capítulo 69: No es real... ¿cierto?

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- Confía en mí, aquel trabajador será nuestro Ángel, nos librará de este sufrimiento y miedo, nos quitara toda maldad, solo podemos rogar que éste plan funcione -habló la muñeca de porcelana al estar guiando a Kissy, quien tenía sujetado a Dogday, el cual estaba atento a los sonidos, ya que habían sectores en donde estarían aquellas criaturas aliadas al prototipo, así que les iba diciendo por donde pasar y en donde no.

- E-Espero que sea así... Yo... Mis amigos... No puedo ser el único, yo... ¿Dónde están ellos...? -Volvió a exigir preocupado aunque adolorido.

- Ha... Lo siento Dogday... No hemos encontrado a nadie más... Temo que Catnap les asesinó por tratar de ayudar a los trabajadores y a los niños...

- me niego, me niego que sea verdad.

- Pero no hay otra verdad, solo tenemos la esperanza de que nos rescaten de esta pesadilla -Afirmó siendo bajada con cuidado cerca de una computadora.

- Catnap no asesinaria a sus... Amigos... Él no... Él no lastimaria a los niños... Él...

- Pero lo hizo... Dogday, debes de reaccionar... Catnap haría hasta lo inhumano solo por su Dios... No escuchó a nadie más, e intenté hablar con él antes de todo esto -Reafirmó colocando un mensaje en la computadora- solo... Nos queda rogar que este trabajador pueda ayudarnos... Con kissy tratamos de ayudar con mensajes para guiarle, aún faltan lugares... Nuestros amigos fueron asesinados también por el grupo de Catnap y... El resto desapareció o se aliaron al prototipo con tal de seguir vivos...

- Yo sé que no lo hizo, sé que hicieron un plan, están todos a salvo, n-nisiquiera debieron sacarme de allí, tal vez con Bubba ya tuvo un plan, siempre tiene un plan, él... Yo sé que están vivos, yo...

-¡Dogday! Tienes que entender que esto es real. Catnap... él... él los mató. No podemos seguir negándolo. -Aquejó la muñeca con algo de frustración al ni siquiera poder concentrarse en lo que intentaba mandar, viendo que su amiga Kissy sé dirigía a colocar una última batería de energía para que no se apague la computadora.

- esque... Él solo quiere liberarnos. Él mismo lo dijo.. ¡Lo sé! Estaba tratando de salvarnos de ellos.... Aunque no sabíamos que estábamos en peligro, pero si se unieron más, entonces no debió de estar mintiendo, con más razón... Debimos creerle yo... Yo debi creerle pero... Se podía hablar, si tan sólo hubiéramos hablado otras... No se, otro plan, otro...

- Él se volvió lo que juró destruir. Se volvió un asesino también....No puedes seguir ciegamente a alguien que ha cruzado esa línea. -Aclaró con una voz suave pero más firme, enviando el mensaje, suspirando un poco cansada.

-¡No lo entiendes! Catnap está herido, igual que nosotros. Solo actuó así porque no tenía otra opción o porque creía que no tenía opción. Debemos encontrar la manera de hablar con él, de hacerlo entrar en razón, de encontrar a Bobby hizo que nos ayude con aquello. -Alzó la voz con frustración.

- Como te dije, ya había intentado hablar con él, pero él se ha encerrado en su propia locura. ¿Y qué hay de nuestros amigos? Ellos no tuvieron la oportunidad de defenderse. No podemos dejar que sus muertes sean en vano.... Por favor, aceptalo. -Pidió la muñeca mirando como la computadora de la nada se apagaba, y cuando Kissy revisó un poco, estaba extrañada de que la batería aún funcionaba.

- No puedo... no puedo pensar en eso. Si Catnap está vivo, entonces hay esperanza. Necesito creerlo.... Si aún me escucha... Yo...

- Dogday, no hagas ruido -Afirmó la peli Roja inmediatamente preocupada al notar algo.- Debemos actuar, si queremos sobrevivir, debemos alejarnos de Catnap y de esta locura.

- ¿Y qué pasa si Catnap todavía puede ser salvado? -Sigue hablando soltando lágrimas de forma inevitable- ¿Y si hay una forma de traerlo de vuelta a la razón? No puedo perderlo... no otra vez....

- Dogday que no hables -Volvió a insistir más asustada al notar que un pasillo comenzaba a llenarse de un humo rojo.

- No... no puedo dejarlo. No puedo dejarlo solo en esto....

- ¡¡Kissy sacanos!! -Gritó la muñeca a la títere gigante, quien sujetó a Dogday y a su amiga comenzando a correr sin dudarlo, de la manera más rápida que podía.

Dogday reaccionó del dolor que sintió por el repentino agarre, oliendo por fin el olor de amapolas y a lavanda que no estaba muy lejos, lo cual lo asustó increíblemente. Viendo que llegaban a una zona de ascensor, así que ambos fueron bajados, pero no les daría tiempo de subir, lo cual notó el can, quien sin dudar se bajó del ascensor arrastrándose con cierto dolor.

- ¡Dogday! ¡La palanca no funciona, habría que sujetarla y no hay tiempo que perder! -avisó asustada la muñeca dentro del ascensor al notar que el can sujetaba con fuerza la palanca para que la puerta se mantuviera cerrada, aunque se escucharan fuertes golpes del otro lado.

- ¡Solo suban!, ¡Yo estaré bien!, ¡Suban! ,¡Apúrense!, ¡Intentaré darles tiempo! -Gritó Dogday con liderazgo mientras hacía la mayor fuerza que podía entre sujetar con una mano la palanca y la otra sujetaba un pedazo del suelo, para evitar que se gire hacia el otro lado.

- ¡Pero-!

- ¡Busca al que llamas Ángel! .... Solo él puede ayudarnos -Rogó interrumpiendo a la contraria, con esperanza aún sujetando la palanca, viendo preocupado como de su poco se rompía al trizarse por la fuerza ejercida entre la palanca y quien intentaba abrir la puerta- ¡Vayan!

Las contrarias asintieron alertas, apretando el botón que les haría subir al otro piso, mientras que el can aún trataba de sujetarse sin soltar la palanca. Sentía dolor en sus extremidades, pero aún así negaba soltar alguno de los dos sectores, tratando de ganar todo el tiempo posible.

Hasta que se tensó cuando cayó de espaldas debido a que la palanca se rompió, viendo asustado que la corriente de las ventilaciones dejaban de funcionar debido a que se habían cerrado, retrocedió aún mirando alerta el gran sector, notando que aparecía de a poco el humo rojo entrando hacia aquella habitación debido a la puerta que se logró abrir con brusquedad.

- C-Catnap... -le llamó temeroso, especialmente al ver que se asomaba la gran bestia con sus ojos penetrantes al igual que su gran sonrisa maquiavélica.

A pesar de eso, se le notaba enfadado, con las pupilas Rojas, expulsando el humo rojo por su boca mientras a pasos cortos iba llegando donde él.... Definitivamente estaba en problemas.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora