Era el día de Navidad y habíamos decidido reunirnos para comer todos juntos, ya que después cada uno se iría a visitar a su familia. Taylor ofreció su casa para celebrar la comida, puesto que a excepción de la mía, era la única decorada. Los demás decían que para después tener que quitar todo, preferían no poner nada directamente. Y en mi casa no se podía hacer porque estarían los hijos de la mujer de mi padre, así que no era plan.
Yo había llegado un par de horas antes junto con Destiny y Rubén para ayudar a Taylor con lo que necesitase. Aunque muchas cosas tenían que traerlas los demás, que eran los encargados de comprarlas.
-Que raro no tener a Cameron revoloteando a tu alrededor -me burlé y Taylor me asesinó con la mirada.
-Sois todos peor que un grano en el culo -se quejó, a lo que me reí.
Después me acerqué y le besuqueé la cara hasta que sonrió y me los devolvió con cariño.
-¿Colocamos los regalos debajo del árbol? -dijo Dest, asomándose por la puerta.
-Sí, sí. Los de Tay también, por favor -le contesté.
Dest asintió, sin embargo no se marchó sino que se quedó mirándome. Tras eso suspiró y entró en la cocina, hasta posicionarse a mi lado, con su mirada fija en sus manos. Cierto era que la había estado notando muy rara pero aquello me confundió por completo.
-Quiero darte mi regalo... -murmuró casi en un susurro.
Taylor dejó de hacer lo que estaba haciendo para girarse con curiosidad mientras que mi hermana se llevaba la mano al bolsillo y me daba una bolsa blanca. La miré unos segundos antes de cogerla y abrirla para sacar lo que había en su interior. Una vez que lo tuve en mis manos, me quedé congelada al ver lo que era. Miré a Taylor, que tenía su boca abierta y después a mi hermana, antes de tirarme sobre ella para abrazarla con fuerza.
Su "regalo" no había sido ni más ni menos que un test de test de embarazo, obviamente positivo. No me podía creer que iba a ser tía.
-¿Desde cuándo lo sabes? ¿Se lo has dicho a Rubén? ¡No me lo puedo creer! -chillé, emocionada.
-Con lo que has gritado seguro que se ha enterado -apuntó Taylor y yo le di una pequeña patada en la pierna.
-Lo sé desde esta mañana y sí, lo sabe también Rubén.
-¿Te importa si le gasto una broma a mi chico? -le pregunté a mi hermana, haciéndole reír mientras asentía.
-Ya vas a hacer que se desmaye otra vez.
-Va a ser tan divertido -le dije a Taylor.
Tras prepararlo todo, volvimos a nuestras cosas. Poco después comenzaron a llegar nuestros amigos, el primero obviamente fue Cameron acompañado de Nash. Después llegaron Nate y Sam junto con Aaron y Matt. Jacob también se unió a la comida e invitó a Bea, lo cual nos hizo muy feliz a todos. Y finalmente llegaron los Jacks con mi novio y las bolsas de comida y regalos.
Añadimos a la mesa unos cuantos platos con la comida que habían traído y nos sentamos todos a comer entre anécdotas y risas. Nate se dedicó a recordar momentos vergonzosos de mi vida hasta que le tiré un trozo de pan y le di en la frente. Creo que entonces entendió que era hora de parar porque me estaba poniendo demasiado en ridículo.
-Aaron, Matt y yo hemos traído tarta -dijo emocionado Nash, haciéndonos reír.
Se levantó junto a Taylor y trajeron platos y cubiertos para todos y una tarta de nata, al menos por el exterior. Destiny se ofreció a repartir, puesto que yo estaba en una punta de la mesa y los chicos no querían hacerlo. Yo estuve pendiente también de ver si Rubén se sentía cómodo y me alegró ver que no tenía ningún problema para hablar con los demás. Además que mis amigos me aseguraron hacer todo lo posible para que se sintiesen cómodos los dos.
Shawn puso su mano en mi pierna y me dio un suave apretón para captar mi atención.
