[Capítulo 37]

621 48 57
                                    

Gimnasio - Vestuario de chicas

Amelia: ¿Sí entendieron?- A pesar de lo que pasó anteriormente, Amelia se veía más tranquila para ser el tipo de situación que era- Que sea la última vez sino quiero tenerla conmigo, ¿Estamos?

Como si de unos niños castigados se trataran, todos ellos asienten con la cabeza, evitando en todo momento el tener que mirar a Amelia.

Sí, se quedaron a mirar más de lo que deberían, pero fue sin querer, ellos no querían hacer eso y mucho menos molestar a Amelia.

Pensaron que Amelia se quedaría todo el día sin hablarles (Bueno, con Alexander tiene poco que hablar, la verdad) pero se veía más comprensiva que antes.

Pasando una de sus manos por su cuello, Amelia suspira. No los quiere tener más rato en su vista. Se acabará enojando. El hecho de que no siga gritando es porque no tiene las fuerzas para ello, pero tener que verlos más rato la estaba poniendo mala.

Amelia:- Suspira y acaricia su sien derecho- Ya pueden irse.- Señala el lugar por el que vinieron- Yo llegaré ahora, me harían un gran favor si se lo dicen a Bump-

Leandro: ¡Se lo digo yo!- Sin importar la charla que acababa de darles su novia, el chico se mantiene de manera erguida, queriendo ir de nuevo al gimnasio para decírselo a Bump- No te preocupes hermosa, se lo diré yo- Le regala una linda sonrisa a su novia, quien no se la devuelve porque el chico está literalmente ignorando todo lo que acababa de decir-.

Alexander: No se lo dirás si yo llego antes- Vacila el de cabello oscuro, caminando ya hacia donde se encontraba el director-.

Cuando Leandro sintió algo de desventaja, inició justamente lo que Amelia les había prohibido dos minutos atrás; las carreras por el gimnasio.

Alexander y Leandro empezaron a correr, a empujarse y agarrarse para que el otro no llegara. El dolor de cabeza que estos dos le causan a Amelia no es ni medio normal. El hecho de que esté en un mundo más “normal” que el suyo, y la gente se siga comportando de manera rara, la hace preguntarse si en primer lugar fue buena idea volver.

Mientras observaba a los dos chicos competir por algo insignificante (Literalmente a Amelia le da igual quien le diga, como si aparece el de hacienda y de lo dice a Bump), Amelia se da cuenta de que al menos alguien le había escuchado.

Lucía: Nunca cambiarán- Se cruza de brazos, parándose junto a Amelia- Son muy raros.

Cuando Amelia salió del vestuario, Lucía se encontraba parada en una esquinita. Al preguntarle que hacia allí, Noceda dijo que lo sentía mucho y que no pretendía causar todo eso. Tales palabras sorprendieron a Amelia, porque sabía que en el fondo la idea fue de los chicos, y no de ella.

Le dijo que no pasaba nada, que solo quería decirles un par de cosas, pero Lucía dijo que por respeto a ella no la miraría por el momento. Quería que pasara un rato. Luego se le pasaría la tontería.

Lucía: Mejor voy yendo con ellos- Se para delante de Amelia. Al estar de espaldas a la salida, Lucía debía dar sus pasos cuidadosamente- No quiero que por sus tonterías yo también me lleve una bronca.- Señala a la bruja- Y, perdona lo de antes, en serio.- Amelia no le comenta nada, simplemente asiente, dándole la tranquilidad a Lucía, que era la que tanto necesitaba- Bueno eh.. Nos vemos ahora- Por más que se estuviera comportando bien, no dejaba de ser Lucía; le soltó un lindo guiño acompañado de una sonrisa a su compañera-.

Sin quitarle la vista de encima a su "conocida", Amelia no puede evitar crear una pequeña sonrisa poco a poco en su rostro. Que Lucía haga ese tipo de cosas tras pedir perdón o algo así, la hace pensar que en verdad está cambiando.

My BlightWhere stories live. Discover now