94

459 71 22
                                    

¿Quieren doble actu? Ya está escrita, pero les va a costar muchos comentarios. 

♡♡♡♡

Era domingo por la mañana, y la casa de los Park estaba bañada en luz. Las cortinas abiertas dejaban entrar el sol, que iluminaba el piso de madera color miel y las paredes blancas, creando un ambiente cálido y acogedor. Detrás de la sala, en la mesa redonda de madera, quedaban los restos del desayuno: platos con comida sin terminar y tres tazas blancas, dos de café y una de leche.

Jimin estaba sentado con sus tíos frente al televisor, que mostraba un segmento deportivo. Su tío comentaba animado las jugadas, mientras su tía respondía con bromas ligeras que hacían sonreír a Jimin de vez en cuando. Pero su mente estaba en otro lugar.

A pesar de que intentaba participar en la conversación, no podía evitar que su atención se deslizara hacia la cita que tenía más tarde. Era su primera salida oficial con Yoongi desde que habían decidido hacer pública su relación. El simple pensamiento hacía que su corazón latiera con fuerza, una mezcla de emoción y nerviosismo que le resultaba difícil de manejar.

El tiempo parecía avanzar lentamente hasta que, al fin, el desayuno terminó y los platos fueron recogidos. Jimin se levantó de la mesa con una sonrisa nerviosa.

—Gracias por el desayuno, estuvo delicioso —dijo, inclinando ligeramente la cabeza antes de subir a su habitación.

Una vez en su cuarto, cerró la puerta y dejó escapar un suspiro. Se acercó al armario, revisando su ropa con cuidado. Quería verse bien, pero no demasiado arreglado. Pasó varios minutos deliberando, sosteniendo distintas prendas frente al espejo, hasta que finalmente eligió unos jeans y suéter blanco. Se miró al espejo detenidamente, acomodó su cabello un par de veces más y se quedó mirando su reflejo con una mezcla de expectativa y nerviosismo. Antes de salir de su habitación el exquisito aroma de su perfume llenó la habitación, era delicioso: notas de malvaviscos, vainilla, sándalo y peonias. Se bañó en este antes de salir. ¡No exageradamente! Pero a Jimin no le gustaba no sentir su propio aroma.

Yoongi iba llegando a la casa de Jimin a paso lento, no porque quisiera tardarse en llegar; suponía que Jimin no estaba del todo listo, como de costumbre. Y fue así, esperó un poco y mientras el tiempo pasaba, los nervios se extendían en su estómago. Ver a Jimin, poder tomar su mano o besarlo cuando quisiese eran cosas a las que no terminaba de acostumbrarse, lo volvía loco y quería mantenerse pegado a su novio. A veces ni siquiera podía creer sus pensamientos, pero la verdad era que los había bloqueado. En casa, o en cualquier momento en el que estaba solo, evitaba ponerse a pensar demasiado. Se sentía feliz y no quería caer en un espiral que le abrumase.

Cuando Jimin salió, el corazón de Yoongi se aceleró, sus ojos brillaron y una sonrisa se dibujó en su rostro mientras caminaba hacia su chico.

Jimin no estaba alejado del estado de Yoongi. Se encontraba igual de nervioso, emocionado y su corazón dando saltos de felicidad al ver a su ahora novio. A veces era irreal, demasiado. ¿En qué mundo alguien pensaría que al final estarían juntos? Yoongi se veía muy guapo sin esforzarse. Jeans negros, camiseta blanca y rompevientos negro. Jimin avanzó hasta él y, como era de costumbre los últimos días, al estar frente a Yoongi inclinó su cabeza hacia adelante para que este plantara un beso en su frente y después poder darle un besito en los labios.

El sol estaba alto en el cielo, pero la brisa fresca hacía que el día fuera perfecto. Caminaron en silencio por unos momentos, disfrutando de la compañía mutua y del sonido de las hojas crujientes bajo sus pies. Finalmente, Yoongi rompió el silencio.

—¿Quieres hacer algo en especial? —preguntó, mirando de reojo a Jimin.

—No, solo caminar. Algo relajado, ¿te gusta? —respondió Jimin, girando para mirarlo con una sonrisa tranquila.

Valium // YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora