Day 40.

4.2K 293 72
                                    

Supuestamente tendría que estar visitiéndome y arreglándome, pero me encontraba tirada en la cama, con tan solo la toalla rodeando mi cuerpo y hablando por videollamada con Shawn.

—Entonces... ¿qué harás?

—Salgo con Valeria, la hermana de Step —respondí un poco insegura.

—Oye... —comenzó a decir, él estaba nervioso y ni siquiera era capaz de mirar a la pantalla —. Esto es difícil.

Mi corazón comenzó a latir con rapidez, o él tenía que darme una muy mala noticia o, al fin, había decidido pedirme salir. Y rezaba porque fuese la segunda.

—Puedes confiar en mí —le dije, con una sonrisa, intentando transmitirle seguridad.

—Mira... Sé que saldrás por ahí y... No quiero que te preocupes por mí si algún chico se acerca y tú estás interesada. Sé que no somos nada y, por lo tanto, no te recriminaré nada —me dijo, tomándome por sorpresa.

Parpadeé un par de veces y aclaré mi garganta.

—Oh... —murmuré, totalmente desconcertada —. Eh... Sí claro... Pero ¿es que tú has hecho algo y por eso me dices esto? —pregunté, sin darme cuenta.

—¡No, no! Solo que no quiero que te sientas atada —dijo apenado.

—Yo no me sentiría así... Si estoy con la persona que quiero ni se me pasaría por la cabeza fijarme en nadie más —le hice saber, a lo que tragó saliva y me miró dudoso —. Es más... Creí que por fin seríamos algo más.

—Ivie... Es complicado... Vas a conocer a mucha gente y...

—Lo entiendo —le interrumpí, ya que no quería escuchar más —. Bueno, tengo que irme.

Tras eso colgué la llamada, puesto que no estaba preparada emocionalmente para mi que tuviese que decirme. Me levanté de la cama, dejé la toalla en el suelo y me puse mi ropa interior. Tras eso caminé hasta el armario y saqué unos pantalones, un jersey y un abrigo junto a unas botas. Allí hacía mucho frío y daba gracias a que Step tuviese calefacción en casa y por lo menos allí no tuviésemos que ir con tanta ropa.

Me vestí lo más rápido que pude y corrí hacia el baño para maquillarme. Una vez lista, guardé mi móvil en el bolsillo del abrigo, junto a algo de dinero y mi carnet de identidad, por si acaso. Valeria irrumpió en mi habitación para ver si estaba lista, y una vez comprobado que no llevaba todo, salimos de la habitación y después de la casa. Frente al garaje, había un coche negro aparcado al cual nos acercamos y subimos, llevándome así con sus amigos para conocerlos.

Las amigas de Valeria eran... Extrañas. Aunque ella ya lo era de por sí. Casi que me había obligado a salir con ella y una vez allí, me presentó a sus amigas y se olvidó de que existía. Tampoco podía pedir mucho, no teníamos nada de confianza y estaba casi segura que Step le había pedido que me llevase con ella.

Resoplé con fastidio y miré hacia el grupo de amigas, que hablaba animadamente, excepto una de las chicas, que estaba tan perdida como yo. Tomé aire y me acerqué a ella.

—Me gusta tu pelo —comenté, observando el pelo rosado de la chica. Era una maravilla.

—A mí me gustan tus vídeos —me dijo, con una tierna sonrisa que me hizo sonreír a mí también —. Soy Anna.

—A mí creo que ya me conoces, pero encantada —le dije, para después soltar una risa.

Siempre me había costado mucho relacionarme con las chicas, no sabía si era por juntarme siempre con chicos o qué, pero con aquella chica era diferente. Me sentía a gusto.

—Me gustaría ser tu amiga —murmuró ella y yo sonreí. Después le tendí mi mano y ella la agarró con firmeza.

—Ya lo somos —añadí, guiñándole un ojo.

***

Del parque en el que habíamos estado, nos habíamos marchado a un bar para cenar y después a una discoteca. Las amigas de Valeria y ella nos habían dejado solas a Anna y a mí, haciendo que así nos llevásemos incluso mejor. Eran muy raras. Según me había contado la chica, ellas eran amigas desde la infancia y les costaba aceptar a nueva gente, por eso era que ella nunca hablaba con ninguna.

Estábamos en mitad de la discoteca, haciendo un pequeño círculo con los chicos, ya que como ellas no hablaban yo los había llamado y estaban más que encantados de unirse. Anna estaba a mi lado, bebiendo un chupito y cuando menos lo esperé, lamió la sal de mi mano, dejando sus babas en ella.

—¡Tía! —me quejé y después reí —. Eres una cerda.

Ella me sacó la lengua y después se giró para hablar con Ryden. Yo miré al frente y vi a Step mirándome, a lo que le sonreí y tomé mi chupito bajo su atenta mirada, cogí la mano de Anna donde tenía la sal e hice lo mismo que ella para, finalmente, morder el limón.

Si dijese que iba bien, mentiría.

—Me gustaría probar eso —dijo Step, poniéndose a mi lado. Al parecer Vinnie había huído.

Eché sal en mi mano y se la puse al lado. Él pasó su brazo por mis hombros y lamió mi mejilla.

—¡Step! —chilló Anna, captando nuestra atención —. Dame eso y bésala de una vez.

Anna le arrebató el chupito con una sonrisa mientras que yo la miraba como si le hubiese salido una segunda cabeza. Step se giró, enfocó su vista en mis labios y suspiró.

—Si me besas, lavaré mi boca con lejía —lo piqué y el sonrió de lado.

—¿Acaso crees que me importa? —preguntó de forma irónica.

Tras eso apretó su agarre, acercándome a él y agachó su cabeza hasta dar con mis labios. Lo que pensaba que sería un simple roce inocente, fue en realidad algo más brusco puesto que a los dos segundos Step había pedido permiso para profundizarlo, mordiendo mi labio inferior, y yo tan solo lo dejé hacer.

Ups.

N/a: espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟 María xx

I'm not the Magcon girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora