I'm not the Magcon girl.

Day 27.

Nate y yo habíamos salido en busca de comida a un McDonald's puesto que con todo el viaje no nos había dado tiempo a comer al llegar al hotel. Nate se había ofrecido a ir porque estaba cansado de estar encerrado y yo solo para devolverle la broma a Sam ya que le compraríamos la comida. La verdad era que Sam se había pasado con su broma, nada más abrir la puerta se cayeron un par de vasos que tiraron gran parte de los demás y la habitación acabó llena de agua. Luego Bart nos regañó a Shawn, Jacob y a mí cuando no teníamos culpa y nos hicieron recoger todo, por lo que Sam estaba en un gran problema.

Mientras que Nate pedía toda la comida, que era bastante, yo me acerqué a un supermercado que había visto cuando íbamos hacia el McDonald's y compré unos sobres de kétchup y un bote de mayonesa y un paquete de galletas oreo. Después me reuní de nuevo con Nate y él me dejó el vaso de Sam, del cual me bebí todo el refresco y me comí su helado. Estaba segura que cuando llegase al hotel no tendría hambre pero Nate me había comprado una hamburguesa y un refresco para que no sospechase demasiado.

—¿Estás segura de que quieres comenzar la guerra? —me preguntó cuándo nos paramos unas calles antes de llegar al hotel para dar el cambiazo.

—Oh... esto ya ha comenzado —dije mientras ponía la bolsita de kétchup en el interior del refresco con la pajita dentro y tras eso cerré el envase de nuevo.

Con el helado fue igual, lo cambié por la mayonesa, le puse las galletas por encima y lo cerré así que cuando él intentase beber o comer, se llevaría la sorpresa puesto que al estar tapado no se lo podría imaginar.

—Por cierto, para estar en el mismo lugar todo el día tú y yo hablamos cada vez menos —apuntó Nate mirando hacia el suelo que pisaba al caminar y con una mano en su nuca.

—¿Es que me echas de menos? —le pregunté con tono burlón, enarcando una ceja.

—No, es que estaba acostumbrado a escucharte contar tus historias que no me importaban y es raro no hacerlo ahora. Oye ¿y Kian qué? No hablas mucho de él.

Hablando de él, la verdad es que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo o siquiera de dónde se encontraba puesto que no respondía ni mis llamadas ni mis mensajes, aunque sí que subía fotos y escribía en twitter por lo que me estaba ignorando. En cierta parte me molestaba que hiciese eso pero tampoco quería arruinar la oportunidad de vivir una experiencia como la que estaba viviendo por algo así. Suponía que ya se arreglaría.

—No he podido hablar con él —me limité a decir, no quería dar detalles para que no estuviesen preguntando más cosas.

—Sí bueno... Dame las cosas de Sam, si se lo das tú seguro que no prueba nada —sugirió y yo le di con rapidez la bolsa, ya que quería que funcionase.

En la entrada del hotel había unas cuantas fans esperando para vernos, por lo que tuvimos que pararnos un rato ya que hacía calor y ellas estaban esperando sin importarles nada. Las chicas me hablaron en argentino ya que era muy parecido al español y podía entenderlas. Incluso me enseñaron alguna que otra palabra que ya no recordaba, porque yo tenía una memoria de pez para esas cosas. Me preguntaron muchas cosas sobre los chicos y Nate no paraba de mirarnos como si tuvieses una segunda cabeza saliendo de nuestro cuello ya que no entendía ni media.

Cuando nos echamos fotos con todas y nos dieron todo lo que habían llevado, nos dirigimos hacia el interior y subimos a la planta correspondiente para después entrar en la habitación de Nash, Sam y Nate puesto que allí nos esperaban todos para comer. Cierto era que la distribución de las habitaciones la habían hecho de una forma extraña pero estábamos satisfechos con quiénes nos había tocado. Al entrar comenzaron a aplaudir por llegar al fin con la comida, la cual dejamos en el centro del círculo que habían formado. Yo me senté entro Jack J y Jack G, separando al dúo.

Los chicos sacaron sus móviles y comenzamos a echarnos fotos para subirlas a todos sitios y así animar también a las fans que no nos podían ver en persona. En la mayoría yo salía dándole bocados a mi hamburguesa o separando a los Jacks cuando intentaban hablar como si yo no existiese.

—Acaban de ponerme un tweet diciendo que Ivie es la única capaz de separar a ese par y quedarse tan tranquila —comentó Taylor, haciéndonos reír a todos.

—Nosotros somos más fuertes —le dijo Johnson a Gilinsky y éste asintió repetidas veces.

Después alzaron sus manos para chocarla por lo que yo puse la mía y ellos me dieron a mí en vez de chocarla entre ellos. Jack G me miró fijamente durante unos segundos para después deslizar una sonrisa y envolver mi cuello con su brazo, dejándome inmovilizada para poder despeinarme con su mano libre.

—¡Gilinsky que me sueltes! —dije entre risas a la vez que intentaba cogerle el pie para quitarle el zapato y hacerle cosquillas.

De fondo podía escuchar a los demás riendo aunque yo estaba más centrada en sofocar mi risa y en alcanzar el pie de Jack. Finalmente conseguí hacerlo y quité su zapatilla pero hice una mueca y di un grito de horror al llegarme el apestoso olor.

—Acabas de matarme —comenté mientras me tumbaba en el suelo, haciendo como si estuviese muerta.

—Venga, no es para tanto —dijo él, dándome en el brazo para que me levantase.

—Tus pies han envenenado mis patatas con su olor —dijo Nash, que estaba a su lado, haciéndonos reír de nuevo a todos.

Tras eso me senté de nuevo bien y miré a Sam el cual acababa de sacar su comida e iba a darle un sorbo a su refresco. Puso la pajita en su boca y absorbió, haciendo una mueca cuando su "refresco" tardaba en subir por lo que absorbió con más fuerza. El kétchup llegó a su boca y él empezó a escupir y a maldecir mientras que a mí se me escapaban las lágrimas de la risa.

—Nate, hermano, ¿por qué la has dejado hacer esto? —le preguntó y Nate se encogió de hombros.

—Tu broma se fue de las manos también —le contestó, siendo apoyado por Shawn y Jacob.

—Cuando le conté a Bea todo no paró de reír por lo estúpidos que habíamos sido al recoger lo que hiciste.

—Y mejor no hablamos de todo lo que nos dijo Bart —añadió Shawn, a lo que Jacob y yo le dimos la razón.

—Bueno admito que es una vieja broma pero que es buena, bien hecho Iv. Ahora dime que no hay más —me pidió Sam con cara apenada y por un momento dudé en si decirle que su helado no era realmente un helado.

Después recordé todo lo que nos dijo Bart y la de tiempo que nos llevó limpiar todo y se me pasó, por lo que negué con la cabeza intentando no largarme a reír. Y tuve que agradecer a Nate que me salvase interviniendo en la conversación.

—La he vigilado y solo ha hecho eso, puedes comer tranquilo.

Seguimos comiendo como si nada hubiese ocurrido y llegó la hora del postre. Sam miró el helado un par de veces con el ceño fruncido y después miró a Nate y a mí. Yo me hice la despistada como si estuviese mirando a Shawn con cara de pena y que pensase que estaba más preocupada por mi relación con él que por su helado, a lo que pareció funcionar puesto que se encogió de hombros e introdujo la cuchara en el envase.

No es que no me importase lo de Shawn o lo de Kian, ero como ya había dicho, las cosas se arreglarían con el tiempo y no podía dejar que las pequeñas cosas me arruinasen una experiencia tan bonita. Aunque admitía que el hecho de que mi mejor amigo me ignorase me estaba quemando por dentro.

Volví mi vista a Sam, que llevaba la cuchara a su boca. Eché un rápido vistazo a Nate, el cual lo miraba impaciente y rápidamente volví a mirar a Sam. En el momento en el que saboreó el contenido de la cuchara, comenzó a escupir y a hacer caras raras. Al parecer la combinación de mayonesa y oreo no era la mejor.

—¡Sabía que tenías algo más preparado! —dijo apuntándome con el dedo pero yo estaba demasiado ocupada riendo.

—¡Era obvio que lo tendría! —le respondí y volví a reír, lo que hizo que su ceño se relajase y las risas comenzasen a brotarle a él también.

—Chicos y chica —comenzó a decir Aaron, poniéndose en pie —. La batalla de bromas ha comenzado. Que gane el mejor.

N/a: espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟 María xx