capítulo 86: ¿Desde cuando me conoces?

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Catnap se encontraba en la habitación más alejada que le habían asignado, lo único que agradecía de aquel lugar, era que ya no le colocaban las cadenas, pero eso no evitaba que estuviera aburrido. Igualmente quedó algo pensativo, de muchas cosas, entre todas de ellas, era aquel can peli naranja que no había visto en su vida.

Le parecía extraño el hecho de que todos lo conozcan, especialmente por el hecho de que al ser el responsable de dormir a todos, debía de conocerles a todos, quisiera o no, era un requisito obligatorio. Así que... ¿Por qué no reconocía la recordaba a aquel perro naranja?

- (Si él me conoce... Entonces hay algo más del que no me estoy enterando) -Pensaba confundido, mirándose de reojo algo confuso de aquel tema.

Mirando inmediatamente hacia la puerta al escuchar que la abrían, logrando ver a aquel que le tenía tan confuso.

- Hola Catnap, ¿te encuentras bien? -Preguntó Dogday al asomarse un poco en la habitación, aun sin entrar. - Fue... Un gran escándalo el que provocaste, lamento que te tengan que mandar tan lejos del resto...

Catnap meramente le miraba confuso aún, atento, habiendo ignorado el comentario del contrario, reaccionando cuando notó que entraba a la habitación.

- ¿Estás enojado...? -ante la pregunta del can, Catnap negó con la cabeza, mientras agarraba la manta que había cerca para poder cubrirse un poco los hombros- ¿tienes frío?

El felino miró nuevamente al contrario, asintiendo un poco, notando cada detalle que podía de aquel perro anaranjado, pero le era extraño que no reconociera siquiera el característico sol que llevaba como collar, sabiendo que incluso en el Playcare se encontraba su figura.

- (de que me estoy perdiendo?) -se preguntó Catnap confundido desviando un poco la mirada para pensar, teniendo un escalofrío al notar que se acercaba donde él estaba, así que le miró nuevamente de forma inmediata.

- si quieres, te puedo prestar más mantas, ¿me acompañas a buscarlas? -Propuso Dogday con tranquilidad, mirandole sonriente mientras se sujetaba la cola un poco para evitar que se note la emoción que sentía de nuevamente estar cerca al contrario.

Quien dudó un poco, sabiendo que podría ser una extraña trampa, tal vez un castigo por el escándalo que había estado provocando en aquellos lugares. Vió que le extendía la mano, la cual no aceptó sujetar al inicio, hasta que decidió aceptar el gesto, comenzando a seguir al contrario estando cerca, especialmente cuando notó que éste le hacia una seña de que no hagan mucho ruido, lo cual le extraño un poco.

Caminaron por los largos pasillos, eran demasiadas salas con cosas abiertas, muebles apartados, prácticamente vacíos, se veían oficinas cerradas y rotas algunas puertas, el felino siguió al can mientras observaba prácticamente todo. Hasta que notó que doblaban por otra esquina, esquivando a kickin que pasaba por allí con cosas en sus manos, posiblemente para una actividad para los infantes.

Siguieron caminando hasta llegar a otro sector, el cual tenía un dibujo improvisado de lo que al parecer, eran las nuevas habitaciones de las criaturas sonrientes, vió el de Bobby, Hoppy, Kickin, Craftycorn, más adelante estaba el de Bubba y por último pero no menos importante, la habitación del Sol, teniendo al igual que el resto, el dibujo con plumón el diseño del collar que cada uno poseía.

- Vamos, Ponte cómodo mientras -Avisó Dogday sonriente y animado, dejando entrar al felino para luego juntar la puerta, sin cerrarla para evitar tensar al contrario, luego se dirigió a un sector de la habitación, en donde estaban todas las mantas apiladas. - ¡Tengo una que se verá bonita en tu habitación!

Catnap le ignoro totalmente, solo veía alrededor, la Oficina, aunque tuviera un colchón con unas mantas que simulaban la cama, seguía recordando un poco aquel sector, aquella Oficina tenía algo peculiar, una ventila que llevaba hasta un sector inferior, en donde se encontraban todos los informes que le servirían leer. Buscó la ventila, notando que estaba algo tapada por la montaña de mantas que tenía el can acumuladas, viendo que sacaba una morada con una amplia y radiante sonrisa.

- Ten, es cómoda, te gustará -se acercó Dogday al felino para extenderle la manta aún animado.

- Dijiste que me conocías de antes... ¿Desde cuando exactamente? -Se atrevió a preguntar el de pelaje morado, pregunta que sorprendió aunque preocupó un poco al contrario, quién bajó un locoa manta.

- Se podría decir que... Desde... Pues... Antes de aquel momento que dices llamar "hora de la alegría" -Respondió algo dudoso.

- ¿cuantó me conoces?

- (Supongo que lo suficiente como para decir que hasta te e besado...) -pensó Dogday desviando levemente la mirada con un leve sonrojo, sin notar que su cola se escondía entre sus piernas algo preocupado que el contrario recordase algo malo.- No mucho... Eras algo... Callado...

- ¿Ya conocías a las demás criaturas?

- (Desde que tengo memoria...) -Pensó nuevamente el can sin mirar al contrario- Un poco, si... Estuve viendo quienes eran realmente durante todo este... Caos...

- ¿Cuando te crearon?

- ¿cuando empezaste a escuchar al prototipo? -Hubo un brusco cambio de situación, ahora era Dogday quien miraba algo serio aunque preocupado al felino, quien por la pregunta bajó las orejas.- Antes.... Lo ignorabas, ¿que te hizo el querer hacerle caso?

- ¿también lo... Escuchabas?

- Ha... No... Pero podía notar que te atormentaba... -Afirmó suspirando algo pesado, sentándose en la cama, dando leves golpes a la cama para dar a entender que el contrario también podía sentarse. - Nunca pude hacer mucho para ayudarte... Bajabas las orejas y rogabas con que no te hable, pero... Luego empezaste a ir hasta donde él te decía.... ¿Por qué?

- ¿Cómo sabes eso? Yo no sé lo conté a nadie.

- No tenias que contarlo para notar que había algo que te atormentaba...

- Y si te habías dado cuenta, ¿por qué nunca me ayudaste?

- ..... -No supo responder, mirándole apenado por aquello. - (no sabía cómo...)

- Si estabas solo como yo, y viste que la pasaba mal, ¿por qué no me ayudaste?... ¿Me ayudas ahora para enmendar lo que no hiciste antes? -Exigió con cierta molestia el felino aunque mantuviera una amplia sonrisa.

- No no, yo...

- ¿¿O lo haces para asegurarte de que no vuelva con el prototipo?? -Volvió a exigir y a quejar con más agobio.

- no, catnap, yo trato de ayudarte, yo...

- ¡pues ayuda a otros! El ayudarme les perjudicará a todos, si no fuiste capaz de ayudarme antes, ¿¡por qué ahora!?

- Si lo intenté, yo-

- ¿¡y que hiciste para ayudar!? -Exigió nuevamente el felino apuntándole molesto, habiendo tensado al contrario. - Si solo vas a ayudarme para que tu consciencia esté limpia de no haber hecho nada antes, mejor que siga así y no te interpongas en mi camino.

Advirtió para luego dejar la manta de soles allí mismo e irse, ignorando al can que trató de llamarlo e incluso de disculparse, pero meramente le cerró la puerta con la cola y se dispuso a irse con rapidez.

- ¿cómo explicarte... La verdad...?, ¿siquiera me creerías...? -Se preguntó Dogday al haber abierto la puerta sin encontrar al felino del otro lado, manteniéndose allí un largo rato apenado.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora