capítulo 4: Escape del humo rojo

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Por fin oscurecia, se quedó detrás de su casa esperando ansioso al supuesto monstruo, ya sabiendo que en sí, solo era un gato morado, que extrañamente tiraba aquel humo rojo por su boca, humo rojo que les ayudaba a dormir.

- Debe de aparecer en cualquier momento, ¿será que va casa en casa? -se preguntaba enérgico y escondido, moviendo su cola algo impaciente.

Pasando largos minutos, sin dejar de vigilar la ventila, sin haber escuchado o notado que algo salía con sigilo del bosque, caminando con cuidado algo alejado del can para evitar ser detectado.

- .... -Aquella criatura de pelaje morado se quedó detrás suyo, confundido del porque el líder de los smiling Critters se encontraba "escondido" esperando a que aparezca como si nada frente de la ventila o caminando hacia ella. - (¿si sabe que desde el bosque se vé, debido a su pelaje?)

Después de aquel pensamiento, soltó su gas rojo el cual se dirigía poco a poco hacia el can, sin poder evitar mirarle burlón respondiendo su propia pregunta con una negativa, viendo que parecía olfatear un poco, levantándose del piso rápidamente al apenas ver el humo rojo, pero había sido tarde, lo había estado inhalando y al dar un paso hacia atrás, cayó sentado, seguido por dormirse.

DogDay abrió los ojos, encontrándose en su sillón, otra vez, mirando el techo, con la luz en su ventana, no entendía lo que había pasado, había hecho las cosas bien, según él, se escondió y se puso a esperar al misterioso felino, y de la nada se dió cuenta que inhalaba aquel humo rojo y cuando se dió cuenta, ¡ya estaba despertando en el sillón!

- ¡mh! Tal vez me vió por atrás, ¡que tonto! -se dijo avergonzado, aunque aún así, sonrió enérgico dispuesto a tratar de conseguir más información de sus compañeros, esperando nuevamente impaciente a qué llegue la hora de dormir.

Sin poder evitar auto quejarse mentalmente porque cuando quería que los días fueran lentos, pasaban segundos y era de noche, en cambio ¡ahora que quería que durarán menos, mágicamente el día era infinito!

Trató de ver lo positivo, tuvo todo el día para planear un nuevo plan en voz alta, y esta vez mejor que el anterior. Cuando llegaba la hora de irse a sus casas, sin dudar se despidió y fue corriendo a su hogar, ocultándose esperando la hora correcta, su plan era, ver que aparecía el humo rojo en su ventila, que sería la señal para salir de su casa y encontrarlo antes de que se vaya, ¡era infalible!

Pasaron largos minutos, hasta que por fin vió el humo rojo, por lo que corrió a la puerta de su casa para salir, quedándose extrañado de ver que ésta no se abría.

- ¿¡eeh-!? Pero pero ¡pero-! -no podía comprender el porqué estaba con seguro, sabiendo que la única forma de cerrarlo, era con la llave, por lo que rápidamente fue a buscarlo alerta de que el humo ya se esté esparciendo.

Sin tener éxito en encontrar su llave, lo cual le confundía totalmente, ¡él era ordenado con cosas importantes! Un pequeño golpe en su ventana le obligó a tener que asomarse, parpadeando sorprendido de ver que una cola morada dejaba apoyada la llave de su casa fuera de la ventana.

- ¡ey!, ¿cómo hiciste eso? -Preguntó en queja apoyándose en la ventana tratando de encarar al contrario, pero notó que iba agachado, por lo que no podía ver nada más que su cola alejarse lentamente, como si se burlara.

Cayó dormido al rato, y al despertar en el sillón, nuevamente tuvo todo el día para idear un plan, esta vez, mantenía su llave todo el rato consigo, cuando se hizo de noche, estaba nuevamente preparado, sin esperar que al ver el humo, ahora la puerta estuviera trancada.

- ¡ey!, ¡No es justo! -aquejó, para luego sonreír enérgico al ya tener un plan asegurado- ( jajaj ¡No sabe que también mi llave abre las ventanas!)

