Day 64.

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Shawn estaba muy enfadado y sobretodo muy, muy, muy celoso. En gran parte era mi culpa, yo le dejé leer mi historia y el hecho de saber que Step y sus amigos vendrían de visita, lo hicieron perder un poco los papeles. El problema estaba en que eso solo era una tapadera y en realidad la que llegaba era su hermana, quería sorprenderlo y me pidió ayuda.

Shawn siempre me decía que echaba de menos a su familia y que le gustaría pasar más tiempo con su hermana, y tras hablar con ella decidimos sorprenderlo en su cumpleaños. Habíamos organizado una fiesta sorpresa en mi casa, la cual estaban preparando los demás mientras que Aaron, Taylor, Cam y yo íbamos a por Aaliyah. Sin embargo, antes de ir a por ella, les pedí que me dejasen cinco minutos en casa de Shawn, necesitaba calmarlo.

Ni siquiera sé cómo conseguí que me abriese la puerta, pero su expresión de enfado completo me hacía ir con cuidado y elegir cada palabra meticulosamente.

—Cariño, es tu cumpleaños, realmente no quiero que estemos así —murmuré, con cautela.

El me miró, atónito, enarcando una ceja. Se cruzó de brazos y paseó de un lado a otro, frente a mí.

—¿Cómo quieres que esté? Sabes que no soy así, pero no puedo dejar pasar que vas a verte con el tío del que has escrito una historia en la que acabas con él —me echó en cara, y visto así solo me hizo sentirme peor por mentirle.

—Nunca te di motivos para desconfiar —puntualicé y él hizo una mueca —. No puedo evitar ser amistosa, me encanta conocer a nueva gente.

—Ivie, que ese no es el problema, no lo estás entendiendo —murmuró con cansancio, mientras negaba con la cabeza.

—Solo iré a recogerlos, no pasará nada —dije, con un tono elevado. Aunque fuese mentira, me dolía su desconfianza —. Mira, iré y cuando vuelva iremos a mi casa, cenaremos, veremos una película, lo que quieras...

Mientras le decía eso, me iba acercando a él con lentitud. Sin embargo, cuando estuve casi a su altura, dejó de dar vueltas para retroceder unos pasos y poner distancia entre nosotros. Aquel acto fue una patada directa al estómago. Él sacó su móvil y suspiró.

—Llegarás tarde —pronunció sin más.

—Prométeme que vendrás a mi casa —le pedí, sin poder ocultar mi tristeza.

Él tan solo asintió y yo suspiré resignada. Ni siquiera volví a intentar acercarme, si tan solo volvía a alejarse perdería la maldita cabeza. Cuando me subí al coche de Aaron, cerré dando un portazo, haciendo que el dueño me regañase, pero ese era el menor de mis problemas.

Taylor y Cam, que iban en los asientos traseros, fueron todo el trayecto dándose muestras de cariño, y aunque sabía que todo lo que pasaba no era ni por asomo su culpa, me descargué contra ellos, pidiéndoles por favor que se separasen al menos tres kilómetros y dejasen de besarse.

—Porque tú hayas sido una idiota y hayas cagado tu relación, no la tienes que tomar con nosotros —se quejó Taylor, y eso solo me hizo enfadar.

—Porque tú seas un pegajoso, no tienes que enseñarnos como te besas con tu novio —contraataqué, haciendo que Aaron me regañase.

Tras un silencio incómodo, Cameron me pidió que le contase que pasaba y cuando lo hice entendieron porqué estaba así. Me aconsejaron no hacerle caso, estaban seguros que se le pasaría nada más ver la sorpresa pero eso no quitaba lo mal que lo estaba pasando.

La espera por Aaliyah fue breve, la verdad. De vuelta, ellos me dejaron de nuevo en casa de Shawn mientras que ellos volvían a mi casa y terminaban de prepararlo todo. Cuando entré, lo intenté entretener hasta recibir el mensaje de alguno, anunciando que tenía vía libre. Tras eso, Shawn nos llevó hasta mi casa en su coche, y la tensión que había entre nosotros en ese momento podía cortarse con un cuchillo. Le di las llaves, fingiendo que tenía una llamada, y al abrir todos gritaron felicidades, haciendo que Shawn cambiase por completo su semblante a uno de sorpresa.

—Tu chica te ha buscado el regalo más original —anunció Jack J y los chicos se apartaron para que la hermana de Shawn saliese.

Yo lo observaba todo desde la entrada, me hizo muy feliz ver como Shawn abrazaba a su hermana con tantísima fuerza mientras que ella reía. Sin embargo, no podía quitarme ese sentimiento de tristeza, era imposible.

Tras ese momento, mi chico no apartó a su hermana de su lado ni un segundo, ni siquiera cuando le fueron felicitando uno por uno. La comida fue muy entretenida y por un momento conseguí evadirme, pero que él no me hubiese dirigido la palabra me hacía pensar que todavía seguía enfadado conmigo. Entonces llegó la hora de la tarta, le cantamos cumpleaños feliz y cuando iba a soplar las velas, su hermana se adelantó y las sopló, haciendo que él la mirase incrédulo y la envolviese entre sus brazos mientras reía.

—¡Así se hace Aaliyah! —la animó Nash, haciéndonos reír.

—¡Oficialmente, comienza la fiesta! —gritó Nate, haciendo así que la gente se dispersarse.

Por primera vez desde que se encontraron, Aaliyah se separó de Shawn para juntarse con Matt, Jacob y los Jacks, los cuáles fueron advertidos que tenían que cuidar bien a su hermana pequeña. Tras eso Shawn me miró y llevó una mano a su nuca mientras hacía una mueca.

—¿Lo siento? —preguntó con vergüenza, sacándome un suspiro.

—Está bien —cedí sin remedio, tampoco es como si fuese solo su culpa. Yo lo había engañado y con algo que obviamente le molestaría.

Shawn me miró sorprendido y negó con la cabeza.

—No, no está bien. No tenía motivos para ponerme así, fui un gran idiota —murmuró, apenado.

Yo simplemente me acerqué y lo abracé con fuerza. Fui recibida de momento por sus brazos, los cuales me apretaban contra él con fuerza también.

—Fuiste un idiota sí, pero también podría haber inventado otra excusa.

—Confío en ti ¿vale? Solo que pensé que podrías llegar a ver en él lo que describías en tu libro y me puse celoso —admitió, haciéndome reír.

—Ya... El problema es que no hay nada que pueda tener otra persona para quitarme de tu lado —le hice saber, apartándome un poco para poder mirarlo. La sonrisa en sus labios resplandecía —. Felicidades pequeño bebé —le deseé.

Shawn rió y yo lo callé poniendo mis labios sobre los suyos, un poco a regañadientes porque me encantaba su risa pero también echaba de menos besarlo.

—Gracias, rubia. Has hecho de este, mi mejor cumpleaños —murmuró y yo me sentí muy orgullosa.

Tras eso llegó Aaliyah, diciendo que los chicos habían comenzado a hablar de cosas raras y que quería estar con nosotros. Como vimos que estaba algo aburrida, nos fuimos con Nate, Sam, los hermanos Dolan y algunos más, los cuales no pararon de hacerla reír. Pese a todo, al final había salido bien.

Espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟. María xx

I'm not the Magcon girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora