Los días pasaban y pasaban, en menos de lo que me había dado cuenta, había pasado un mes desde la última vez que vi a mis amigos. Seguíamos en contacto, si no podíamos llamarnos, hablábamos por mensajes pero aún así fue horrible. Por si fuese poco, también tuve que aguantar durante todo el mes a mi madre, la cual me regañaba por cualquier cosa. Y es que Brandon y los demás tenían que terminar su viaje y por suerte, en un par de días estaría con ellos.
Lo bueno de estar en Madrid es que estaba aprendiendo muchas cosas de la cultura española y los amigos de Destiny eran muy graciosos, lo cual me facilitó la adaptación. Con mi padre había hablado por teléfono y me prometió que él no firmaría nada parecido a eso y que estaba esperando mi vuelta a casa. Pero antes de ir, quería visitar un par de semanas Reino Unido.
Quizás era por eso que mi madre estaba subiéndose por las paredes, no había conseguido su propósito.
—Empaná —murmuró Mangel, dándome un golpe en el hombro.
Yo miré al moreno y le saqué mi dedo corazón mientras sonreía.
—Ya me echarás de menos —le dije, haciendo reír a los demás.
—¿No puedes quedarte unas cuantas semanas más? —dijo mi hermana, poniéndome cara de perro abandonado.
Destiny parecía otra persona diferente a la conocía, ella solo había estado demasiado influenciada por el carácter rudo de mi madre. En realidad era una persona increíble y, después de hablar con ella, supe que mi madre era quién le metía las ideas tan absurdas sobre mis amigos y que en realidad no les caía tan mal.
Sinceramente, esperaba convencerla de irse a Nebraska y vivir allí una temporada con nuestro padre. Ella podría ser como era en realidad y mi padre estaría muy feliz. Y él se lo merecía.
—Vente a Nebraska, ya te lo he dicho —persuadí nuevamente, haciendo que Rubén tapase sus orejas mientras la acercaba a él.
—No escuches a ese demonio —chilló mirando en mi dirección —. ¡No te la llevarás!
—Pero vente tú también —reproché haciendo que su rostro cambiase a uno pensativo.
Rubén podía llegar a ser un poco corto con ciertas cosas.
—Me gusta la idea —añadió, sobando su barbilla actuando como si pensase.
—¡Para! —le chilló Destiny a su novio, atrapando su cara entre sus manos —. Mira, se está quemando tu cerebro. No lo uses más.
Hubo unos segundos de silencio, intentando creer que realmente Dest estaba gastando una broma y después empezamos a reír sin parar, incluso el propio Rubén lo hizo.
A todos nos gustaba la nueva Destiny.
—Bueno chicos, ha sido un placer conoceros y espero que me visitéis —me despedí de los amigos de Dest, puesto que era el último día que los vería.
—Eso ni se duda —dijeron y yo sonreí satisfecha.
No mentiría, sabía que también los echaría de menos.
***
Estaba sentada en uno de los bancos del aeropuerto, esperando a mis cuatro amigos inútiles, que habían olvidado por completo que llegaba a su país. Para colmo, desde dónde se encontraban hasta el aeropuerto había una hora.
Lo malo de estar aburrida es que nada bueno pasaba por mi cabeza y fue por eso que llamé a Shawn, ensayando mi voz para la broma que pensaba gastarle. Shawn apareció en mi pantalla con una sonrisa, detrás de él estaban Cameron y Jack J, y podía escuchar las voces de los demás.
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I'm not the Magcon girl.
FanfictionIvie Mayer, mejor conocida como Ivie's life en su canal de youtube o como la nueva chica de Magcon por todas sus fans. Ella ha tenido el placer de convivir gran parte de su vida con aquellos chicos, de empezar en el mundo de internet gracias a ellos...