-Te tengo una sorpresa -murmuró, acercándose un poco a mí.
-Y yo también -añadí antes de besarlo.
-Y luego somos nosotros los pegajosos -gritó Cameron, haciendo que los demás gritasen también.
Shawn se rió con algo de vergüenza y yo rodeé los ojos con fastidio, ya que ni besarme con mi novio me dejaban.
-¡Hora de los regalos! -gritó Sam, aún con tarta en su boca.
Tras eso se levantó y corrió junto al árbol, tomando todos los paquetes que llevaban su nombre. Los demás no dudamos en hacer lo mismo y en menos de lo que cantaba un gallo, estábamos todos reunidos alrededor del árbol.
Con disimulo me fui acercando a Shawn hasta estar frente a él. Mi hermana me había vuelto a dejar el test y yo lo guardé en el bolsillo trasero de mi pantalón. Detrás de mí se puso Taylor, grabando con mi móvil con la escusa de tener algo para YouTube.
-Tengo que darte mi regalo -le dije a Shawn, fingiendo un poco de nervios. Saqué el test de mi bolsillo y extendí mi mano con él, en su dirección.
La cara de mi novio fue un poema y cada vez se estaba poniendo más blanco. Por un momento temí que se desmayase.
-¡Oh dios mío que alguien lo agarre! -chilló Jack J, poniendo sus manos en los hombros de mi novio.
-Esto es una broma ¿verdad? -preguntó Jack G, frunciendo el ceño.
-Hacedle aire y traed agua -dijo Cam, antes de salir corriendo a la mesa a por algo de bebida mientras que Matt y Aaron le hacían aire a Shawn.
Mi novio tan solo me miraba, incrédulo. Al ver su cara no pude aguantar y grité que era una broma, que no se asustase tanto y que el test era de mi hermana. No me quedé tranquila hasta que él me aseguró que estaba mejor, que solo se había quedado en shock porque no lo esperaba para nada.
Después se armó un gran jaleo de felicitaciones a mi hermana y a Rubén. Yo me giré a Taylor y revisamos el vídeo entre risas, pero entonces mi amigo subió la mirada su mandíbula casi se descuelga de lo abierta que tenía la boca, por lo que me giré para ver que era lo que lo tenía de tal manera. Cuando lo hice, me encontré a Shawn sobre una rodilla, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué haces? -pregunté con un hilo de voz.
-Jamás he estado tan seguro en mi vida de algo, y es que te amo y quiero estar contigo siempre. Esto no quiere decir que debamos hacerlo ya pero ¿quieres casarte conmigo? -me preguntó y yo me tapé la cara mientras empezaba a llorar.
Segundos después sentí sus brazos rodearme en un abrazo y sus labios sobre mi cabeza dejando unos cuantos besos.
-Pero dile que sí -gritó Sam, animando a los demás a gritar lo mismo.
Me separé un poco de Shawn y puse mis manos en sus mejillas, mirándolo con toda la ternura posible.
-Claro que quiero, mi amor -murmuré antes de besarlo con los gritos de los chicos de fondo.
-¿Entonces para cuando voy a tener que comprar un regalo para tu boda? -preguntó Nate, sacando un porro de su bolsillo.
-Tranquilo, por ahora puedes seguir gastando tu dinero en vicios -contesté y le saqué la lengua a modo de broma.
-Bueno... Definitivamente hay que decir ¡feliz Navidad! -dijo Cam, quien estaba abrazado a Tay.
-¡Feliz Navidad! -gritamos los demás.
Sin duda, la mejor Navidad de toda mi vida.
Espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟. María xx
ESTÁS LEYENDO
I'm not the Magcon girl.
FanfictionIvie Mayer, mejor conocida como Ivie's life en su canal de youtube o como la nueva chica de Magcon por todas sus fans. Ella ha tenido el placer de convivir gran parte de su vida con aquellos chicos, de empezar en el mundo de internet gracias a ellos...