Pensaba ganador, pero su energía disminuyó al ver que la llave era falsa, especialmente al ver que se rompía al intentar usarla, y luego la cola morada se asomaba dejando la llave verdadera en la ventana.

Despertó nuevamente impaciente, no supo cuantas noches lo había intentado, incluso cuando trató de salir por la ventana de su cuarto, no sabía bajar de la rama del árbol frente a ella, cayendo de cara en algunas veces, y en las que no, por detrás recibía todo el humo rojo del felino, quién no podía evitar soltar leves risas burlón.

Hasta que DogDay se había logrado darse cuenta de su error, planear su plan en voz alta, se dió cuenta que en algo concordaba la historia de los infantes, y aquello era que posiblemente en algunas horas del día despertaba el felino y justo era la hora en la que lo escuchaba. Así que planeó todo en silencio, actuando como siempre, jugando con los niños y ayudándolos.

Y cuando se hizo de noche, había dejado un señuelo en la casa mientras él de encontraba escondido fuera, en un arbusto y con su propio olor oculto. increíblemente había funcionado.

- ¡Hola✨! -Saludó con energía al apenas notar la cola del felino.

Tensandose al ver que le había asustado, debido a que había dado un salto provocando que se pegara contra la reja de ventilación, escuchandose un agudo y adolorido maullido.

- ¡p-p-perdón!, ¡No era mi intención asustarte! -Explicó rápidamente avergonzado de la situación.

Viendo que el felino salía completamente de la ventilación aún sobandose adolorido la cabeza, mirando confundido aunque agobiado hacia el can, quien ahora podía verle claramente, el pelaje morado del contrario, con su chamarra igualmente morada, teniendo aquel mismo collar dorado en forma de media Luna, al igual que una sonrisa algo aterradora al inicio.

- Me vuelvo a presentar -Comentó sonriente, notando que el contrario tiraría su humo rojo, por lo que rápidamente le tapó la boca, lo cual tensó al contrario- ¡Por favor hablemos y después me tiras el humo rojo!

Rogó inmediatamente, alejándose lentamente alerta al notar que por querer tapar su boca, sin darse cuenta había empujado al felino habiéndolo acorralado contra la pared de su propia casa.

- Uy, perdón, esque en todas las veces fue repentino y no quería volverme a dormir -afirmó sonriendo preocupado de la reacción del contrario, quien le miraba alerta aunque confundido y desconfiado. - Vuelvo a empezar, hola, mi nombre es Dogday, ¿cual es tu nombre?

Preguntó más enérgico y sonriente, moviendo su cola alegre esperando saber el nombre de aquel felino misterioso que les ayudaba a dormir con el humo rojo, sin mencionar aquel olor a lavanda que desprendía. Aunque poco a poco disminuyó su energía al notar que el contrario no había hablado, seguía manteniendo aquella sonrisa mientras le miraba alerta y desconfiado.

- Mh... ¿No eres de muchas palabras, cierto? -preguntó nuevamente sin mover mucho su cola, ya que ahora estaba pensativo. - ¿eres mudo?

Cuestionó alejándose un poco al notar que el espacio que tenían le era incómodo al felino, sonriendo nuevamente al notar que parecía más tranquilo y asentía a su pregunta.

- Oh! Jejej, claro, si eres mudo, no puedes responderme, tiene lógica -se dijo pensando el como podían comunicarse, sin notar la mirada extrañada aunque algo sorprendida del felino. - Entonces será un nuevo juego, ¡de si o no! Aunque en este caso, solo yo podré preguntar, ¿te parece si-?

Cuando miró nuevamente al contrario, no pudo evitar tener un escalofrío al notarlo cerca de su rostro, viendo que le había lanzado de forma directa su humo rojo.

- ¡N-No-! Es... Injusto, solo quería hablar... -Aquejó aprovechando de abrazarlo para evitar que se aleje, lo cual tensó increíblemente al felino.

La lógica del can, era que si lo abrazaba, no podría zafarse y al no poder zafarse, estaba obligado a tener que esperarlo hasta que se haga de día, pero cuando éste despertó, se vió tirado lejos del sofa y abrazando una almohada.

- ¡Oh vamos! -gritó haciendo una leve pataleta.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora