capítulo 16: Un mero pensamiento

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DogDay había llegado a su casa dispuesto a ir a por una linterna, una soga y lo suficiente para una exploración nocturna, iba a buscar toda la noche al felino si fuera necesario porque durante el día no lo pudo encontrar. En pocos minutos ya estaba preparado, bajando determinado las escaleras hasta que abrió la puerta, tensandose al sentir que le abrazaban con fuerza.

- ¿ah-?, ¡Catnap, ya te iba a ir a buscar! -afirmó abrazandolo preocupado, viendo que mantenía sus orejas gachas y aún se notaba tenso, así que se sacó la mochila para poder corresponder más cómodo su abrazo. - Ya ya... No estoy enojado, tranquilo, sé que solo te asustaste, mira mi brazo, ¡está perfectamente bien! Y no me duele nada nadita

Afirmó soltandolo un poco para adentrarlo a su casa mientras cerraba la puerta y luego caminaban ambos al sillón, vió que se quedó sentado callado, con la mirada baja, sintiendo como el contrario le sujetaba la mejilla para que eleve la mirada.

- Ey, no estoy enojado, no estés triste, ¿si? -Le pidió sonriendole tranquilo- ven, ¿tienes hambre?

El contrario negó, por lo que pensó un poco que es lo que podrían hacer, propuso una pijamada, pero el contrario negó, propuso que le ayudaría, pero el contrario le escribió que ya había ido a dormir al resto, así que pensó otro poco, notando que parecía cansado.

- Parece que hoy no pudiste descansar mucho, ¿qué te parece su dormimos? -el felino le miró unos momentos y luego asintió cerrando sus ojos, disponiéndose a dormir en el sillón. - peeero... No dormiras aquí

Lo dicho al inicio confundió al de pelaje mirado, quien supuso que había sido oficialmente hechado, por lo que asintió dispuesto a levantarse para irse, sin esperar a que de la nada se le acercara, le sujetara y comenzara a cargarlo de forma nupcial mientras caminaba hacia las escaleras y subía enérgico.

Aquello confundió increíblemente al felino, pensando en lo peor, ¡una posible venganza, o que le tiraría por la ventana! Pero todo mal pensamiento se fue cuando meramente fue bajado en la cama.

- Haremos una pijamada en mi habitación, solo que sin juegos, podemos hablar hasta dormirnos, por lo que no debes de usar tu humo rojo, ¿entendido? -Le afirmó inmediatamente a Catnap, quien se alejó un poco alerta por la repentina cercanía de sus rostros, asintiendo aún confundido. - ¡Bien! Esperame un poco, ordenare lo de abajo primero y ya subo

Avisó para luego bajar rápidamente enérgico, dejando a un confundido felino en su cama, quien parpadeaba totalmente extrañado, aún así, miró nuevamente el lugar, seguido por apoyarse en la cama un momento, oliendo y reconociendo el aroma a vainilla que caracterizaba al Can, por lo que sonrió tranquilamente mientras se iba a un lado de la cama y se restregaba levemente, admitiendo que aquello era incluso más cómodo que el sillón de abajo, luego se quedó quieto y avergonzado al notar que dejaba su olor, por lo que decidió meramente enrollarse con su cola mientras se tapaba la cara con sus manos.

- (Puede pensar mal- no era mi intención dejar mi aroma en sus cosas-) -pensaba avergonzado, tensandose al escuchar que el contrario avisaba con un "ya llegué ✨" al entrar a la habitación.

- Jeje, recuerda, no uses tu humo rojo, te estoy vigilando -Avisó mientras se acostaba y miraba enérgico al felino, quien le miró de reojo asintiendo- Oh! Y no olvides taparte, a veces hace frío, así que tapate

Comentó sujetando sus tapas mientras las elevaba para que el contrario se metiera bajo sus tapas, pero este negó enrollandose sonrojado, debido a que sabía que la cama no era tan grande como para que haya una gran separación entre ambos, y estar bajo las tapas le daría menor movilidad en caso de cualquier cosa.

- Entonces no estemos bajo las tapas, pero si con una manta -Afirmó DogDay de la nada al salirse bajo de las tapas, levantarse para ir a por una manta que tenía soles en toda su cubierta y volver a acostarse, tapandolos a ambos.

Luego le miró sonriente, mientras que Catnap parpadeaba mirándole confundido aunque con sorpresa, ocurriendosele un comentario mental que hizo que soltara una leve risa.

- ¿Qué? -preguntó curioso y aún sonriente el Can al felino.

- ¿desde cuando te da miedo dormir solo? -la pregunta avergonzó al contrario.

- ¿q-que?, ¡Por supuesto que no tengo miedo a dormir solo!

- está oscuro, ¿seguro?

- ¡si, Ya dije que no me da miedo! -Afirmó inmediatamente aún avergonzado, provocando leves risas en el contrario. - ¿Tú tienes miedo?

- No -Respondió girandose a verle aún sonriente- Pero quien gritó como niña en-

- ¡Yaa-! ,¡Catnap! -aquejó DogDay tapándose avergonzado la cara con sus orejas por el comentario del felino, para luego verle de reojo al escuchar como reía animado, por lo que también sonrió sintiendo su cola moverse rápidamente. - Ya sabes a que le tengo miedo, ¿a que le tienes miedo tu?

Lo dicho tensó por un momento al contrario, quien desvío levemente la mirada, hasta que sintió que el Can acariciaba levemente su cabeza y luego detrás de sus orejas, lo cual le obligaron a ronronear un poco más tranquilo.

- No te preocupes, sea lo que sea, yo te protegere -Afirmó mientras se acercaba más hasta lograr abrazar al contrario, sintiendo la cola de este apoyarse en su cintura, luego se acomodó sintiendo los ronroneos que tanto le relajaban.

- Gracias... -Agradeció el felino apoyandose en el pecho del contrario sin dejar de ronronear, restregando un poco su cabeza en él mientras olía su aroma característico. - (A veces... Quisiera simplemente quedarme así por siempre...)

Se dijo mentalmente sin dejar de sentir las caricias en su cabeza, pasando largos minutos hasta que notó que dejaba de acariciarlo, y al verle de reojo, pudo ver que había caído dormido aún abrazandole, aún así, siguió ronroneando apegado al contrario.

- (Creo saber el porque Crafty dice sentirse enamorada de tí... ¿Quien no te amaría?) -luego de aquel pensamiento, se quedó en blanco, procesando lo que él mismo había pensado. - (¿Que estoy diciendo-? Solo es... Mi amigo, si... No te confundas, es tu amigo, solo eso, tu amigo)

Trató de convencerse múltiples veces hasta que no aguantó el sueño, lástima que no durmió lo suficiente al sentir que el Can despertaba y luego lo animaba a desayunar para que después le acompañase. Quería negar, pero sentía que le debía mucho al contrario, por lo que terminó por aceptar.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora