capítulo 6: Primera pijamada, primer regalo

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- ¿Que creen que le pase? -Preguntó Hoppy a su amiga Osa, quién miraba lo mismo que la contraria, a un DogDay hablando con cada uno de ellos para tener una idea de algún objeto como regalo, para alguien que aún no descubrían.

- No lo sé, pero da ternura el como pregunta y luego dice "Tienes razón, tal vez esto podría gustarle, ¿sabes donde conseguir más?, ¡Busco un color específico! " -trató de fingir la voz, provocando que ambas inevitablemente se rían enérgicas.

-por lo que alcancé a escuchar ayer, DogDay hablaba con el emplumado sobre un niño que no lo quería y que trataba de ganar su confianza, al menos si vemos a algún niño con las cosas que busca, entonces sabremos quién és -Comentó la coneja pasándole la información a la contraria.

- Oww DogDay siendo una ternura como siempre, ¿cómo no quererlo?, ¡Imposible que haya un niño sin que lo ame! -afirmó sin dudar con ternura, viendo que los niños iban saliendo enérgicos del sector de la escuela. - Hablando de los pequeños jejej, ¡a darles amooor!

El día pasó tan rápido como el resto, DogDay preparaba todo dejándolos cerca de su cama, al final no se había decidido sobre que darle de forma exacta, pero eso no evitaría que diera aunque sea un regalo.

Preparó sus cosas también cerca, aunque lejos de su cama, y luego bajó las escaleras enérgico ya cambiado de ropa a una pijama, se sentó en el sofá y se puso a contar los segundos, luego los minutos, tan infinitos que parecían, pero aquello lo energizaba más, moviendo su cola ansioso, habían veces en las que se levantaba meramente para asomarse por las ventanas, tratando de memorizar cada detalle.

Y al apenas ver de reojo que las casas desprendían un leve humo rojo, con rapidez fue al segundo piso de su casa y se asomó por la ventana emocionado, viendo que a los pocos minutos, por fin llegaba el felino.

- ¡Ey Catnap! Sube, ven, ¡te tengo una sorpresa!

Avisó sonriente, viendo que se subía por el árbol cerca a su ventana, parecía mirarle curioso de lo escuchado, pero se negaba entrar aunque se lo permitiera, insistiendo en que esta vez si se dormiría, pero que le dejara darle un regalo. Catnap estaba dudoso, pero al mismo tiempo curioso, así que al apenas ver que le daba espacio para entrar, de un salto entró a la habitación del can.

- ¡esto será una pijamada! Tu dormiras aquí y yo aquí -Explicó mostrando dos sacos de dormir, uno morado y otro que era de él. - ¡Uh uh!, ¡Y aquí hay unos dulces que puedes probar, y te conseguí un cuaderno y lapices para que puedas escribirme, también esta mochila para que guardes tus cosas, igualmente esta cartera por si querias algo más pequeño y te conseguí un peluche para que no te sientas solo!

Explicaba y mostraba lo que había conseguido junto a sus amigos, estando sonriente mientras miraba un poco el peluche de él mismo que había conseguido, dejándolo en el saco de dormir morado, sentándose mirando enérgico al felino, quien no podía evitar mirar todo de reojo, sorprendido, aunque también algo agradecido.

- igualmente te puedo prestar mi almohada por si te acomoda mucho el saco -agregó yendo a buscar la almohada con energía a su cama.

- Gracias...

El can se quedó perplejo en su lugar al escuchar una voz extra, habiendo elevado sus orejas por mero instinto, mirando inmediatamente hacia el felino, quien desvío la mirada algo tenso, sujetandose sus propios brazos.

- ¡Hablaste! -soltó enérgico moviendo su cola, acercándose a abrazar al contrario con alegría. - Habla de nuevo, ¡por favooor! Sin miedo, si quieres no le cuento a nadie, bueno, ¡igualmente no le e contado a nadie pero-! Un momento...

Quedó algo pensativo, separándose un poco del contrario aún sujetando sus brazos, sin notar lo tenso que estaba el contrario por el repentino abrazo, o que sus orejas estaban bajas de lo alerta que se encontraba.

- dijiste que eras mudo -Le miró en queja, por fin notando la incomodidad del felino, por lo que lo soltó con cuidado y aún así le otorgó una dulce sonrisa- Jeje... No importa, lamento el abrazo repentino, esque me emocioné de que por fin me hablaras, ¡eso es un gran paso en nuestra amistad!

El felino de a poco se calmó, sonriendo más entretenido de lo que había planeado al contrario, por lo que aquella noche decidió dejarlo despierto hasta donde aguante.

Todo le fue nuevo, admitía mentalmente el haber visto una pijamada, pero el ser parte de una de alguna forma hacia que se sintiera más alegre de lo que creyó. Probó las comidas ofrecidas, llegando incluso a descubrir que lo dulce no era para nada de su estilo, lo cual inmediatamente anotó mentalmente DogDay, quién comenzaba a mostrarle opciones no dulces, siendo vaso con chocolate amargo el ganador junto a unos sándwiches de pescado.

Igualmente trataron de dibujar, pero al felino no se le ocurría mucho, e incluso se podría decir que no era creativo con imaginar algo, pero cuando empezaron con el tema de las bromas, de alguna forma Catnap había sido el ganador.

Luego se hicieron preguntas de nuevo, pero el de pelaje morado solo asentía a algunas preguntas, estando cómodo porque el contrario aceptaba que a veces no quería responder algunas preguntas.

- Y luego, cuando quieres dormir, puedes hacerlo cómodamente si abrazas una almohada o un peluche -finalizó de explicar al acostarse en su saco de dormir y abrazaba su almohada, viendo atento al contrario, quién también buscó acomodarse en su propio saco, pero abrazando el peluche. - ¡así mismo! Jejej ¿y?, ¿que opinas de tu primera pijamada?

Preguntó enérgico al felino, quién no pudo evitar sentirse algo avergonzado, pero aún así, con su cuaderno cerca, escribió "100% ".

- ¿100% entretenida? -preguntó sonriente, tensandose al notar que el contrario negaba y le daba la espalda- ¡p-pero...!

Antes de decir algo después de haberse sentado inmediatamente, notó que el felino se volvía a girar con el cuaderno en manos tapando su rostro, "es broma". Por aquello, pudo escuchar que levemente se reía, asomándose un poco arriba del cuaderno, con una genuina sonrisa y un mirar animado.

- ¡me había preocupado, Catnap! -quiso quejarse DogDay, sin poder evitar reírse igualmente más animado al entender la broma, acostándose nuevamente mirando hacia el felino, notando que soltaba un leve humo rojo. - Espera, por hoy, quisiera dormirme por mi cuenta, ¿si?

Pidió aún sonriendo, a lo que el contrario respondió asintiendo tranquilo, el pequeño humo rojo que salió se esfumó al minuto por su cuenta, sin haber afectado a ninguno de los dos.

- Eres muy entretenido -Soltó el Can cerrando sus ojos dispuesto a descansar, sintiendo aquel olor a lavanda no tan lejos de él- Tu aroma huele bastante bién...

Admitió inocentemente quedando poco a poco dormido, sin notar que el contrario seguía despierto, mirándole atentamente aún abrazando el peluche, estando con sus pupilas dilatadas mientras poco a poco se disponía a dormir y descansar.

- También hueles bien -Le devolvió el susurro, antes de caer dormido.

El minuto que cambia todo (Catnap x DogDay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora