Day 28.

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Mi día no podía haber empezado mejor, primero me dormía porque mi "mejor amigo" había decidido no dirigirme la palabra aunque hubiese visto que mi despertador no sonaba, llegaba tarde al ensayo y para colmo, al correr por las escaleras, me había caído. Así que me encontraba en el suelo, después de bajar cinco o seis escalones con el trasero. Algunos llegaron a ayudarme y otros solo de dedicaron a reírse por lo que al final acabé riendo también.

—¡Ivie! —escuché como Sam gritaba mientras se hacía paso entre la gente —. ¿Estás bien? —preguntó al estar a mi altura.

—¡Oh tío, lo he grabado todo! —dijo Taylor, dándole palmaditas en la espalda a Sam —. Esto va ahora mismo a Instagram.

—Estoy bien Sam —dije entre risas, tomando su mano para levantarme.

Al estar de pie sentí un dolor en el trasero y no pude evitar hacer una mueca.

—Vamos, Bart está muy enfadado y no creo que enterarse de tu caída le haga mucha gracia —murmuró Sam, haciendo una mueca también.

Lo observé durante unos segundos y fruncí el ceño, ya que no era común ver así a Sam cuando él siempre estaba bromeando. Sin decir nada más me dirigí junto a él hacia la zona reservada para la convención donde los Jacks estaban ensayando su canción.

Sam se quedó hablando con Nate y enseñándole algo en su móvil, lo que supuse que era mi vídeo cayendo, y yo me dirigí hacia donde estaba Bart para disculparme. Él estaba reunido con un hombre y tres chicas jóvenes que llevaron sus manos a su boca al verme lo que me llevó a deducir que al menos una era la hija de aquel hombre y que estaban ahí de enchufadas. Les sonreí levemente y toqué el hombro de Bart un par de veces.

—Siento llegar tarde Bart, he tenido unos problemas —me disculpé poniendo mi mejor cara de arrepentimiento.

Eso pareció no funcionar puesto que me fulminó con la mirada y chasqueó la lengua.

—Hablaremos más tarde —concluyó y volvió a girarse para hablar con el hombre.

Yo me encogí de hombros, restándole importancia y salí en busca de alguno de los chicos pero todos estaban demasiado ocupados. Yo no tenía que hacer mucho allí, puesto que sólo había preparado un par de juegos y poco más. Cada día me sentía más inútil en aquel tour. Por lo tanto me senté donde encontré y me puse a revisar mi móvil.

—Hoy viene Mahogany —chilló Aaron emocionado y yo subí la mirada para enfocarla en él que parecía un niño pequeño dando saltos.

—¡Por fin! Pero ¿cuánto tiempo estará? —preguntó Jacob, acabando con la felicidad de Aaron.

—Solo hoy, está aquí de vacaciones y ha accedido a participar como invitada especial —murmuró Aaron a lo que los demás refunfuñaron.

Sabía quién era aquella chica, y sólo había hablado una vez con ella. Me caía muy bien pero no podía evitar ponerme un poco celosa ya que el día en el que la conocí los chicos sólo estaban con ella y yo tuve que marcharme porque me aburría estar sola.

Miré al frente donde dos de las chicas miraban en mi dirección con una sonrisa y el móvil en sus manos. Una de ellas dejó de mirarme para ponerse a escribir en su móvil mientras la otra le decía algo. Como sabía que ningún chico me prestaría atención, hice un gesto con mi mano a ellas para que se acercaran. Ellas se miraron, chillaron, y se acercaron corriendo.

—Hola chicas —saludé cuando llegaron y ellas hicieron un gesto con su mano.

Estaban tan nerviosas que ni siquiera podían hablar. Yo las invité a sentarse a mi lado y charlar, a lo que aceptaron de buena gana.

—No me puedo creer que esté a tu lado —murmuró una chica y yo cogí su mano, en muestra de apoyo.

—¿Me contáis algo sobre vosotras? —pedí, tras un largo silencio.

—Oh Dios, es que estamos tan nerviosas. Lo sentimos si somos aburridas —se disculpó la otra chica a lo que me limité a hacer un gesto con mi cabeza —. Yo soy Amanda y ella es Lisa, y os seguimos desde el principio.

—Bueno... Yo en realidad te seguía a ti y me interesé por Magcon cuando empezaste a hacer vídeos con ellos después de su tour —me contó la chica y yo me ilusioné muchísimo puesto que todos me conocían por Magcon y ella era de las pocas que había sido al contrario.

Mi móvil comenzó a vibrar, al mirarlo pude ver una videollamada entrante de Kian, cosa que me extrañó puesto que llevaba unos días pasando de mí.

Sin pensarlo un segundo, respondí a la llamada, viendo su bonita cara en mi móvil. Bonita excepto por su ceño fruncido.

—¿Como estás babygirl? —preguntó, cambiando su ceño por una sonrisa en sus labios.

—Genial K, estoy con dos chicas, mira —dije ilusionada, alejando el móvil para enfocarnos a las tres.

—Oh... —dijo él con una mueca —. Te llamaba para preguntarte si tienes algo que decirme...

—¿Yo? No que yo sepa —contesté un poco desconcertada por su pregunta.

Kian lanzó un suspiro y tras eso colgó la llamada, sin decir nada más. Yo miré a la chicas, ellas me miraron a mí y sólo me encogí de hombros.

Aquel día estaba siendo raro, demasiado raro.

Cansada de estar allí, me despedí de las chicas, sacándome algunas fotos con ellas y firmando las fundas de su móvil. Cuando iba a salir de la sala, alguien me tomó del brazo con tanta fuerza que me hizo daño. Cuando me giré me encontré con la cara enfadada de Bart.

—Que sea la última vez que llegas tarde y me interrumpes. Dejé claro que quiero puntualidad —me regañó.

Yo sacudí mi brazo con brusquedad hasta que me soltó.

—Que sea la última vez que vuelves a hacer algo así —murmuré, fulminándolo con la mirada.

Yo no solía ser así pero no podía aguantar que nadie intentara abusar de mí así.

N/a: espero que te haya gustado y si es así no te olvides de la 🌟 María xx

I'm not the Magcon girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora