Day 68.

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Cuatro años más tarde.

Desperté debido al dolor de cuerpo que tenía, sin embargo, el dolor de cabeza superaba a cualquier otro. Abrí los ojos con dificultad y parpadeé un par de veces para acostumbrarme a la luz antes de mirar a mi alrededor. Estaba metida en la bañera junto con Shawn, el cual estaba debajo de mí con su mano sosteniendo mi cintura fuertemente. Después visualicé a Kian sentado en el váter y con el cuerpo apoyado en la pared por lo que dormía sin caerse. Aquella escena me hizo reír y me recordé hacer unas fotos para chantajearlo. Nuestra mierda estaba resuelta y nos intentábamos llevar bien.

Entonces recordé por qué estábamos allí y es que Taylor y Cameron habían organizado una fiesta en casa y a todos se nos había ido la mano con el alcohol. Yo no recordaba más o menos la mitad de la noche y además añadía que había dormido en la bañera. Bien no íbamos ninguno.

—Shawn, cariño, despierta —dije suavemente debido a mi dolor de cabeza y al que podría tener él.

El murmuró algo y tan solo giró la cabeza por lo que volví a llamarlo hasta que finalmente abrió un ojo y me miró. Después sentí su mano traviesa abriéndose paso entre mis piernas en busca de una sola cosa, pero no era el momento más apropiado.

—Sabes que nunca me niego a uno por la mañana pero mira donde estamos —susurré, haciéndole fruncir el ceño.

Shawn miró a su alrededor y maldijo en susurros para después sobar su frente, estaba segura que le dolía tanto como a mí.

—Salgamos de aquí, necesito algo que me quite el dolor o juro que me estalla la cabeza.

Me levanté, con cuidado de no pisarlo, y salí de la bañera, siendo seguida por mi novio que puso su brazo sobre mis hombros. Me paré frente a Kian, sacando mi móvil del bolsillo y haciendo un par de fotos para después salir del cuarto de baño.

Fuimos directamente a la cocina, donde sabíamos que tenían las aspirinas para el horrible dolor de cabeza, encontrándonos a Taylor por el camino.

—¡Buenos días! ¿Es cómoda la bañera?

—Podrías habernos despertado para dormir en otro lugar —mascullé, sintiendo el dolor en mi espalda.

Y no quería ni pensar en el dolor que tendría Shawn, puesto que después de todo yo había dormido sobre él.

—La última vez que Cam lo hizo, casi le arrancáis un ojo —se quejó y yo le golpeé el brazo con fuerza.

Taylor se sobó la zona afectada pero se rió haciendo que mi cabeza palpitase.

—¿Pero tú es que no tienes resaca? —pregunté de mala gana, y Shawn apretó mi hombro.

Por mi parte, ignoré ese gesto porque sabía que Tay no se enfadaría puesto que ya nos habíamos aguantado muchas veces.

—Antes de ponernos como vosotros, Cam y yo nos marchamos a hacer nuestras cosas.

Shawn y yo soltamos un quejido y nos marchamos antes de que decidiera darnos más detalles, pero no sin escuchar antes como se reía de nosotros. Lo que no sabía es que iba a cobrar mi venganza por ello.

Al llegar a la cocina, vi a Jc durmiendo sobre la mesa por lo que golpeé con suavidad a Shawn para captar su atención y que lo viese también. Tras eso cogimos un par de aspirinas y las tomamos con un poco de agua.

—Estamos ya viejos para esto —murmuró Shawn y yo me giré a mirarlo mientras reía.

—Si tienes veinticuatro, tonto. Y hasta hace un par de años no empezaste a beber.

—Era un buen chico, me habéis llevado por el mal camino.

—Bueno, aún tienes dos meses antes de casarnos para saber si quieres seguir por el mal camino — le dije, pasando mis brazos por sus hombros.

—Es divertido —contestó, encogiéndose de hombros.

Iba a responderle pero la idea de besarlo era más interesante y eso fue lo que hice. Sin embargo lo que iba a ser un simple roce inocente, acabó convirtiéndose en un beso más profundo en el que las manos de mi chico acariciaban la piel de mi espalda como si no hubiese un mañana y yo enredaba mis dedos en su pelo.

De repente sentimos algo sobre nuestras cabezas que nos hizo separarnos. La tela cayó en mis manos y no pude evitar carcajear al ver que era la camiseta de Jc. Lo miré sobre el hombro de Shawn y él nos dedicó un bonito corte de mangas, a lo que yo le saqué la lengua.

—Mejor lo dejamos para casa —susurró mi novio en mi oído.

—¡Sí, mejor! —chilló Jc, respondiendo a Shawn.

El apoyo de nuestros amigos siempre tan incondicional.

Espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟. María xx

I'm not the Magcon girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora