—¡Ivie, tía! —chilló Anna en oído, haciéndome despertar de repente.
Había aprovechado el camino desde el aeropuerto al pueblo de Step para dormir un poco, pero al parecer no me iban a dejar.
—Más te vale que sea importante —mascullé entre dientes mientras me frotaba los ojos.
—Shawn lleva llamándote y hablándote un largo rato, pero como estabas durmiendo tuvo que recurrir a mí —explicó y tras eso me cedió su teléfono dónde había una videollamada empezada.
—¿Qué pasa? —pregunté enfocándome para que mi amigo pudiese verme.
Él hizo una mueca antes de sonreír levemente.
—Jack le ha partido la cara a Kian —dijo con tranquilidad.
Abrí los ojos con sorpresa, no sabía si alegrarme o preocuparme. Pero obviamente quería conocer todos los detalles, porque dejaban lo mejor para cuando yo me marchaba.
—¿Qué dices? ¿Jack está bien? Cuenta —pedí, haciendo reír a mi amigo.
—Oh sí, mira —tras eso enfocó al moreno, el cual saludó a la cámara cuando se dio cuenta y me mandó un par de besos —. Hemos salido un rato todos juntos y nos hemos encontrado con él. Todo iba bien hasta que ha soltado mierda sobre ti.
—¿Qué ha dicho? —pregunté, frunciendo el ceño.
—Estupideces. Lo importante es que después del primer puñetazo de Nate, Jack se ha tirado sobre él con un cabreo impresionante.
—¡Joder Shawn, si incluso tú casi te lanzas! No iba a permitir que dijera esa mierda sobre Iv y se quedase tan ancho —añadió Jack Gilinsky y yo me eché a reír.
—Si estáis bien, es lo importante. Ahora os dejo, que estamos llegando ya. Abraza a Nate y a Jack de mi parte.
—Ni en broma —contestó mi amigo y tras reírse, cortó la llamada.
Le devolví el teléfono a Anna y ambas nos bajamos del coche de su padre, ya que nos había ido a recoger. Nuestro pequeño equipaje lo dejamos en su casa y tras arreglarnos un poco, salimos en busca de la discoteca dónde estaban los chicos. Aunque más bien Anna me guiaba.
—Es la primera vez que entro ahí, esa discoteca es un lujo —me dijo durante el camino.
—Bueno, espero que no tengamos mucho problema. Realmente quiero sorprender a Step.
Cuando Anna había dicho que era de lujo se había quedado corta. Ya el exterior era impresionante, ni siquiera me quería imaginar cómo era el interior. Al parecer en aquel pueblo se movía mucho dinero porque no era normal tener discotecas de ese tipo.
Nuestra suerte fue cuando llegamos a la entrada, y aunque el de seguridad nos puso impedimentos, unas chicas corrieron hasta mí para conocerme y echarse algunas fotos, ya que me habían reconocido. El tipo se dio cuenta de que de alguna forma yo era famosa y tras las fotografías y los saludos, no tuvimos ni un problema para entrar. El interior era todavía mejor, sofás por todos sitios, una gran barra con todo tipo de alcohol, una gran pista de baile e incluso me pareció ver que tenían contratado un DJ famoso. Mientras yo flipaba con lo que veía, Anna estiraba de mí entre la gente hasta los chicos. Al primero que vi fue a Michael, con Vinnie y Ryden, pero mi novio no estaba allí.
—¡Pequeña desastre! —dijo Michael, abriendo sus brazos para mí.
Yo me metí entre ellos, siendo bien recibida en su abrazo.
—Me alegro tanto de que te quedes con Adam. Él tiene al mejor padre del mundo —dije, lo suficientemente alto para que me escuchase.
—Si ella pensaba que dejaría que se lo llevase, la llevaba clara —contestó, orgulloso de haber luchado hasta el final por su hijo.
—Quién diría que tienes veintitrés años —dije, totalmente fascinada por la madurez con la que hablaba.
Él revolvió mi pelo y finalmente me soltó. Tras eso le pregunté por Step y él señaló hacia una zona un poco más apartada de ellos. Entonces lo vi, estaba de espaldas a mí pero sabía que era él. Y estaba con tres chicas que tenían cara de estreñidas. Michael me advirtió que su ex le rondaba y que él estaba intentando aclarar las cosas para que lo dejase, aunque creo que más bien lo hizo para calmar mis celos inexistentes.
Caminé con decisión hasta él y sin poder evitarlo, dejé mi mano en su trasero y lo apreté con descaro haciéndolo sobresaltarse.
—Siento asustarte, cariño —le dije, y sonreí cuando sus ojos se posaron en mí con sorpresa —. Parece que te hemos echado de menos.
Su brazo pasó por mis hombros y me estrechó levemente hacia él. Agachó un poco la cabeza y yo reduje la distancia, buscando sus labios con desesperación, al igual que él buscaba los míos hasta que se unieron en un tierno beso.
—Yo sí que te he echado de menos, pequeña —murmuró aún sobre mis labios.
Step era jodidamente perfecto. Y era por eso que, como era lógico, yo no fuese la única que tenía un ojo sobre él. Aunque yo para él fuese la única.
—Seguimos aquí —dijo una chica, rompiendo nuestro momento.
Yo rodeé los ojos y Step bufó con fastidio.
—Ya te he dicho que no quiero saber nada de ti, y creo que es obvio que mucho menos ahora.
—Es que no me puedo creer que me cambies por ella. ¡Mírala! No se parece a mí en nada —chilló la del medio, a la cual reconocí de inmediato.
Me quedé mirándola, ella era lo que se llamaba la chica perfecta, era guapa y tenía un cuerpo de infarto. Yo nunca había tenido complejos con mi cuerpo, me sentía cómoda y guapa. Pero en ese momento todo lo que me parecía que estaba bien, comenzaba a sobrar a su lado. ¿Cómo iba yo a igualar algo así?
—¡Para ya! Ya está bien, ya he aguantado por demasiado tiempo tus tonterías —le gritó Step, al ver que yo no me defendía.
—Es una niña, Step. Tiene cuerpo de niña y actitud infantil ¿qué te ofrece ella? Vamos Stephen, tú y yo sabemos qué es lo que tú mereces —intentó convencer a mi novio —. Ya no tienes nada que decir ¿verdad?
Y aunque la rabia me consumía, era incapaz de decir alguna palabra. Tenía razón.
—No, eres tú la que actúa infantil intentando hacerla sentir mal para que tus amigas se rían. Ella no tiene tu cuerpo, ella no se parece a ti y es por eso que tú te sigues arrastrando y ella no necesitó nada más que ser ella para tenerme a sus pies —le contestó mi chico, callando su boca.
Me quedé mirándolo, sorprendida por sus palabras, las cuales me reconfortaron e incluso me devolvieron parte de mi confianza. Ella tenía razón sobre algunas cosas pero mi novio también. Y lo único relevante era lo que él opinaba.
—Te dejo cerrándole el pico, tú lo haces mejor —le dije a Step y el sonrió como un niño pequeño. Besé sus labios y tras eso me fui en busca de los demás.
A partir de eso, el caos se desató. Cerca de dónde estaba, un sofá salió ardiendo por culpa de un cigarro y todo el alcohol derramado solo hizo que aquello se expandiera, tanto las llamas como el humo. A eso se le sumaba que estaba sola, que no lograba distinguir a nadie conocido y que no sabía dónde estaban las salidas de emergencia, no sabía nada. Y me asusté, me asusté muchísimo.
N/a: espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟 María xx
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I'm not the Magcon girl.
FanfictionIvie Mayer, mejor conocida como Ivie's life en su canal de youtube o como la nueva chica de Magcon por todas sus fans. Ella ha tenido el placer de convivir gran parte de su vida con aquellos chicos, de empezar en el mundo de internet gracias a ellos...