Parte /11

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Regina seguía insistiendo en que le contara todo lo referente a mi primer noche de amor con mi marido, pero yo seguía negándome. Que le iba a contar, el horror que viví esa noche, que no hubo besos, ni caricias ardientes, no yo no podía contar eso a mi prima si lo hubiese hecho se hubiera traumado para toda su vida, quizás ella si encuentre un hombre que si la trate como todas esperamos que nos traten, yo sólo le dije:

—Olvídalo no te voy a contar nada de mi noche de bodas eso es muy privado, pero cuando tu estés a punto de casarte te voy a contar que es lo que pasa esa noche.

—Ya ves cómo eres, tanto estarte esperando para que me contaras y me sales con tu batea de babas (así se dice cuando alguien desilusiona a la persona)

— Pero no te enojes, primita ya encontrarás a tu príncipe azul y lo sabrás. 

—No si no estoy enojada, estoy lo que le sigue de enojada—, en eso escuchamos a mi tía Celestina que nos llamaba.

—Niñas, niñas  vengan a comer, ya estamos  todos en la mesa.

—¡Ya vamos tía!—, anda vamos a comer mi tía nos llama.

La comida transcurrió amenamente, seguimos la misma rutina de siempre, después de la comida pasar a la sala de música para que mis tías tocaran sus instrumentos y cantar, yo también me uní al concierto; por último les dimos sus respectivos regalitos y nos despedimos.

Salimos de la casa y nos dirigimos a la nuestra, Juan Manuel me comunicó.

—El lunes ya tengo que presentarme en el trabajo, voy aprovechar estos días que faltan para poner en orden algunos asuntos que tengo pendientes,  mañana viene una persona para ponerte al tanto de cosas que tienes que saber— Está bien.

Al siguiente día, tocaron el timbre de la entrada, escuche voces.

—Señora la busca una señora— Juan Manuel, fue al encuentro de la mujer  se saludaron  cordialmente tenia alrededor de  treinta y cinco años,  muy amable se dirigió a mí como si me conociera de mucho tiempo atrás.

—Usted debe ser la señora Baudelia, mucho gusto — Sofía López para servir a usted.

—Mucho gusto—, ya no tengo necesidad de decirle mi nombre al parecer ella sabía más de mí, que yo de ella.

Juan Manuel me dijo—La señora Sofía va a ser tu maestra, las dejo, pónganse cómodas, con permiso  tengo algunos asuntos que atender—. Diciendo esto salió de la sala dejándome sola con Sofía.

La mujer empezó a hablar.

—Eres muy jovencita, por lo tanto te voy a tutear, como ya te lo dije anteriormente, mi nombre es Sofía López, me puedes llamar Sofí, te voy hacer unas cuantas preguntas y según veamos empezamos con la clase, para familiarizarnos más ¿te parece bien que te llame Bau?

—Si está bien, como guste, según escuché a mi marido, usted va a ser m maestra—¿Se puede saber que me va a enseñar?

—Primero que nada, háblame de tú.

—Como gustes, 

—Bien empecemos—¿Dónde estudiaste?

—Estudie  en un internado de monjas.

—¿Hasta qué grado cursaste?

—Hasta sexto grado y un año de noviciado.

—¿ Acaso ibas a ser religiosa?

—Mi padre quería eso, pero yo no tuve la vocación de monja.

—Qué bueno que no te obligaron—. ¿Conoces el manual de Carreño?

—¿El manual de qué?

 Ella saco un pequeño libro, me lo mostró.

—Este, es una guía para aprender buenos hábitos y costumbres, Nunca debes hacer esto:

La lista era interminable, la mujer hablaba y hablaba yo la escuchaba, no había necesidad de decirme tantas cosas del famoso librito, varias de esas reglas ya me las sabía de memoria, sor Amelia se encargo de que nunca se me olvidaran a base de varazos en las manos mientras ella proseguía mi pensamiento volaba al pasado. Sofía me volvió a la realidad.

 —¿Y bien que te pareció?.

—Muchas de las cosas que dice el libro me las enseñaron las monjas y otras me las enseño mi mamá.

—Muy bien, ya hemos avanzado algo, ahora lo que importa es enseñarte a comportarte como toda una dama de sociedad, como la esposa de un hombre tan importante como lo es el señor Juan Manuel, vas a convivir con personas del mismo nivel de tu marido y tienes que saber el modo correcto de dirigirte al ellos, una buena esposa tiene varias cosas que tener en cuenta, por ejemplo, tiene que saber vestir correctamente para cualquier ocasión, tienes que interesarte por los pasatiempos de tu marido, tienes que cultivar el habito de  la lectura es importante que aprendas a hablar ingles porque en tu posición es muy indispensable que lo domines....

La mujer seguía con su cantaleta para darme a conocer todo lo que tenía que aprender para convertirme en una gran dama y no avergonzar a mi marido, yo escuchaba atentamente, mi pensamiento se dispersaba, entre más hablaba la mujer yo me hacía varias preguntas acerca de mi marido, según Sofía me tenia que interesar en los pasatiempos de mi marido, en los libros que leía, las películas favoritas, las obras de teatro, su vino favorito, la comida, todo era alrededor de mi marido y Acaso el también tenía que interesarse por mis gustos, o solo yo tenía que desvivirme por él, sin ser correspondida, cuando la mujer termino de hablar, llegue a una conclusión lo primero que tenía que hacer era conocer a mi marido ya que este era un completamente  desconocido para mí.    

񖗚

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora