Fuimos cuarto por cuarto, el cuarto de música, el cuarto de oración, la dirección, la enfermería, el cuarto de costura, cuarto de tiliches, llegamos a la biblioteca.
Era muy grande, había muchos libros, las cuatro paredes estaban llenas de libros, casi desde el piso hasta el techo, vimos un estante que nos llamó la atención, había unos libros ilustrados.
Tome uno, y al momento se empezó a mover el estante, asombradas vimos una pequeña puerta, nos asomamos y vimos como un pasadizo
-¿Mica vamos a ver a dónde lleva esta túnel?
-¿Pero si viene alguien?
-tienes razón, yo voy y tú te quedas cuidando, si viene alguien cierras la puerta y después la vuelves a abrir
Y camine un buen trecho, terminó con una puerta que se abría por dentro, la abrí, era una alacena en la cocina de las monjas era muy grande, no había nadie a esa hora, estaba un frutero con manzanas grandes, peras, uvas, plátanos, mangos, en la alacena había varios tarros con mermelada de diferentes frutas.
Había, queso seco, chorizo colgado, de pronto vi una panera había un rico pastel, busque una bolsa de estraza y puse dos manzanas, dos peras y dos plátanos, dos rebanadas grandes de pastel y me regrese a la biblioteca.
Ya me estaba esperando Mica muy nerviosa.
- Qué bueno que llegaste
-¿No vino nadie?
-No, nada más pasaron - ¿Qué traes en esa bolsa?
-Vámonos de aquí luego te digo, vamos a la huerta
Salimos cuidando de que no nos viera nadie, llegamos a la huerta
-El túnel da a la cocina de las monjas, mira lo que traje
-¡Qué manzanotas¡
- Si y mira las peras y los plátanos
- ¿Y eso que es?
- Es pastel, hay que buscar un escondite, para comerlos poco a poco, si nos comemos todo nos va a doler la panza.
-Aquí está bien, esconde la fruta ahorita nos comemos el pastel
Saboreamos el rico pastel, seguimos sacando comida, hasta que llegaron todas las monjas ellas si nos vigilaban las 24 horas.
- Llegó el quince de Julio, empezaron los cursos de verano, eran niñas de entrada y salida como una escuela normal.
A las internas que quedamos en la casa nos integraron a las clases, yo sufría cada que terminaban las clases , veía como las niñas salían para irse a su casa, y nosotros teníamos que quedarnos encerradas en el internado.
-Llegó el dos de Septiembre y llegaron todas las internas, y la vida empezó, normalmente con todas sus obligaciones , nunca me gusto el internado pero me acople a la vida con todas sus reglas.
Se acercaba la navidad, yo creí que íbamos a pasar la navidad con nuestra familia, pero no fue así.
Nadie salía del internado en Navidad ni en Años nuevo, las monjas pusieron un nacimiento muy bonito en la capilla, y en él recibidor un gran árbol de navidad, las monjas nos dijeron que el niño Dios nos iba a dejar un regalo en el árbol, que no esperábamos un regalo muy grande ya que el niño Dios era muy pobre.
-Lo importante es que todas van a recibir un regalito ese día.
Cuando mi mamá vino a visitarme junto con mis tías me preguntaron.
-¿Qué quieres que te traiga el niño Dios?
-Bueno yo quería pedirle una muñeca de las más grandes, pero me dijo Sor Amelia que el niño Dios es pobre y que nos va a traer un pequeño regalo.
-Si tienes razón él niño dios es muy pobre.
Cuando se terminó la visita y me fui al patio, mi madre y mis tías hablaron con la madre superiora.
- Madre ya que Baudelia no puede pasar la navidad en familia, quisiéramos traerle, su muñeca que quiere.
-De ninguna manera, aquí hay muchas niñas de escasísimos recursos, esas niñas no van a recibir nada de sus padres, es por eso que todas van a recibir algo del mismo precio, ustedes pueden colaborar trayendo algo pequeño, no es justo que unas reciban un juguete valioso y otras una baratija.
-Tiene razón madre superiora, despreocúpese nosotros vamos a colaborar
El regalo no debe de pasar de este precio.
- Está bien madre, que pase buenas tardes
El 24 de Diciembre no dieron una cena muy rica donada por diferentes padres de familia Aunque ellos no pasaron la navidad con nosotros, dejaban la comida y se retiraban, ni siquiera dejaron que nos vieran.
Después de la cena fuimos a la capilla nos organizaron una posada, cantamos villancicos y hasta una piñata rompimos, nos dieron nuestro bolo de dulces,
Por último fue la ceremonia del nacimiento del niño Dios, Sor Nicolasa le tejió un hermoso vestidito lo vistieron y lo pusieron en su pesebre, después de eso nos fuimos a dormir.
ESTÁS LEYENDO
Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018
RomanceNunca me amaste Esta es la historia de Baudelia Paredes Diaz. Narrada por ella misma y un narrador omnisciente, que no forma parte de la historia. Baudelia es la historia de una mujer que sufrió las peores vejaciones, a la edad de siete años empezó...