Parte/ 15

123 18 35
                                    


Juan Manuel, llegó al elegante edificio de especialidades donde Octavio tenia su consultorio, la secretaria lo anuncio.

─Doctor, el señor Juan Manuel desea hablar con usted.

─¡Por Dios Elenita!—Mi hermano no necesita ser anunciado,  hágalo pasar inmediatamente, no lo deje esperando.

—Pasé señor, el doctor lo espera.

─Hola, hermano, que milagro, pasa ya te instalaste en la ciudad.

─En eso ando.

¿Qué pasa te veo preocupado?

─Es Judith...

Juan Manuel ya no pudo seguir hablando, un copioso llanto se lo impidió, Octavio temiendo lo peor abrazo a su amigo.

─¿Qué pasa con Judith? ¿Acaso ella...?

─No, no ella esta bien de salud, al menos eso quiero creer.

—¿Entonces cuál es el problema? ¡habla por dios, me tienes en ascuas!

—Desapareció, es como si se la hubiera tragado la tierra no está por ningún lado.

Octavio abrió desmesuradamente los ojos, no podía creer lo que estaba escuchando, Judith desaparecida, le pregunto a Juan Manuel lleno de expectación.

─¿Pero qué pasó, para que tomara esa decisión?

—Fue mi madre, tu tenías razón cuando me advertiste que ella no iba a aceptar mi relación con Judith, yo de estúpido le confesé nuestra relación.

—¡Se lo dijiste! ¿y cómo lo tomó?

—Pues, aparentemente bien, eso me hizo creer, pero en la primera oportunidad que tuvo fue hablar con ella.

—Mi nana no pudo haber hecho eso, es cierto que no le iba a agradar mucho tu unión con Judith, pero de eso a ir hablar con ella, pero que pudo haberle dicho para que tu mujer huyera de tu lado. 

Juan Manuel le extendió la carta que le había dejado Judith—entérate  por ti mismo.  

Octavio leyó la carta, después de leerla exclamo lleno de asombro.

—¡¿Pero de donde saco mi nana que te vas a casar!?

—De donde, de su torcida imaginación estoy seguro que Eva tuvo mucho que ver en esto—, imagina mi cara, cuando llegue a la que creía mi casa, me encontré con inquilinos nuevos,  yo esperando ver a mis hijas a Judith, que siempre me reciben con los brazos abiertos, en su lugar me recibió una mujer con cara de pocos amigos.

—¿Fuiste con Bertha, ella es la mejor amiga de Judith?

—Fue con la primera que fui, , ya recorrí la casa de todos nuestros amigos, fui hasta Oaxaca a casa de mis suegros, ellos siguen en sabe Dios donde, nadie sabe de Judith, fui a la embajada de Grecia ahí estaban sus padres hasta hace poco, pero ya se movieron de ese país. 

- ¿Y ahora qué vas a ser?

—No se, te dije que los directivos del banco me ponen como condición para darme el puesto de director general del banco que tengo que ser casado, y por supuesto vivir aquí.

—Desafortunadamente vivimos en una sociedad muy conservadora, creo mi hermano que vas a perder esta oportunidad de ascender en el banco.

—¡De ninguna manera! —Sabes cuanto tiempo he esperado esta oportunidad, no la voy a perder por una estúpida regla,.

—¡Claro que lo se! pero, si Judith no aparece!

—Ya  lo tengo resuelto me voy a casar con otra mujer y cuando encuentre a Judith vivir cómo hemos vivido hasta ahora.

Nunca me amaste #SGAWARDS2017#CAJAWards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora