España nos estaba esperando y yo no podía estar más ilusionada por visitarla. Lo único que hubiese deseado evitar había sido la despedida con los otros chicos. Esos cuatro se habían hecho de querer.
Íbamos en el tour bus hacia el aeropuerto, teníamos un par de horas de viaje ya que habían reservado el vuelo en otro lugar para que no se llenara de fans. En realidad para nosotros no era ningún problema, el problema lo tenía Bart. Por mi parte, estaba realmente aburrida puesto que los chicos estaban durmiendo. Habían salido todos a despedir a Mahogany excepto Shawn.
Cada uno estábamos en nuestra cama y yo lo único que hacía era escuchar música mientras hablaba de cualquier estupidez con los chicos. La cortina se abrió y sin decir nada, Shawn se coló en mi espacio y se tumbó a mi lado. Si aquel espacio ya era pequeño para una persona, ya podréis imaginar para dos.
—Qué haces? —pregunté bastante confundida, ya que su actitud era incomprensible.
Un día me decía que me quería y me besaba y luego me ignoraba. Lo peor era que eso me confundía cada vez más.
—He visto la marca en tu brazo ¿quién lo ha hecho? —preguntó frunciendo el ceño.
Él se había tumbado boca arriba, con las manos en su estómago y la vista fija en la parte superior. Él ni siquiera podía dirigirme la mirada.
—Me golpeé contra la puerta del baño —inventé, ya que para el poco tiempo que me quedaba no quería causar un escándalo.
Además Bart no se atrevería a ir contra ellos. Y sería su palabra contra la mía.
—¿De verdad? —preguntó, sabiendo que estaba mintiendo —. Que raro... Tú golpeándote con algo —se burló —. Lo que me extraña es que no te hayas caído por unas escaleras.
Una sonrisa se deslizó en mis labios y golpeé su brazo con suavidad, a la vez que él se reía.
—Creo que Taylor subió el vídeo a instagram —murmuré, empezando a reírme junto a él.
—¿También te caíste?
—¿De verdad lo estas dudando? —inquirí, haciendo que nuestras carcajadas aumentasen.
No era ningún secreto que yo era experta en caerme y golpearme. Había días en los que me levantaba patosa y pasaba más tiempo en el suelo que de pie. Al principio, los chicos creían que exageraba, pero con el tiempo pudieron verlo por ellos mismos.
—No sé cómo Taylor sigue vivo.
—Paciencia viejo amigo, las venganzas se tienen que calcular bien —murmuré, como si fuese la villana de una película haciendo que Shawn riese de nuevo.
Yo acompañé sus risas pero mi atención se había clavado en él, en la forma en la que se elevaban sus mejillas al reír y como sus ojos se achinaban. Él era tan guapo, con sus facciones bien definidas pero dulces, su pelo castaño y aquella sonrisa que te podía poner los pelos de punta. Seguía sin entender como alguien como él se había fijado en alguien como yo.
Y me di cuenta de que no tenía que buscar al que me hiciese sentir bien un rato, sino el que me hiciese feliz toda una vida. Yo lo tenía delante de mis narices y había tardado años en averiguarlo. Mientras lo miraba me prometí que cuando volviese a verlo, intentaría todo con él.
—¿Estás emocionada por visitar Madrid? —preguntó, con un tono curioso en su voz.
—Sí, quiero ver a Dest y a Rubén —le dije, emocionándome tan sólo con imaginar la escena.
—¿Y tu madre? ¿Que harás? Sé que no es fácil para ti.
—Está bien, ella tiene que comprender que no podía defenderla —informé, haciendo una mueca a la vez.
—Ya, pero según lo que me has contado sobre ella.. —comenzó a murmurar, sin tener mucha idea de qué decir.
—No intentará entenderlo —completé e hice como si un escalofrío me recorriese por todo el cuerpo —. Vaya bruja.
—No seas cruel, Iv —me regañó pero incluso él no fue capaz de aguantar la risa.
Y si hablábamos de su risa, aquella que me hacía estremecer y que sabía que quería escucharla hasta el fin de mis días.
—Te he echado de menos —murmuré, haciéndome una bolita a su lado.
Enredé mis piernas con las suyas, dejé mi mano sobre su pecho y mi cabeza cerca de su cuello. Él suspiró y puso su mano en mi cintura.
—Seguro que no ha sido ni la mitad que yo a ti —contrarrestó, aunque no en forma de reproche. Aquella era su forma de decirme que también me había echado de menos.
—No parecía hacerlo, te veías tranquilo cuando me ignorabas.
—Eso no significa que no estuviese muriendo por dentro cada vez que te tenía a mi lado y no podía hablarte. Me has mal acostumbrado a ti —dijo de forma tierna.
No quise más palabras, puesto que todo estaba dicho. Me removí para acercarme más a él y cerré los ojos, embriagándome de la paz que me transmitía siempre.
La relación que tenía con él no la cambiaría por nada del mundo y me alegraba saber que poco a poco la íbamos recuperando.
N/a: espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟 María xx
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I'm not the Magcon girl.
FanfictionIvie Mayer, mejor conocida como Ivie's life en su canal de youtube o como la nueva chica de Magcon por todas sus fans. Ella ha tenido el placer de convivir gran parte de su vida con aquellos chicos, de empezar en el mundo de internet gracias a ellos...