería hacer la gracia. ¡Que casualidad! Un libro se cae justo cuando Amelia le va a hacer una pregunta interesante y seguramente necesaria en su relación.

De seguro no tenía mucho que hacer, vino a la biblioteca y, se los encontró, queriendo ahora molestar un rato.

Espera que no sea así y solo haya sido un libro mal colocado. Tendrá que recordarle a Amelia que le tenía una pregunta que hacer.

La estaba pasando bien con su novia. Era un escenario perfecto: se encontraban solos en una biblioteca casi más grande que cualquier otro sitio. El asunto podría haber escalado a mayores si no fuera porque tenían que ponerse a buscar ahora.

Si estuviera solo, estaría muy convencido de que solo fue algo dentro de su cabeza.

Pero si alguien tan inteligente como Amelia también lo escuchó, significa que no está loco y que básicamente su novia es igual que él.

No saben lo mucho que él la quiere.

Rondando pensamientos innombrables por su cabeza, Leandro se aferra a una estantería al casi caer al suelo. Su pie izquierdo se había topado con un libro tirado en el suelo. Era el único que encontró fuera de su lugar desde que lleva merodeando en busca de eso.

Leandro: Vaya.- El chico, después de casi vergonzosamente haberse caído por un solo libro, se agacha a agarrar este con una mano, mirando que tipo de libro era- Así que- Ahora colocándose de manera erguida, Leandro sonríe. No debe de estar muy lejos- Estás por aquí, ¿Eh?- Sonríe y coloca de manera delicada, el libro en su lugar-.

El varón de cabello castaño gira un poco sobre sí mismo. La sonrisa que tenía dibujada sobre su rostro era porque iba a encontrar a quién fuera que los estaba molestando a ella, y a su novia.

Si lo hallaba, Amelia lo tomaría por valiente, dándole muchísimos más puntos a él, y no a.. Ella.

Leandro: Bien- Se encoge de hombros- Veo que alguien se levantó con muchas ganas de jugar al escondite, así que..- Sube las mangas de su sudadera negra- Me apunto. A ver quién gana antes.

Ya tenía dibujado un mapa mental de por donde debería buscar. Este chaval o quien fuera, ya no tenía ningún tipo de escapatoria. Leandro había ganado, y él lo sabía por adelantado.

Okay.

Mientras Leandro pensaba que ya lo tenía hecho, Lucía siempre, siempre, siempre iba un paso delante de él.

Noceda había tenido la idea de dejar un libro en el suelo y, encima recoger el que había tirado anteriormente. Tras ello, se fue al lado contrario en el que se localizaba al principio (O sea, pasó por casi la misma ruta por la cual venía la parejita) y se quedó a dos/tres estanterías de poder salir.

Esperó a que los dos se dispersaran, porque, sabe que los dos tienen mucha mente de ganador/a, y se quedó en su sitio, sin hacer el mínimo de ruido.

Sabía que alguien tan ambicioso a ganar, como lo era Jones, caería por cualquier cosa.

Si ahora mismo, el chico ve un cardboard de Lucía, les digo plenamente y en confianza seria, que Leandro caería por ello.

Puede ser todo lo elegante y guapo que él quiera; pero no dudes que si tiene la oportunidad de ganar algo y salir de la maldita sombra de Lucía, te dejará de lado por eso.

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