Los smiling Critters se encontraban confundidos aunque sorprendidos de la situación nueva, no podían evitar hablarse con curiosidad debido a que su líder había informado que tendrían una reunión aquella noche. Primero, les había pedido que no se quedasen en la casa, que después les alcanzaría a ayudarles con los niños.
Luego mientras trabajaban cada uno en su sector, el Can les empezó a avisar a todos de que harían una posible pijamada, pero esta sería diferente, especificando que llevasen ciertas cosas, para luego seguir como si nada, y al apenas ver que se había acabado su turno, fue el primero en correr a su casa, debido a que en esta se encontraba el felino, descansando un rato en el segundo piso, más específicamente en la cama de DogDay, quien antes de irse, se aseguró de que trataría de volver lo antes posible mientras le pedía al contrario que no se vaya.
Actualmente, el Can ya había llegado a su casa, subiendo en silencio aunque enérgico las escaleras, luego se asomó por la puerta de su habitación, encontrando al felino enrollado como un rollo de canela, fuera de las tapas de la cama, pero se le notaba cómodo.
Se acercó en silencio y con cuidado para así apoyarse en la cama un poco y mirarlo emocionado, mientras se decía mentalmente "¡Lo sabia!, ¡Un perro y un gato si pueden ser amigos! " aquello lo mantenía de buen humor. Quería dejarlo dormir, pero al mismo tiempo quería que cambiara su ciclo de sueño, que durmiera durante la noche junto a ellos y que pudiera acompañarlos por el Día.
No sabía si arriesgarse, aún así, primero lo dejó dormir para poder limpiar el primer piso de su casa, ¡debido a que no la había limpiado en días!, lustró sus mesas y le quitó el polvo a otras cosas, se había puesto un paño para evitar estornudar por el polvo, y luego despejó un poco su living para que luego sus amigos pudieran colocar sus sacos de dormir.
Aún así, notó que no iban a caber todos si les acompañaba Catnap, debido a que estarían muy juntos y no sabía si el felino se sentiría cómodo con aquello, negó el querer dejarlo afuera, hasta que logró escuchar un crujido de su sillón, y al girarse, pudo reconocer al felino acomodandose levemente en el sillón casi dando otro rasguño.
- Oh, ¡despertaste! -saludó enérgico, notando que fácilmente podrían ambos compartir el sillón para dormir, por lo que solo necesitaban almohadas, mantas y ¡ya! Todo estaría perfecto- ¿Te acuerdas de lo que comenté sobre invitar a mis amigos para que te conozcan?
Cuando el felino escuchó aquello, inmediatamente se tensó sentándose y viéndole alerta habiendo bajado sus orejas.
- Tranquilo tranquilo, aún no les digo de tí, pero después de lo de hoy... Me niego a permitir que te digan cómo te dijeron -Afirmó con determinación. - Pero sólo podré convencerlos si estas aquí, por favor ayudame a convencerlos de que no les harás daño, al igual que tú, solo estaban asustados.
Afirmó extendiendo su mano al contrario, quien le seguía viendo alerta y con sus pupilas pequeñas, pero poco a poco pareció relajarse, extendiendo su mano un poco tenso, sintiendo que el contrario le sujetaba y luego le levantaba animado.
- Jejejej te quedaras siempre junto a mí si eso quieres para que te sientas seguro -Afirmó sonriente guiandolo hacia las escaleras- Por ahora, ayudame a bajar mis cosas y las tuyas, ya sabes, una manta, un cuaderno por si prefieres escribir, ¡oh! No olvides un lápiz, y almohadas para que estemos cómodos, ¡podemos compartir el mismo sillón para descansar!
Explicaba aún alegre, mientras que el felino meramente asentía algo nervioso, le ayudó con las cosas e incluso se sintió enérgico por ayudar con su cola y recibir más alagos de los acostumbrados, lo cual lo mantenía de buen humor aunque un poco avergonzado por aquella atención que no le era costumbre recibir. Luego de ordenar, se pusieron a hablar un poco, o mejor dicho, el can le hablaba y el felino asentía o negaba un par de cosas, hasta que ya era la hora en la que todos llegarían, esperando pacientemente hasta que apareció la primera criatura sonriente.
