capítulo 79: derrotado

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El felino gruñia y golpeaba la reja cada que ésta se cerraba y le prohibía pasar, su humo rojo parecía funcionar al confundir al jugador de vez en cuando, pero parecía estar más atento. Aun así, Catnap no podía evitar ser un poco más rápido y agresivo debido a las insistencias de su Dios sobre que "deje de jugar y lo maté de una vez".

- (no lo decepcionare... No lo haré... No lo haré... No decepcionare a quien amo... No lo haré... No seré como quien me decepcionó...) -pensaba cada vez más tenso el felino, algo cansado de insistir al igual que de fallar, intentaba llegar incluso desde el techo luego de romper una tubería para subir, pero ni aún así podía atraparlo.

De vez en cuando lograba llegar, pero la reja era abruptamente cerrada en su cara y a veces en sus manos, las cuales tenía que alejar debido al dolor que sentía al recibir el portazo de las rejas, incluso el humo caliente que le tiraba para prohibir su acercamiento era efectivo. Expulsó más de su humo rojo con más desesperación al sentirse un fracaso en aquello, quejándose de miles de maneras.

"debí matarlo...

Debí asesinarlo...

Debí obedecer y no perder el tiempo...

Si tan sólo hubiera hecho bien las cosas, hubiera notado que había una forma de escape, si tan sólo no hubiera estado tan pendiente de volver con DogDay... "

Aquel último pensamiento lo dejó quieto un momento, molesto, agobiado en su sector mientras se dirigía a las tuberías de arriba... Sintió unas fuertes ganas de gritar, pero seguía sonriendo ampliamente malicioso.

Abrió con rapidez la compuerta sin darle opción al jugador de sujetarla, bajando con rapidez para acorralarlo con malicia y emoción de por fin tenerlo frente... Notando muy tarde la mano cargada que el contrario tenía en uno de sus guantes.

Mientras tanto, en un sector ya no tan lejano, DogDay con ayuda había logrado entrar al sector por la puerta, teniendo que cubrirse con máscara debido al humo rojo que había en el sector, pero no había mucho, DogDay meramente se negó el colocarse la máscara para evitar tener una mala visión, siguiendo rápidamente el repentino quejido y gruñido de sufrimiento que se escuchó por los pasillos.

- ¡DogDay, espera! -gritaron Bobby y Craftycorn cuando el can se puso a correr sin dudarlo para encontrar el dueño de los gritos, y al llegar por fin al medio de aquel sector.

Viendo petrificado como el felino se retorcia con dolor mientras se quemaba prácticamente vivo, estando player lo más alejado posible al intentar mantenerse a salvo. A pesar de eso, el primer instinto de DogDay era salvar a Catnap, pero antes de siquiera poder hacer algo, Bubba les había alcanzado y ahora le había sujetado evitando que se acerque.

- ¡No!, ¡Hay que ayudarle! -afirmó inmediatamente DogDay al recordar el miedo que el felino le tenía al fuego, aunque claro, también por obviedad de que se andaba quemando.

-¿¿Estas loco?? -Aquejó el elefante al tratar de alejarle y tapar su hocico para evitar ser detectados.

- ¡DogDay! -llamó Bobby al encontrarles.

Quedándose los cuatro viendo alertas el como la gran criatura se movía bruscamente por el dolor que sentía, gritando con fuerza mientras trataba de alguna forma hacer que las llamas desaparezcan, hasta que por fin lo logró, mirando alerta y asustado hacia el techo al reconocer a su Dios asomando su mano donde él.

Catnap, con dolor trató de alejarse, lo cual inevitablemente había notado el Can, suponiendo el miedo que éste sentía, pensó que aún había alguna oportunidad de recuperarlo, por lo que quiso arriesgarse a enfrentarse a aquel prototipo y ayudar a su amado.

- ¡AGG! -soltó Bubba adolorido al ser mordido por su líder, quien al dejar de ser cubierto, rápidamente tomó aire y grito.

- ¡CATNAP! -llamó, pero sintió que Bobby y Crafty rápidamente le sujetaban cuando casi lograba zafarse por completo, tratando de no hacer ruido mientras le quejaban con la mirada del porque había gritado.

Pero solo el Can pudo notar que las orejas del felino se movían, definitivamente le había escuchado, pensó que miraría donde ellos, sin embargo, vió petrificado que meramente parecía rendirse, colocándose con pesar de rodillas mientras extendía sus manos hacia los lados, iba a dejarse asesinar por la mano de su Dios.

- ¡Ángel! -rogó DogDay al de las manos mecánicas, quien rápidamente estiró una de sus manos hacia un sector de energía y con rapidez lo apuntó hacia la mano, la cual había esquivado alejándose.

Pero el repentino acto logró nuevamente molestar y alertar al felino, quien ya se disponía a asesinar al que casi lastimaba a su Dios, pero se tensó cuando desde otro lado de la nada una coneja pasaba por arriba suyo gritando alerta de lo que hacía, mientras que Kickin pasaba prácticamente kakareando y llorando asustado de pasar por debajo del felino, quien miró todo desconcertado.

En menos de 10 segundos, Hoppy y Kickin habían enredado a Catnap con unas cuerdas y player cerró la compuerta del techo antes de que se volviera a asomar la mano.

- TÚ... -le habló con enfado Catnap al jugador. - ¿¡COMO TE ATRAVÉS-!?

No pudo terminar de quejarse, tensándose al sentir que rápidamente le empujaban obligándolo a caer hacia los lados estando adolorido y desequilibrado, ya que ahora las criaturas sonrientes además de atarlo, ahora trataban de inmovilizarlo.

- ¡Bobby, tu plan! -gritó Hoppy hacia la Osa, quien asintió asustada.

- ¡Catnap!, ¡Escuchame! -Gritó DogDay para llamar su atención al intentar relajarlo, especialmente porque aunque éste estuviera débil, seguía moviéndose con brusquedad, casi sacando volando a sus amigos.

Sin tener de otra, tuvo que sujetarle y obligarle a caer totalmente al suelo, siendo también ayudado por player, Bubba rápidamente aprovechó de inyectar una aguja en el felino, quien gritó molesto y aún adolorido.

- Perdón perdón perdón.... Por favor, cálmate, por favor... Estarás bien, lo prometo, pero necesito que te relajes, por favor -Rogaba DogDay sin poder evitar abrazarle del cuello aún tratando de mantenerlo agachado, viendo de reojo que la Osa se acercaba con la última gota, así que le ayudó a que se la tome.

- TODOS USTEDES... ¡DÉJENME IR! -gritó con enfado el felino sintiendose algo adormilado pero el dolor le prohibía dormirse, especialmente por las quemaduras tanto externas como internas que tenía.

La pócima no parecía funcionar, tampoco el tranquilizante que le inyectó Bubba.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora