capítulo 60: ¿Lengua aspera?

550 56 14
                                    

- Que pena que tenga una nueva casa -Admitió al saber que cuando sean salvados, deban de dejar todo aquello atrás.

- ¡No te preocupes! Igual podemos hacer pijamadas, si quieres una noche en mi casa y la otra en la tuya -afirmó enérgico sin comprender realmente a lo que se refería el contrario, sin poder evitar de vez en cuando restregar su cuerpo en algunas orillas o paredes para dejar su olor cada que el felino se daba vuelta, especialmente al notar que de vez en cuando hacia lo mismo.

- Supongo que se puede hacer eso hasta que se acabe -al escuchar aquello, el can casi inmediatamente miró al felino bajando sus orejas y disminuyendo la velocidad de su cola.

- Yo... Realmente no quiero pensar que... Ya sabes, nuestra cercania y eso, nunca se acabe... -afirmó inmediatamente mirándole con tristeza, ganándose la atención del felino, quien soltó una leve risa por aquello.

- Jejeje, mientras tengas fé, eso nunca sucederá, DogDay -Comentó chistoso ante lo dicho mientras se sentaba en su nuevo sofá, viendo como nuevamente parecía enérgico y sonriente, acercándosele a lamerle las mejillas con alegría. - ¡Ey-!, ¡Me babeas-!

Trató de quejar levemente avergonzado y asqueado, a lo que el contrario burlón continuó, y al ser empujado del rostro del felino, bajó por su cuello lamiendo con cariño aquella zona, escuchado un leve maullido tenso por su parte, así que se detuvo mirándole inmediatamente confundido.

- No lo hice tan fuerte para hacerte daño... ¿O si? -Preguntó inmediatamente preocupado, notando que estaba arriba del felino, al tenerlo apoyado en el sillón.

- S-se sintió raro -Admitió tratando de limpiarse la baba del contrario.

- Tu también antes me lamias, no me puedes quejar -Afirmó avergonzado pero aún sin moverse de la posición.

- Si, pero mi lengua es diferente y te peina, no te babea entero -Afirmó acostándose meramente para tratar de usar sus patas para peinarse.

- Entonces te sirve de baño -Comentó burlón e inocentemente el canino, mirando sonriente al que tenía bajo suyo, moviendo su cola alegremente, agachandose un poco para olerlo, animado de que tuviera su típico olor a lavanda, solo que ahora incluía su propio olor a vainilla.

- igual puedo darme un baño por mi cuenta y no acabar todo babeado -Afirmó Catnap dándose la vuelta para rascar levemente el sillón al quedar boca abajo y apoyado en el posa brazos, necesitaba quitarse el estrés que tenía, ignorando al que tenía arriba suyo, mientras que su cola levemente molestaba a propósito el rostro del can.

Quien soltó una leve risa por el comentario al igual que las cosquillas que le daba la cola por su rostro, para luego apegarse más al contrario, abrazandole animado.

El felino siguió intentando ignorarlo, pero cuando quiso apartarse, se tensó al sentir el peso del contrario cada vez más, obligándole a tener que acostarse y apoyarse de a poco boca abajo en el sillón.

- ¿Dogday? -le preguntó confundido al sentir como se restregaba en su espalda para dejar su olor.

- ¿ah?

- No me puedo mover -quiso quejar, notando que la cola del contrario se movía algo impaciente.

- ¿eh?, ¡Ah!, lo siento... Esque no quería soltarte... -admitió avergonzado al soltar al contrario y sentarse, pero su cola delataba el hecho de que se había sentido con ganas de seguir abrazandolo.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora