Day 5 (part one)

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Había tenido que llamar a Johnson porque estaba realmente de los nervios y no daba pie con bola, por lo que necesitaba claramente ayuda de alguien y Shawn estaba a kilómetros de mí como para ayudarme, por lo que no dudé en llamar a Jack, en el cual confiaba tanto como con Shawn. La noche anterior había estado hablando con Kian y había aceptado por fin tener una cita con él para aclarar varias cosas.

Después de haberme probado varios conjuntos, seguía sin saber que era lo correcto para llevar, todo me parecía o demasiado o insuficiente. Jack me pegó un empujón y rebuscó en mi armario para después tirarme exactamente en la cara unos pantalones cortos de tiro alto vaqueros, una camiseta y unas medias que llegaban hasta mis rodillas con las que iba a pasar calor, por lo que hice el ademán de volverlas a guardar, sin embargo, Jack no me dejó.

—Jack esto es informal y pasaré calor con las medias —repliqué un poco nerviosa y él negó con la cabeza.

—He venido a ayudarte así que vístete, vamos —dijo mientras me empujaba hacia el baño.

Una vez que estuve dentro cerró la puerta a mis espaldas y yo suspiré, sabiendo que no me quedaría otra más que probarme lo que había elegido. Me puse los pantalones y después la camiseta para poderla meter en los pantalones, después me puse las medias y metí mis pies en las zapatillas de casa. Tras eso salí y Jack sonrió ampliamente.

—Jack... —murmuré sin estar muy segura y él rodeó los ojos.

—Estás genial Iv, es una cita con Kian, Jack y yo hemos hablado mucho con él y sé que le gusta lo sencillo —me explicó y fui yo quién rodeó los ojos en ese momento.

—¡Podías haberlo dicho antes! —dije mientras me acercaba al armario a por unas zapatillas cualquiera, tampoco me esforzaría demasiado.

Tras eso terminé de arreglarme y salí junto con Johnson, el cual me acompañó hasta donde habíamos quedado Kian y yo. Él no vino a casa por mi padre, si tan solo llegaba a imaginarse que iría a una cita sería capaz de retenernos en casa toda la tarde.

Una vez estuve con Kian, Jack se despidió de ambos explicándonos que había quedado con el otro Jack para comprar algún juego e irse a su casa a jugar con la play. Una vez que lo explicó se fue, dejándonos a los dos solos. Mis nervios comenzaron a florecer y miré a Kian el cual sonreía mientras me miraba, lo que hizo que me pusiese aún más nerviosa todavía. El único chico con el que había estado en serio había sido Aaron y no sabía cómo actuar en una cita, la verdad.

—¿Qué haremos? —pregunté para romper el hielo y me regañé por el tono de voz tan bajo que había utilizado.

No me había dejado intimidar por cosas peores y no empezaría con una cita.

—Iremos al zoo —me comentó para después coger mi mano y llevarme hasta donde tendríamos nuestra cita.

Kian pagó la entrada y yo no tardé ni medio segundo en entrar, estaba emocionada de ir al zoológico. Mi padre era un gran protector de los animales por lo que ni se me podía pasar por la cabeza preguntarle si me dejaba visitar un zoo. Mi padre era un hombre quisquilloso, pero un buen hombre en el fondo.

El chico me dio caza cuando yo ya me encontraba en el lugar donde estaban los tigres y tomó mi mano para que no volviese alejarme de él. El tiempo pasaba muy rápido mientras observábamos a los animales y él escuchaba mis comentarios de niña emocionada al ver tantos animales salvajes. De vez en cuando le había echado una mirada y veía una gran sonrisa plasmada en sus labios mientras me escuchaba. Quizás Kian era el chico indicado, porque, a pesar de todos los mensajes sucios que me había mandado, cuando estaba conmigo era diferente y mostraba bastante interés en mí y en mis gustos.

Llegamos hacia donde se encontraban los elefantes, donde uno de ellos tomaba agua cerca de donde estábamos. Kian comenzó a reírse por alguna extraña razón mientras yo miraba fascinada a aquella criatura y por un momento me dio pena que estuviera allí encerrado.

—¿Crees que cuando bebe agua le sabrá a moco? —preguntó Kian mientras intentaba no volverse a reír.

—¿De verdad estás riéndote de esa estupidez? —le pregunté y él asintió mientras volvía a reírse.

El elefante se había quedado mirando en nuestra dirección, como si pusiese que la risa de mi acompañante era porque se burlaba de él y cuando menos lo esperaba, escupió un poco de agua en nuestra dirección, salpicándonos un poco debido a la distancia que nos separaba. Ambos retrocedimos unos pasos y nos reímos, cuando se lo contara a los demás no me creerían.

Quizás ni siquiera creerían que estuve en el zoológico.

Poco después salimos del zoológico, tras haber visto cada uno de los animales que allí había. Me lo había pasado realmente bien, había podido tener una nueva experiencia mientras tenía una agradable charla con Kian, realmente no podía pedir más para una primera cita. Solo esperaba que se volviese a repetir. El chico insistió en acompañarme a casa, pero tuve que convencerle de que no era la mejor idea estando mi padre allí por lo que nos quedamos a unas cuadras de mi casa.

—¿Estás segura de que no quieres que te acompañe? —insistió de nuevo y yo rodeé los ojos.

—Kian, mi padre puede llegar a sacar cosas sobre ti que nadie más sacaría —le dije y él hizo una mueca de horror.

Mi padre había pasado por mucho en su vida, y yo era la única que a pesar de todo lo que había sucedido me había quedado junto a él por lo que me protegía de todo y de todos.

—¿Y crees que Aaron se enfadará si te beso? —preguntó de forma coqueta y yo abrí los ojos de par en par.

—Creo que me enfadaré yo si no me besas en este momento —le coqueteé de vuelta y una sonrisa se extendió en su rostro antes de acercarse y unir sus labios con los míos.

Era un simple roce, nada más, nuestros labios moviéndose al compás, pero eso no hizo que mis sentimientos fuesen menos ya que mi corazón se aceleró y sentí que quería un poco de más de él por lo que le invité a profundizar el beso hasta que nuestros cuerpos pidieron un poco de oxígeno. Tras eso nos apartamos y yo agaché la mirada un poco avergonzada.

—Después de todo lo que nos decimos por mensajes ¿te avergüenzas de un beso? —se burló Kian y yo le golpeé el brazo.

—¿Y qué se supone que significa esto? —pregunté haciendo que su semblante cambiase por unos segundos hasta volver a poner su sonrisa burlona.

—Significa que somos amigos que se besan sin compromiso alguno —comentó y yo me desilusioné un poco al saber que no quería ningún compromiso, aunque por parte era lo mejor.

—Sin compromiso —dije con una sonrisa mientras extendía mi mano y la estrechaba con la suya —. Y ahora me voy.

Tras eso me di la vuelta con la esperanza de que él me parase por mi seca despedida. Kian tomó mi mano y me hizo girar para después plantar sus labios sobre los míos en un casto beso.

—Ya puedes irte —dijo para después darme una nagalda cuando me giré para marcharme, recibiendo de mi parte un bonito corte de mangas.

Después me fui en dirección a mi casa sintiendo como una gran felicidad me llenaba por completo y como una sonrisa estúpida se instalaba en mis labios sin mi consentimiento, pero estaba tan feliz por el beso de Kian que realmente lo demás me daba igual.

N/a: espero que haya gustado y si es así no te olvides de la estrellita 🌟. María xx

I'm not the Magcon girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora