[Capítulo 25]

3.4K 273 95
                                    

Perdón si todo va muy rápido, tengo sueño UnU

Casa de vacaciones Lucía Noceda

De todos los errores qué Lucía había cometido en su, hacerle éste daño a Amelia, fue el más grave para ella.

Amelia lleva sin salir de su cuarto desde hace unas horas, y eso preocupaba bastante a Lucía. Había subido unas cuantas veces a comprobar si la bruja estaba bien, pero Amelia siempre la echaba de allí.

Lucía de más mayor, y más irresponsable, así qué, fácilmente podría haber ignorado las palabras de Amelia, y entrar en su cuarto; pero no tenía ganas de molestar, ni de discutir.

Todo estaba yendo muy mal, y lara nada, las cosas estaban saliendo a favor de Lucía.

. . .

Y, por enésima vez en el día, Lucía decide subir al piso de arriba, y preguntar por Amelia; sabe qué ella no le respondería, o qué tan sólo la echaría de allí... Pero Amelia tampoco puede estar encerrado allá dentro para siempre.

Llegando a su destino, Lucía tose intencionadamente, sacude nerviosa sus prendas, y llama a la puerta; última a vez qué molestaría a Amelia, de verdad.

Lucía:- Aparta lentamente sus nudillos de la puerta- Amelia, sé qué sigues enojada, y qué no quieres verme, pero... ¿Podemos hablar, aunque sea ahora? Te prometo qué no haremos nada, ésta vez sólo quiero hablar, de verdad..- Sin motivo alguno, ya comenzaba ya sentirse mal-.

No recibió respuesta, y eso muy extraño, de las otras veces qué llegó a visitar a la Blight.

Lucía: Amelia, te juro qué no quise hacerte sentirte así... No era mi intención querer mencionar a Amity, o insultarte de una manera...- Su mano izquierda se posa sobre la puerta, y ladea su cabeza- Perdóname.. ¿Sí?- Le duele hasta el alma saber qué le hizo daño a Amelia-.

Ya fuera de cualquier cosa sexual, o algo parecido, Lucía está muy enamorada de Amelia, y en el momento justo, en el qué su mente captó el "Te amo", de la bruja, ella tenía muchas ganas de abrazar a Amelia, y prometerle cosas qué jamás le había prometido a nadie.

Su subconsciente jugaba en su contra; la peliverde no contestaba, ni insultaba, ni decía nada... Eso la preocupaba.

Podría estar dormida, molesta, o tan siquiera la está evadiendo; algo le pasa a Amelia, y Lucía quiere saber... Ya se cansó de subir y bajar las escaleras a cada minuto. Ya quiere hablar con Amelia.

Lucía: ¿Amelia?- Llama, queriendo asegurar algo, antes de entrar por su cuenta, a la habitación de Amelia- Bien... Parece qué no quieres abrir, ¿Cierto?- Insinúa la latina, alentando a su propia mano, a tomar el pomo- Pues nada, tendré qué hacerlo por mi cuenta.

Una sonrisa se pinta en el rostro de Lucía, y al final entra al cuarto de Amelia, el cuál estaba... ¿Vacío?

Okey, esto no tenía nada de sentido.

Por todas las horas en las qué Lucía estuvo en la sala, en ningún momento, o sea, en ningún momento, Amelia había pasado por ahí para marcharse.

Lucía alza su mirada hacia la ventana, y esta estaba abierta.

Lucía: ¿Cómo carajos se fue por la ventana..?- Aquella casa era prácticamente una isla; estaba rodeada de agua, y tan sólo tenía el pequeño puente qué conectaba a la casa, con el yate... Así qué, era casi imposible salir de allí, sin el yate- ¿Cómo se fue si el yate sigue ahí?- Ésto era surrealista, la verdad-.

My BlightWhere stories live. Discover now