- Vamos, acompañame a recibirlo -Le trató de animar Dogday sujetando su mano nuevamente, guiandolo hacia la puerta cuando sintió que se apoyaba en su espalda mientras le seguía. Por lo que le soltó para que se sintiera cómodo. - ¡Hola! Gracias por venir, todas sus respuestas serán respondidas en esta pijamada/ reunión
Saludó enérgico a Bubba, quien había sido el primero en llegar, para luego ambos ver que llegaban casi corriendo la coneja junto al pollo con rapidez compitiendo por llegar primero.
- ¡llegamos! -Saludaron enérgicos y algo jadeantes.
- ¡Bienvenidos! Y les presento a-... -cuando quiso mostrar al felino, parpadeo al notar que no había nadie. - Eeh ¿Bubba tu viste a...?
- Estabas sólo cuando llegué, ¿alguien más llegó primero? -Preguntó el elefante confundido aunque mirando al rededor curioso.
- Emm... Más bien se quedó en mi casa pero... Ya después lo conocerán cuando lleguen todos -Comentó mirando hacia la escalera suponiendo que cuando fue soltado o cuando había abierto la puerta, había huido.
- Hablando del temita, no es el mismo al que fuiste a buscar hoy por la mañana, cierto? -Cuestionó kickin algo alerta- ¡Corriste de la nada al bosque prohibido!
- ¡Si! Y ¿¿si el monstruo hubiera estado despierto y te hubiera visto?? -Exigió preocupada la coneja.
- Como les dije antes, no voy a hablar de eso ahora, cuando llegue el resto lo haré, y no andén comentando, no existe tal monstruo -Habló con firmeza pero aún sonriente el lider, para luego guiarles empujandoles hacia el living, escuchando que golpeaban levemente la puerta, por lo que fue rápidamente al recordar que la dejó abierta. - ¡Hola chicas! Ya les ayudo con las cosas
Saludó a la Osa junto a la unicornio, quien llegaba avergonzada aunque sonriente. Y casi en segundos, había llegado picky con la comida, por lo que se dispusieron a ayudarla. Pero a pesar de aquello, DogDay notó que algunos parecían impacientes por conocer la razón de la repentina reunión y el porqué debían de traer cosas específicas.
- No me digas que te raptaste a un niño -quiso quejar la cerdita debido a lo que había hablado con sus compañeros. - Escuchamos que había un niño raro que no quería estar contigo
- n-no, te juro que no es un niño, y no es raro él... -trató de explicar el can comenzando a hablar del tema con la cerdita algo alerta.
Sin notar que la Osa pareció haber visto algo de reojo, así que se dispuso a seguirlo curiosa, llegando al sector de la escalera, habiendo reconocido una cola morada entrando a una de las habitaciones de arriba.
- ¿Hola? No pienso hacerte daño, ¿quien eres? -Comenzó a subir cada escalón curiosa. - ¿eres el invitado de DogDay? Anda... Dejame verte, me harías muy feliz jejej
Siguió llamando hasta llegar a la habitación, notando que se cerraba con algo de fuerza, por lo que se apoyó levemente en la puerta en un intento de escuchar.
- Eyy~ jeje no te puedes esconder de mii~ -Llamó chistosa asomándose un poco por la ranura de la puerta tratando de ver.
- ¡Bobby! -llamó DogDay a la Osa, quien llegó a golpearse con el manillar alerta por lo repentino.
- Auch- perdon, sólo quería ver jejeje ¿quien es el invitado o invitada?
- necesito que estén todos abajo para hablar de eso -Afirmó inmediatamente subiendo para sujetar la mano de la contraria y alejarla del segundo piso.
Mientras que el felino del otro lado jadeo alerta y asustado, apoyándose un poco en la puerta mientras se disponía a intentar escuchar nuevamente lo que sucedía abajo.
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El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay)
FanficMi primera historia de los Smiling critters, perdón si hay faltas de ortografía, y la portada no es mía, así que créditos a su creador o creadora. ¿A quién más le gusta a DogDay como activo? Pues a mí si, así que ahí tienen una pista de esta histor...