Parte/8

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Encaré a mi marido enérgicamente.

—¡Me estás pidiendo que mate a nuestro hijo!

—No seas ignorante, eso no es más que un miserable gusano con cola del tamaño de un grano de arroz.

—¡Aunque no lo quieras admitir, ese gusano con cola como tu lo llamas es mi hijo¡ !nuestro hijo¡

—Entonces ¿Te niegas  a practicar el aborto? —grito airado mi marido.

—Terminantemente, yo quiero a tener a mi hijo.

—Respeto tu decisión, pero estás sola en esto.

Salió de la casa dando un portazo, pocos días después recibí la visita de un abogado.

—Señora vengo en representación de su esposo.

—¿Acaso le paso algo grave?

—No, señora no se alarme por favor, el solicita el divorcio, le aconsejo que lea las condiciones detenidamente son muy beneficiosas para usted y su hija.

 Leí las condiciones en las que estaba redactado el divorcio eran a mi favor y, aunque no hubiera sido tan favorable habría firmado el divorcio yo no iba a vivir con un hombre que no sentía ningún amor por sus propias hijas y tú lo sabes muy bien la pensión que da es muy superior a lo estipulado por la ley, además yo tengo una entrada de dinero nada despreciable como consultora.

—¿El conoce a su hija menor?

—No, desde que se fue cuando no quise practicarme el abortó ya no lo he vuelto a ver.

—¿Y que fue lo que la trajo a México?

—Mis padres vinieron hacer un trabajo que duró tres años, en las vacaciones de la escuela nos reuníamos los tres, me enamore de este país su cultura, su gente, sus costumbres y sobre todo de su gastronomía, me encanta la comida mexicana.

—En Alemania las cosas no andan bien, la diferencia de clases sociales, es muy marcada, no existen más que dos clases la alta y la baja, un amigo muy cercano de mi padre que ocupa un puesto muy importante en el gobierno, le comento que temen que se haga una revolución hay un personaje del que se está hablando mucho, un joven que odia a los judíos, esta haciendo mucho revuelo entre la clase trabajadora su nombre es Adolph Hitller, es pronto para hablar de algo grave, pero hay que estar alerta. 

—Esperemos que las cosas se arreglen a tiempo, aquí en México aún no se recupera de la pasada revolución.

—Se dice que ese joven raya en la locura no sólo odia a los judíos, también a la gente de color, los discapacitados, es un loco que quiere tener una raza pura, llamados arios, yo tengo sangre judía por parte materna.

—Bueno, pero como dice usted, aún no se pueden hacer juicios, espero que pronto se arreglen las cosas en su país.

—Pero me desvie del temas, su país nos hechizo, a mis padres también les gusta mucho México y es por eso que fue el país que elegimos para adoptar como segunda patria, mis hijas son México-alemanas, pero más mexicanas que el mole, como se dice aquí en México.

—Que interesante.

—Todavía ¿quieres seguir con nuestra amistad o está salida va a ser debut y despedida?

—De ninguna manera y como usted ha sido muy sincera conmigo yo lo voy a hacerlo con usted.

—Yo nací en una  población del estado de Veracruz, a la edad de tres años mi padre murió en un accidente, mi abuelo paterno quiso que mi madre le entregará a su nieto, para criarlo como a su propio hijo, en pocas palabras quería remplazar a su hijo fallecido conmigo, cómo el tenia los medios económicos para hacerlo, mis abuelos maternos, mis tíos y mi madre huyeron a la ciudad de Guadalajara, no pasó mucho tiempo para que el recobrará la cordura, pero mi familia ya estaba encarrilada en la nueva ciudad que nos acogió ya no regresamos al pueblo, pero mantenemos contacto. Gracias a mi madre que se contrató con una familia adinerada como nana de sus hijos, mi hermana y yo recibimos la misma educación que los niños que ella cuidaba, crecimos como hermanos recibimos todos los privilegios que ellos, Gracias a la generosidad de los señores sigo estudiando aquí en la capital.

Mi meta en convertirme en contador público adquirir mi cédula profesional, con ella puedo trabajar en cualquier parte, ya sea que me quede aquí o me vaya a Guadalajara, pero lo primero que voy hacer es que  mi madre deje de trabajar, ya estoy trabajando en eso compre un terreno en un pequeño pueblo cercano a la ciudad entre mi hermana y yo mandamos construir su casa a su gusto. También mi hermana resulto beneficiada por los señores, ella junto con su hija estudio en un prestigioso instituto y salió con su título de diseñadora de modas, las dos viajaron a París por un año, mi hermana  trabaja en una boutique muy renombrada para adquirir experiencia no descarta en un futuro tener su propia firma, la casa ya casi está terminada, yo en unos meses más me graduó  y ese va a ser el último día que mi madre trabaje.

—Eso es lo que me enamoró de México, el respeto que los hijos sienten por sus padres, son agradecidos. Entonces sólo esta esperando titularte para regresar a su ciudad.

—No, mi trabajo está, aquí lo que digo es que, hasta ese día mi madre va a seguir trabajando en esa casa, ya es tiempo que ella descanse.

Terminaron de tomar la tercera taza de café, Judith vio su reloj de pulsera y exclamó.

—¡Oh por dios es tardísimo, el tiempo en su compañía se va sin sentir!

—Lo mismo digo yo, Juan Manuel pago la cuenta, dejo la respectiva propina y salieron del lugar rumbo a la casa de Judith, cuando llegaron él murmuro.

—Espero que se vuelva a repetir, me gustaría seguir viéndola.

—De usted depende, siempre voy a estar disponible para usted—le contestó Judith mirándolo fijamente a los ojos.

Ella intentó soltar su mano de la de él para despedirse, él se la retuvo  y se la llevo a los labios depositando un largo beso en ella. Y así empezó la amistad de Juan Manuel y Judith, después de unas salidas al cafecito ella le propuso.

—¿Qué le parece si en lugar de ir al café, no lo tomamos aquí en la casa?

—No creo que sea apropiado, que van a pensar los vecinos cuando vean a un hombre entrar y salir de su casa piense en su buen nombre.

—¿A usted le importa? Porque a mí no.

Ella venia de otra cultura donde el qué dirán no existía, las personas vivían su vida sin importar la de los vecinos. A él le gustó el desparpajo de la mujer y entró a la casa conoció a las niñas y a la fiel sirvienta de Judith una mujer oriunda de Oaxaca, que veía y callaba, las niñas la querían mucho.

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora